/ domingo 3 de abril de 2022

Sin tacha y sin miedo

La reciente publicación, en esta columna, del artículo acerca de los libros mediante los cuales puede ser conocida de primera mano la vida del californio Manuel Márquez de León, provocó que don Leonardo Reyes Silva me diera noticia de la reimpresión que hizo en 1984 el ayuntamiento de Comondú (en California del sur), a través de su cronista José Soto Molina, de los Apuntes biográficos del señor general D. Manuel Márquez de León, debidos al médico y escritor duranguense Manuel Pérez Bibbins (1840-1892), aparecidos en 1884 en la ciudad de México.

Además de la buena nueva, el historiador me otorgó en préstamo el texto de 26 páginas, que está dedicado a don Carlos Ferrer y Crespo, “reconociendo en usted la ilustración y patriotismo que le caracterizan, al mismo tiempo que la amistad franca y sincera que profesa al señor general Márquez de León…”

Ferrer, por su parte, recibió “con gusto y satisfacción verdadera los Apuntes… Como usted dice muy bien, profeso al digno militar una amistad sincera, por lo cual he visto con placer la relación de sus hechos más notables… Celebro –asevera- que el gusto decidido que tiene usted por la literatura haya tomado el giro que ahora lleva, relatando las acciones meritorias de un hombre verdaderamente digno y patriota.” Lo felicita “por su obra que ha tenido un objeto tan loable, y me apresuro a publicarla, para cumplir con un deber de amistad y de justicia.”

Y así resultó el breve volumen, del cual me permitiré transcribir aquí cinco párrafos que, independientemente de los hechos guerreros que también se narran, ofrecen el perfil del pensador y militar calisureño, campeón invicto de las luchas por la república, la soberanía y la democracia nacionales, promotor de la primera revolución anti-porfiriana 31 años antes de la convocada por Francisco I. Madero.

Dice del californio que “ha contribuido poderosamente con sus escritos y con sus valerosas acciones a la justa defensa de su patria, a la conservación de nuestros derechos, de nuestras instituciones, de nuestro idioma, de nuestras costumbres, de nuestra libertad...”

Párrafos adelante, consigna: “Por sus profundos conocimientos, su gran valor y su excelente trato como amigo, se hacía acreedor a ser reconocido por muchas personas como hombre de gran influencia…”

En el capítulo VII sostiene que “La verdadera gloria que México posee en el general Márquez consiste tanto en su valor denodado como en su claro ingenio y vasta ilustración. Sin embargo, lo que más lo enaltece es el acendrado patriotismo que profesa, y en aras del cual ha sacrificado su bienestar, su reposo, su felicidad y su fortuna…”

Enseguida afirma que, como escritor, “se ha distinguido en sus valientes proclamas y en sus artículos patrióticos que han reproducido algunos periódicos. En ellos se revela ante todo su eterno deseo de ver libre a México de la interminable amenaza que pesa sobre él.”

Y cita un comentario sobre MML en el periódico La voz del Nuevo Mundo, de San Francisco, [Alta] California, el 18 de enero de 1881: “Muy digna de aplauso es la conducta observada por un digno y distinguido jefe del Ejército Mexicano, que de cuando en cuando nos favorece con sus patrióticos escritos.”

Informa que el texto reciente “con que nos ha favorecido… es verídico, altamente patriótico, y revela un conocimiento profundo de los peligros que amenazan a México, si continúa creyendo en la sincera amistad de los [norte] americanos… Sus máximas son evidentes y sus pensamientos exponen a la observación de todos los mexicanos amantes de su patria, la espantosa realidad. Piensen, pues, los mexicanos dignos que lean este periódico, en los medios de oponer un dique a las avanzadas pretensiones de los [anglo] americanos…”

Este cronista se propone preparar una tercera edición con estudio, notas y referencias bibliográficas mediante la cual se pueda multiplicar el conocimiento de tan ilustre personaje, casi inadvertido por la historia de su tierra y de su patria.

Termina el señor Pérez Bibbins su elocuente exposición fechada el 31 de mayo de 1884, explicando que, por todo ello, “admiramos, con justo tributo, al valiente general Márquez de León, hijo de México, joya preciada de la milicia nacional, al que bien puede considerarse, y con justicia, como el célebre Bayardo: Sin tacha y sin miedo.”

La reciente publicación, en esta columna, del artículo acerca de los libros mediante los cuales puede ser conocida de primera mano la vida del californio Manuel Márquez de León, provocó que don Leonardo Reyes Silva me diera noticia de la reimpresión que hizo en 1984 el ayuntamiento de Comondú (en California del sur), a través de su cronista José Soto Molina, de los Apuntes biográficos del señor general D. Manuel Márquez de León, debidos al médico y escritor duranguense Manuel Pérez Bibbins (1840-1892), aparecidos en 1884 en la ciudad de México.

Además de la buena nueva, el historiador me otorgó en préstamo el texto de 26 páginas, que está dedicado a don Carlos Ferrer y Crespo, “reconociendo en usted la ilustración y patriotismo que le caracterizan, al mismo tiempo que la amistad franca y sincera que profesa al señor general Márquez de León…”

Ferrer, por su parte, recibió “con gusto y satisfacción verdadera los Apuntes… Como usted dice muy bien, profeso al digno militar una amistad sincera, por lo cual he visto con placer la relación de sus hechos más notables… Celebro –asevera- que el gusto decidido que tiene usted por la literatura haya tomado el giro que ahora lleva, relatando las acciones meritorias de un hombre verdaderamente digno y patriota.” Lo felicita “por su obra que ha tenido un objeto tan loable, y me apresuro a publicarla, para cumplir con un deber de amistad y de justicia.”

Y así resultó el breve volumen, del cual me permitiré transcribir aquí cinco párrafos que, independientemente de los hechos guerreros que también se narran, ofrecen el perfil del pensador y militar calisureño, campeón invicto de las luchas por la república, la soberanía y la democracia nacionales, promotor de la primera revolución anti-porfiriana 31 años antes de la convocada por Francisco I. Madero.

Dice del californio que “ha contribuido poderosamente con sus escritos y con sus valerosas acciones a la justa defensa de su patria, a la conservación de nuestros derechos, de nuestras instituciones, de nuestro idioma, de nuestras costumbres, de nuestra libertad...”

Párrafos adelante, consigna: “Por sus profundos conocimientos, su gran valor y su excelente trato como amigo, se hacía acreedor a ser reconocido por muchas personas como hombre de gran influencia…”

En el capítulo VII sostiene que “La verdadera gloria que México posee en el general Márquez consiste tanto en su valor denodado como en su claro ingenio y vasta ilustración. Sin embargo, lo que más lo enaltece es el acendrado patriotismo que profesa, y en aras del cual ha sacrificado su bienestar, su reposo, su felicidad y su fortuna…”

Enseguida afirma que, como escritor, “se ha distinguido en sus valientes proclamas y en sus artículos patrióticos que han reproducido algunos periódicos. En ellos se revela ante todo su eterno deseo de ver libre a México de la interminable amenaza que pesa sobre él.”

Y cita un comentario sobre MML en el periódico La voz del Nuevo Mundo, de San Francisco, [Alta] California, el 18 de enero de 1881: “Muy digna de aplauso es la conducta observada por un digno y distinguido jefe del Ejército Mexicano, que de cuando en cuando nos favorece con sus patrióticos escritos.”

Informa que el texto reciente “con que nos ha favorecido… es verídico, altamente patriótico, y revela un conocimiento profundo de los peligros que amenazan a México, si continúa creyendo en la sincera amistad de los [norte] americanos… Sus máximas son evidentes y sus pensamientos exponen a la observación de todos los mexicanos amantes de su patria, la espantosa realidad. Piensen, pues, los mexicanos dignos que lean este periódico, en los medios de oponer un dique a las avanzadas pretensiones de los [anglo] americanos…”

Este cronista se propone preparar una tercera edición con estudio, notas y referencias bibliográficas mediante la cual se pueda multiplicar el conocimiento de tan ilustre personaje, casi inadvertido por la historia de su tierra y de su patria.

Termina el señor Pérez Bibbins su elocuente exposición fechada el 31 de mayo de 1884, explicando que, por todo ello, “admiramos, con justo tributo, al valiente general Márquez de León, hijo de México, joya preciada de la milicia nacional, al que bien puede considerarse, y con justicia, como el célebre Bayardo: Sin tacha y sin miedo.”