/ lunes 25 de marzo de 2024

Contexto | 2014-2024, Mujeres y poder

En la entrega del pasado 4 de marzo titulada 8M, con motivo del Día Internacional de la Mujer, abordaba lo complejo que ha sido para las mujeres sudcalifornianas acceder a los espacios públicos en los que se toman decisiones en los poderes estatales y aun en las instancias directivas de los organismos de la iniciativa privada.

En efecto. Si analizamos la información existente, y poco sistematizada, la asimetría que se presenta es importante, más si nos vamos al tiempo del dominio hegemónico del PRI en la entidad (1975-1999), en el que fueron muy escasos los espacios ocupados por mujeres en el Congreso y el Gobierno del Estado, Poder Judicial y ayuntamientos.

Por ejemplo, en las primeras ocho legislaturas locales, siete de ellas con dominio tricolor, hubo un total de 107 representantes populares, por ambos principios, es decir, Mayoría Relativa y Representación Proporcional que accedieron al Poder Legislativo estatal.

De ellos, 97 fueron masculinos y solamente 10 mujeres; destacando en este periodo de 24 años de ejercicio del poder político que ninguna mujer llegó al Congreso del Estado por el principio de Representación Proporcional.

Tras la alternancia política en 1999, paralelo a la lucha de muchos años de las mujeres, su presencia en los espacios de poder empezó a cambiar, y es precisamente el Congreso del Estado la institución en la que se perciben cambios importantes.

En los últimos 25 años, de 1999 a la fecha, de 166 integrantes de ocho legislaturas, 102 han sido hombres y 64 mujeres, puesto que, en las elecciones estatales de 2015, 2018 y 2021 el Instituto Estatal Electoral impulsó acciones afirmativas tendientes a integraciones paritarias de tres legislaturas y desde julio del año pasado, la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado contempla la conformación paritaria del Poder Legislativo de la entidad.

Es decir, el acceso de las mujeres a las candidaturas a cargos de elección popular ya dejó de estar sujeto a la sensibilidad social y voluntad política de los tomadores de decisiones.

En el caso de nuestros cinco ayuntamientos la asimetría es impresionante en cuanto al acceso de las mujeres sudcalifornianas a los cabildos en Los Cabos, La Paz, Comondú, Loreto y Mulegé.

Desde 1971 tras la reinstalación de la vida municipal con La Paz, Comondú y Mulegé y el posterior nacimiento de Los Cabos en 1980 y Loreto en 1992 han existido 75 cabildos, en que, en más de 50 años de vida municipal, solamente 10 mujeres han sido electas directamente como alcaldesas, y tres más han asumido el cargo por renuncia del titular.

En este mismo sentido, de 75 personas que han ocupado la Sindicatura, son 62 hombres y 13 mujeres, y en el caso de las regidurías, los números son totalmente desproporcionados, dado que 162 mujeres han sido electas regidoras en los 75 cabildos desde 1971, contra 476 hombres; dándose el caso que existieron cabildos en los cinco municipios en los que la mujer no tuvo representación, en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.

Presento estos datos, producto de la investigación en proceso denominada Mujeres y Poder en Baja California Sur 1974-2024, porque dentro de una semana inician las campañas políticas a nivel local en las que se renovarán la Legislatura y los ayuntamientos sudcalifornianos; proceso electoral en el que por cuarta vez en nuestra historia las mujeres sudcalifornianas irán en condiciones de igualdad jurídica a la competencia política, lo que innegablemente es un avance en la lucha de las mujeres de Baja California Sur.

Lo que ha sucedido en los procesos electorales locales de 2015 a la fecha es importante, porque marca un antes y un después en la participación política de las mujeres en nuestra entidad; la situación y condición política de las mujeres antes de 2015 es para el análisis histórico en materia político-electoral; hoy se encuentra en Ley la participación en igualdad, y las asimetrías presentadas durante 40 años a partir de 1975, son parte de un pasado que nos debe de servir como un importante referente.

Es evidente que, a casi una década de distancia de las primeras acciones afirmativas para la participación política de las mujeres sudcalifornianas en procesos electorales, es mucho lo que se ha avanzado en este aspecto, y hoy en día es parte importante de la lucha de las mujeres de Baja California Sur para ser visibles y ser parte activa de la vida democrática sudcaliforniana.

En este contexto, la sociedad sudcaliforniana se enriquece con la voz y las propuestas de las mujeres, que no solo han luchado y trabajado en favor de los derechos políticos y sociales, sino en la construcción de nuevos paradigmas para el desarrollo de Baja California Sur.

En la entrega del pasado 4 de marzo titulada 8M, con motivo del Día Internacional de la Mujer, abordaba lo complejo que ha sido para las mujeres sudcalifornianas acceder a los espacios públicos en los que se toman decisiones en los poderes estatales y aun en las instancias directivas de los organismos de la iniciativa privada.

En efecto. Si analizamos la información existente, y poco sistematizada, la asimetría que se presenta es importante, más si nos vamos al tiempo del dominio hegemónico del PRI en la entidad (1975-1999), en el que fueron muy escasos los espacios ocupados por mujeres en el Congreso y el Gobierno del Estado, Poder Judicial y ayuntamientos.

Por ejemplo, en las primeras ocho legislaturas locales, siete de ellas con dominio tricolor, hubo un total de 107 representantes populares, por ambos principios, es decir, Mayoría Relativa y Representación Proporcional que accedieron al Poder Legislativo estatal.

De ellos, 97 fueron masculinos y solamente 10 mujeres; destacando en este periodo de 24 años de ejercicio del poder político que ninguna mujer llegó al Congreso del Estado por el principio de Representación Proporcional.

Tras la alternancia política en 1999, paralelo a la lucha de muchos años de las mujeres, su presencia en los espacios de poder empezó a cambiar, y es precisamente el Congreso del Estado la institución en la que se perciben cambios importantes.

En los últimos 25 años, de 1999 a la fecha, de 166 integrantes de ocho legislaturas, 102 han sido hombres y 64 mujeres, puesto que, en las elecciones estatales de 2015, 2018 y 2021 el Instituto Estatal Electoral impulsó acciones afirmativas tendientes a integraciones paritarias de tres legislaturas y desde julio del año pasado, la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado contempla la conformación paritaria del Poder Legislativo de la entidad.

Es decir, el acceso de las mujeres a las candidaturas a cargos de elección popular ya dejó de estar sujeto a la sensibilidad social y voluntad política de los tomadores de decisiones.

En el caso de nuestros cinco ayuntamientos la asimetría es impresionante en cuanto al acceso de las mujeres sudcalifornianas a los cabildos en Los Cabos, La Paz, Comondú, Loreto y Mulegé.

Desde 1971 tras la reinstalación de la vida municipal con La Paz, Comondú y Mulegé y el posterior nacimiento de Los Cabos en 1980 y Loreto en 1992 han existido 75 cabildos, en que, en más de 50 años de vida municipal, solamente 10 mujeres han sido electas directamente como alcaldesas, y tres más han asumido el cargo por renuncia del titular.

En este mismo sentido, de 75 personas que han ocupado la Sindicatura, son 62 hombres y 13 mujeres, y en el caso de las regidurías, los números son totalmente desproporcionados, dado que 162 mujeres han sido electas regidoras en los 75 cabildos desde 1971, contra 476 hombres; dándose el caso que existieron cabildos en los cinco municipios en los que la mujer no tuvo representación, en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.

Presento estos datos, producto de la investigación en proceso denominada Mujeres y Poder en Baja California Sur 1974-2024, porque dentro de una semana inician las campañas políticas a nivel local en las que se renovarán la Legislatura y los ayuntamientos sudcalifornianos; proceso electoral en el que por cuarta vez en nuestra historia las mujeres sudcalifornianas irán en condiciones de igualdad jurídica a la competencia política, lo que innegablemente es un avance en la lucha de las mujeres de Baja California Sur.

Lo que ha sucedido en los procesos electorales locales de 2015 a la fecha es importante, porque marca un antes y un después en la participación política de las mujeres en nuestra entidad; la situación y condición política de las mujeres antes de 2015 es para el análisis histórico en materia político-electoral; hoy se encuentra en Ley la participación en igualdad, y las asimetrías presentadas durante 40 años a partir de 1975, son parte de un pasado que nos debe de servir como un importante referente.

Es evidente que, a casi una década de distancia de las primeras acciones afirmativas para la participación política de las mujeres sudcalifornianas en procesos electorales, es mucho lo que se ha avanzado en este aspecto, y hoy en día es parte importante de la lucha de las mujeres de Baja California Sur para ser visibles y ser parte activa de la vida democrática sudcaliforniana.

En este contexto, la sociedad sudcaliforniana se enriquece con la voz y las propuestas de las mujeres, que no solo han luchado y trabajado en favor de los derechos políticos y sociales, sino en la construcción de nuevos paradigmas para el desarrollo de Baja California Sur.