/ domingo 12 de noviembre de 2023

Los dos Monterrey

Dos poblaciones del norte continental americano tienen el nombre de Monterrey: la capital del Estado mexicano de Nuevo León, y la que se halla como a doscientos kilómetros al sur de San Francisco, en Alta California.

El origen de la denominación de ambos lugares es el mismo: sus fundadores la impusieron en honor de Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, virrey que fue de la Nueva España de 1595 a 1603, periodo en que ocurrieron ambos bautizos.

El de la hoy próspera urbe mexicana fue hecho por Diego de Montemayor, quien estableció la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, en el Nuevo Reino de León, el 20 de septiembre de 1596.

Gaspar de Zúñiga y Acevedo

Era nativo de Monterrey, España, donde nació en 1560.

“A los diecisiete años de edad se incorporó al servicio personal de Felipe II. Participó en la guerra con Portugal poniendo al servicio del rey una milicia formada por gallegos, pagada con sus propios recursos. Más tarde, al ser atacado el puerto de La Coruña por el corsario Francis Drake, estuvo en su defensa, demostrando dotes de mando y capacidad personal que llamaron la atención de la Corona.

Como nuevo virrey hizo su entrada triunfal en la ciudad de México el 5 de noviembre de 1595, y pronto se le llegó a considerar inteligente y decidido, dotado de enorme sentido de responsabilidad, que ejercía con la prudencia necesaria.

Entre otras tareas, el virrey recibió instrucciones del emperador de que convenía preparar y enviar una flota a reconocer y levantar cartas de navegación de las costas del mar del Sur, por la parte de las Californias, zona que estaba siendo observada con gran interés por la corte desde hacía algunos años. Se tenían noticias de que en esas costas se había conseguido encontrar perlas en cantidad considerable. Tras un tiempo de reflexión, eligió para hacerse cargo de esta empresa al experto marino Sebastián Vizcaíno, buen conocedor de aquellas aguas.

Murió en 1606, cuando era virrey de Perú.” (Real Academia de la Historia.)

Diego de Montemayor

Era originario de Málaga, donde nació en 1530. Se convirtió en militar y se radicó en Nueva España.

En los años de 1580 emprendió una sobresaliente carrera en la administración pública del virreinato: fue designado alcalde mayor de Saltillo, luego tesorero de la real hacienda en Coahuila y enseguida gobernador y capitán general del Nuevo Reino de León, puesto en el cual estuvo hasta 1611 en que falleció y le sucedió su hijo.

Tiempo después recibió el cargo de alcalde y escribano real de Saltillo.

En 1596 obtuvo la concesión de fundar una población de españoles a orillas del río Santa Lucía, zona que se había distinguido por haber sido muy hostil a los conquistadores.

Nombró Monterrey a este lugar en honor del virrey Gaspar de Zúñiga, quien mucho lo había ayudado, y en él instaló a doce familias.

Tras fallecer en abril del año 1611, a los 81 años de edad, recibió sepultura en el convento de San Francisco, en el propio Monterrey. (Enciclopedia.net)

Sebastián Vizcaíno

El bautizo del sitio altacaliforniano lo hizo Sebastián Vizcaíno a finales de noviembre de 1602, en su segunda navegación a las Californias patrocinada por el virrey. En la primera, de 1596, otorgó a la actual capital de California Sur el nombre de La Paz.

El 5 de mayo de 1602 salió de Acapulco en su segundo viaje a explorar los litorales peninsulares de dicha extensa posesión novohispánica. Él mismo nos lo cuenta:

“[En] 8 días del mes de junio, costeando la tierra llegamos al dicho cabo de San Lucas. Surgimos en la bahía de San Bernabé, que por surgir en ella el mismo día se le puso su nombre que fue a 11 del dicho mes, y amarrados los navíos, el almirante y los demás capitanes y alféreces saltaron en tierra con sus armas, y cincuenta arcabuceros, y hallamos en la playa cantidad de cien indios, los cuales esperaron, y el dicho general y religiosos y todos los recibimos muy bien, abrazándoles y dándoles de comer y otras cosas, y los indios dieron pellejos de tigres y venados; y los dichos indios, ya que era noche, se fueron a sus rancherías y nosotros nos quedamos en la playa.” (Importancia de cabo San Lucas, por W. Michael Mathes y J. Andrés Cota Sandoval, 1980, págs. 37-39.)

Prosiguió el viaje al norte el 5 de julio, y la expedición demarcó la costa hasta el cabo Mendocino (en el paralelo 40°), fijando la toponimia, con la recomendación de las bahías de Monterrey y San Diego como puertos de arribo del galeón de Manila al continente.

De manera que el topónimo ha de escribirse correctamente con doble “r” en ambos casos.

Dos poblaciones del norte continental americano tienen el nombre de Monterrey: la capital del Estado mexicano de Nuevo León, y la que se halla como a doscientos kilómetros al sur de San Francisco, en Alta California.

El origen de la denominación de ambos lugares es el mismo: sus fundadores la impusieron en honor de Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, virrey que fue de la Nueva España de 1595 a 1603, periodo en que ocurrieron ambos bautizos.

El de la hoy próspera urbe mexicana fue hecho por Diego de Montemayor, quien estableció la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, en el Nuevo Reino de León, el 20 de septiembre de 1596.

Gaspar de Zúñiga y Acevedo

Era nativo de Monterrey, España, donde nació en 1560.

“A los diecisiete años de edad se incorporó al servicio personal de Felipe II. Participó en la guerra con Portugal poniendo al servicio del rey una milicia formada por gallegos, pagada con sus propios recursos. Más tarde, al ser atacado el puerto de La Coruña por el corsario Francis Drake, estuvo en su defensa, demostrando dotes de mando y capacidad personal que llamaron la atención de la Corona.

Como nuevo virrey hizo su entrada triunfal en la ciudad de México el 5 de noviembre de 1595, y pronto se le llegó a considerar inteligente y decidido, dotado de enorme sentido de responsabilidad, que ejercía con la prudencia necesaria.

Entre otras tareas, el virrey recibió instrucciones del emperador de que convenía preparar y enviar una flota a reconocer y levantar cartas de navegación de las costas del mar del Sur, por la parte de las Californias, zona que estaba siendo observada con gran interés por la corte desde hacía algunos años. Se tenían noticias de que en esas costas se había conseguido encontrar perlas en cantidad considerable. Tras un tiempo de reflexión, eligió para hacerse cargo de esta empresa al experto marino Sebastián Vizcaíno, buen conocedor de aquellas aguas.

Murió en 1606, cuando era virrey de Perú.” (Real Academia de la Historia.)

Diego de Montemayor

Era originario de Málaga, donde nació en 1530. Se convirtió en militar y se radicó en Nueva España.

En los años de 1580 emprendió una sobresaliente carrera en la administración pública del virreinato: fue designado alcalde mayor de Saltillo, luego tesorero de la real hacienda en Coahuila y enseguida gobernador y capitán general del Nuevo Reino de León, puesto en el cual estuvo hasta 1611 en que falleció y le sucedió su hijo.

Tiempo después recibió el cargo de alcalde y escribano real de Saltillo.

En 1596 obtuvo la concesión de fundar una población de españoles a orillas del río Santa Lucía, zona que se había distinguido por haber sido muy hostil a los conquistadores.

Nombró Monterrey a este lugar en honor del virrey Gaspar de Zúñiga, quien mucho lo había ayudado, y en él instaló a doce familias.

Tras fallecer en abril del año 1611, a los 81 años de edad, recibió sepultura en el convento de San Francisco, en el propio Monterrey. (Enciclopedia.net)

Sebastián Vizcaíno

El bautizo del sitio altacaliforniano lo hizo Sebastián Vizcaíno a finales de noviembre de 1602, en su segunda navegación a las Californias patrocinada por el virrey. En la primera, de 1596, otorgó a la actual capital de California Sur el nombre de La Paz.

El 5 de mayo de 1602 salió de Acapulco en su segundo viaje a explorar los litorales peninsulares de dicha extensa posesión novohispánica. Él mismo nos lo cuenta:

“[En] 8 días del mes de junio, costeando la tierra llegamos al dicho cabo de San Lucas. Surgimos en la bahía de San Bernabé, que por surgir en ella el mismo día se le puso su nombre que fue a 11 del dicho mes, y amarrados los navíos, el almirante y los demás capitanes y alféreces saltaron en tierra con sus armas, y cincuenta arcabuceros, y hallamos en la playa cantidad de cien indios, los cuales esperaron, y el dicho general y religiosos y todos los recibimos muy bien, abrazándoles y dándoles de comer y otras cosas, y los indios dieron pellejos de tigres y venados; y los dichos indios, ya que era noche, se fueron a sus rancherías y nosotros nos quedamos en la playa.” (Importancia de cabo San Lucas, por W. Michael Mathes y J. Andrés Cota Sandoval, 1980, págs. 37-39.)

Prosiguió el viaje al norte el 5 de julio, y la expedición demarcó la costa hasta el cabo Mendocino (en el paralelo 40°), fijando la toponimia, con la recomendación de las bahías de Monterrey y San Diego como puertos de arribo del galeón de Manila al continente.

De manera que el topónimo ha de escribirse correctamente con doble “r” en ambos casos.