/ domingo 14 de enero de 2024

Constitución sudcaliforniana

En conferencia de prensa en la capital sudcaliforniana, al final de un viaje a la ciudad de México en mayo de 1974, el gobernador del aún territorio federal, Félix Agramont Cota, dio a conocer la certeza que le fue expresada por el presidente Luis Echeverría, de haberse dado ya las condiciones para la conversión de esa entidad en miembro autónomo de la Federación mexicana.

El 1 de junio siguiente, al asistir el presidente a Cabo San Lucas a la celebración del día de la Marina, se le entregó el documento por el cual le era enunciada la petición de iniciar la transformación de esta media península en Estado.

Tres meses más tarde, Echeverría anunció en su cuarto informe de gobierno que enviaría al Congreso de la Unión, a través de la Cámara de Diputados, la iniciativa de decreto para reformar los artículos 43 y demás relativos de la Constitución General, a efecto de cumplir el afán histórico de los californios del sur peninsular.

Fue aprobada por los diputados federales y enviada al Senado, donde recibió unanimidad afirmativa el 24 de septiembre; posteriormente mereció la aprobación de las legislaturas estatales.

El 8 de octubre fue publicado el decreto en el Diario oficial de la Federación, con base en el cual el propio Senado seleccionó, de una terna del ejecutivo, al mismo Agramont como gobernador provisional. Con tal carácter, éste lanzó enseguida la convocatoria para integración de la legislatura Constituyente.

Los comicios se llevaron a cabo, y los candidatos que obtuvieron constancia de mayoría se reunieron el 25 de noviembre para calificar sus propias elecciones. El día 27, previa protesta de los diputados electos, se declaró legítimamente instalado el H. Congreso Constituyente, que a su vez procedió a calificar la elección de senadores y los tres ayuntamientos, y se dispuso a iniciar la tarea de redactar la Carta del Estado.

Para cumplir esa comisión, fueron cuarenta y cinco días de actividad intensa los que ocuparon los diputados constituyentes (en orden de sus distritos) Armando Aguilar Paniagua, Armando Santisteban Cota, Armando Trasviña Taylor, Fernando Inés Cota Sández, Eligio Soto López, Manuel Davis Ramírez y María Luisa Salcedo Morales.

Por la tribuna del Constituyente pasaron a dar su opinión veintiuna personas representativas de los diversos segmentos de la vida estatal, que ampliaron la información de los diputados acerca de los múltiples elementos que en su criterio deberían formar la naturaleza del Código.

Así, la estructuración del ordenamiento estatal se llevó a cabo en veintiocho sesiones, en la última de las cuales se hizo entrega del texto legislativo al gobernador provisional, en el teatro Constitución, de La Paz.

Ahí tomó la palabra el diputado Trasviña Taylor, y dijo:

“Ha llegado el momento, señor gobernador, de hacer entrega a usted de la Constitución Política del Estado de Baja California Sur, y de rendir cuentas de nuestro trabajo al pueblo de donde procedemos y que nos eligió para esta elevada responsabilidad histórica.

“Desde el primer momento [...] comenzó a germinar la semilla íntima de nuestra Constitución, en cada uno de nosotros, que fue regándose al contacto con la gente, en nuestros recorridos por los distritos que representamos.

“Se fertilizó y vigorizó con la opinión, los puntos de vista y las consideraciones que recibimos del ranchero, del pescador, del campesino, del obrero, del profesionista, del burócrata, del comerciante, del industrial, del técnico y del artista, de la mujer y del joven... y del niño. Sobre todo del niño, que tanto nos decía del futuro sin hablar. Estuvimos con ellos en el rancho, la ciudad, la costa y el desierto, con el pobre y con el rico.

“También recibimos la opinión, olvidaba decir, del escéptico, del inconforme, del asténico, del pesimista, del retrógrada y del conservador, del supuesto apolítico, del violador de ideas y del que las usa prestadas.

“Todas fueron buenas: Unas fueron de estímulo y otras de acicate. Todas pasaron por el riguroso fiel de la balanza del pensamiento [...]

Terminó enfatizando: “Si esta Constitución se parece a la manera de ser de nosotros, los sudcalifornianos, hemos triunfado todos.”

En el uso de la palabra, el gobernante resumió: “Nos felicitamos al haber podido contribuir en este proceso histórico y queremos compartir nuestra emoción al lado del pueblo de nuestro Estado, ya que esta Constitución nació de la emoción creadora y del entusiasmo de todos nosotros, y la recibimos con el sentimiento ciudadano en este momento en que ustedes han hecho llegar ante nosotros las bases político-jurídicas de ahora y de siempre.”

La promulgación del texto constitucional ocurrió en la mañana del 15 de enero de 1975, lo cual significó la puesta en marcha de un vasto plan de realizaciones para el desarrollo, la prosperidad y el bienestar de los habitantes de esta parte de México, con un profundo sentido de Sudcalifornidad que permanece a pesar de las reformas y las transgresiones.

En conferencia de prensa en la capital sudcaliforniana, al final de un viaje a la ciudad de México en mayo de 1974, el gobernador del aún territorio federal, Félix Agramont Cota, dio a conocer la certeza que le fue expresada por el presidente Luis Echeverría, de haberse dado ya las condiciones para la conversión de esa entidad en miembro autónomo de la Federación mexicana.

El 1 de junio siguiente, al asistir el presidente a Cabo San Lucas a la celebración del día de la Marina, se le entregó el documento por el cual le era enunciada la petición de iniciar la transformación de esta media península en Estado.

Tres meses más tarde, Echeverría anunció en su cuarto informe de gobierno que enviaría al Congreso de la Unión, a través de la Cámara de Diputados, la iniciativa de decreto para reformar los artículos 43 y demás relativos de la Constitución General, a efecto de cumplir el afán histórico de los californios del sur peninsular.

Fue aprobada por los diputados federales y enviada al Senado, donde recibió unanimidad afirmativa el 24 de septiembre; posteriormente mereció la aprobación de las legislaturas estatales.

El 8 de octubre fue publicado el decreto en el Diario oficial de la Federación, con base en el cual el propio Senado seleccionó, de una terna del ejecutivo, al mismo Agramont como gobernador provisional. Con tal carácter, éste lanzó enseguida la convocatoria para integración de la legislatura Constituyente.

Los comicios se llevaron a cabo, y los candidatos que obtuvieron constancia de mayoría se reunieron el 25 de noviembre para calificar sus propias elecciones. El día 27, previa protesta de los diputados electos, se declaró legítimamente instalado el H. Congreso Constituyente, que a su vez procedió a calificar la elección de senadores y los tres ayuntamientos, y se dispuso a iniciar la tarea de redactar la Carta del Estado.

Para cumplir esa comisión, fueron cuarenta y cinco días de actividad intensa los que ocuparon los diputados constituyentes (en orden de sus distritos) Armando Aguilar Paniagua, Armando Santisteban Cota, Armando Trasviña Taylor, Fernando Inés Cota Sández, Eligio Soto López, Manuel Davis Ramírez y María Luisa Salcedo Morales.

Por la tribuna del Constituyente pasaron a dar su opinión veintiuna personas representativas de los diversos segmentos de la vida estatal, que ampliaron la información de los diputados acerca de los múltiples elementos que en su criterio deberían formar la naturaleza del Código.

Así, la estructuración del ordenamiento estatal se llevó a cabo en veintiocho sesiones, en la última de las cuales se hizo entrega del texto legislativo al gobernador provisional, en el teatro Constitución, de La Paz.

Ahí tomó la palabra el diputado Trasviña Taylor, y dijo:

“Ha llegado el momento, señor gobernador, de hacer entrega a usted de la Constitución Política del Estado de Baja California Sur, y de rendir cuentas de nuestro trabajo al pueblo de donde procedemos y que nos eligió para esta elevada responsabilidad histórica.

“Desde el primer momento [...] comenzó a germinar la semilla íntima de nuestra Constitución, en cada uno de nosotros, que fue regándose al contacto con la gente, en nuestros recorridos por los distritos que representamos.

“Se fertilizó y vigorizó con la opinión, los puntos de vista y las consideraciones que recibimos del ranchero, del pescador, del campesino, del obrero, del profesionista, del burócrata, del comerciante, del industrial, del técnico y del artista, de la mujer y del joven... y del niño. Sobre todo del niño, que tanto nos decía del futuro sin hablar. Estuvimos con ellos en el rancho, la ciudad, la costa y el desierto, con el pobre y con el rico.

“También recibimos la opinión, olvidaba decir, del escéptico, del inconforme, del asténico, del pesimista, del retrógrada y del conservador, del supuesto apolítico, del violador de ideas y del que las usa prestadas.

“Todas fueron buenas: Unas fueron de estímulo y otras de acicate. Todas pasaron por el riguroso fiel de la balanza del pensamiento [...]

Terminó enfatizando: “Si esta Constitución se parece a la manera de ser de nosotros, los sudcalifornianos, hemos triunfado todos.”

En el uso de la palabra, el gobernante resumió: “Nos felicitamos al haber podido contribuir en este proceso histórico y queremos compartir nuestra emoción al lado del pueblo de nuestro Estado, ya que esta Constitución nació de la emoción creadora y del entusiasmo de todos nosotros, y la recibimos con el sentimiento ciudadano en este momento en que ustedes han hecho llegar ante nosotros las bases político-jurídicas de ahora y de siempre.”

La promulgación del texto constitucional ocurrió en la mañana del 15 de enero de 1975, lo cual significó la puesta en marcha de un vasto plan de realizaciones para el desarrollo, la prosperidad y el bienestar de los habitantes de esta parte de México, con un profundo sentido de Sudcalifornidad que permanece a pesar de las reformas y las transgresiones.