Baja California Sur cuenta con un Pueblo Mágico que sobresale por su riqueza cultural y natural, el cual, más allá de la etiqueta oficial, tiene un encanto que te hace extrañarlo siempre. Hablo de Loreto, el Pueblo Mágico.
Hace menos de un año tuve mi primera cita con tal paraíso. El encuentro fue como lo imaginé. Desde ese día hasta hoy ha sido como un santo al que le rezo. Todo en él me había parecido bello, bueno y noble. Pensar en Isla Coronados y su alfombra de peces es un mantra visual que me ha acompañado.
Nunca me había cuestionado sobre los riesgos en la movilidad hacia el lugar. Quisiera que todo el mundo conociera a Loreto, pero se trasladara de manera segura.
¡Qué nadie se atreva a decirme algo malo de tan bella tierra!
Pero… La primavera trajo a mis ojos una mala noticia de la Capital Histórica de las Californias. El jueves 21 de marzo, por la tarde, un choque automovilístico sucedido en la carrera transpeninsular, a la altura de un lugar de playa conocido como Juncalito, el cual dejó sin vida a una mujer de 25 años y lesionadas a 45 personas que luego se recuperaron.
“Lamento informarles que la tarde de este jueves se registró un accidente carretero en las inmediaciones del Juncalito, en el municipio de Loreto, donde desafortunadamente, una persona del sexo femenino perdiera la vida. Desde el primer momento del reporte, instruí a la mesa de seguridad coordinar los esfuerzos para atender a las personas lesionadas”, publicó en redes el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío.
En el accidente estuvieron involucrados un tractocamión con remolque, dos autobuses de transporte de personal y dos automóviles. Las imágenes que se difundieron en los distintos medios de comunicación presentaban una escena contrastante que evidenciaban la rudeza del impacto de los carros y la nobleza del entorno natural.
Todavía se investiga qué fue lo que provocó el terrible suceso, pero mientras tanto esa tarde ya le cambió la vida a decenas de personas que tendrán un trágico recuerdo en un mágico destino.
Sólo cinco días después inició el operativo especial de seguridad de Semana Santa que cerró el último día de marzo. La pérdida de la joven, claro que no tiene que contabilizarse en el saldo negativo del operativo de Semana Mayor, pero el hecho ojalá sí haya sido un foco rojo sobre la seguridad en las carreteras, por donde al mismo tiempo transitan vehículos de alto tonelaje y autos pequeños, no sólo en vacaciones.
Un año antes de la alerta por Covid-19, por la misma zona ya se había presentado una mortal colisión.
“Se registró accidente automovilístico tipo choque, en el kilómetro 100, del municipio de Loreto, como referencia a la altura del mirador Frida, donde al impactarse de frente un par de vehículos, dejó un saldo de 4 personas sin vida”. (Karina Lizárraga C., El Sudcaliforniano, 26 de mayo de 2019).
De acuerdo al portal del Inegi, en 2022, en Baja California Sur se presentaron en general 5,475 accidentes de diversos tipos, como volcadura, salida del camino, colisión de vehículo, colisión con peatón, colisión con animal.
En México, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, con fecha del 22 de junio de 2023 publicó la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (Enamov) 2023 - 2042 donde la movilidad es presentada como un derecho que debe ser ejercido por todos y todas, que debe ser incluyente, pero, al menos en la introducción, no se habla de la movilidad en carreteras.
En España, la cuestión es tratada de manera más profunda, y sí ponen el dedo en la llaga.“Cada muerte y cada persona lesionada en un siniestro vial son una tragedia evitable”, con esta frase inicia el documento de la Estrategia de Seguridad Vial 2030 elaborado por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de España en 2022.
Además ahondan al decir que hay nuevas formas de movilidad. “Desde hace un tiempo se observa, principalmente en entornos urbanos, cambios en las formas de movilidad y aparición de otras nuevas. En consecuencia, se produce una creciente heterogeneidad en el tráfico, con tipos de vehículos con muy diferentes masas, velocidades y vulnerabilidades. Esta realidad presenta el desafío de garantizar la convivencia segura de todos los medios de movilidad”.
La movilidad se mueve por todos lados: movilidad no sólo es pintar pasos de cebra y ya, no es sólo rampas azules. Las personas nos movemos por necesidad de trabajar y por el placer de viajar.