/ domingo 8 de agosto de 2021

California, baile, herencia, perlas, navegación y teatro

Tengo, para los seguidores de esta columna interesados en asuntos de la California mexicana, reseñas de seis libros de reciente edición y recomendable lectura, ordenadas en orden alfabético para eludir reparos de parcialidad.

California, biografía de una palabra, de Carlos Lazcano Sahagún (secretaría de Cultura de B. C., colección literaria “La Rumorosa”, 1, 2020), es obra profusamente documentada en mapas y cartas geográficas, muchas hasta ahora inéditas, de todo lo cual resulta un volumen de calidad en varios sentidos.

Capítulos: El mito de California, Cortés en el Pacífico, El descubrimiento de California, El bautizo para una nueva tierra, Las Siete Ciudades, Rodríguez Cabrillo no murió en California, Nueva Albión, El estrecho de Anián, Una isla llamada California, Las dos corrientes cartográficas, De nuevo península, La expansión de California, Reparto y despojo, Las dos Californias, Evolución de la California mexicana, ¿Mar Bermejo, golfo de California o mar de Cortés?, y “Baja”.

El baile de El Cotillón, Santa Rosalía, BCS, es el libro de Enrique Acosta Cázares que estructuró su trabajo mediante cinco entrevistas:

La primera fue a la señora Refugio Fernández Nero; la segunda consistió en indagar en las memorias de doña Guadalupe Hernández Hoyos; una siguiente entrevista la concedió Aurora Ayub Villavicencio; doña Aurora Serrano Rosas permitió el cuarto diálogo relativo al baile en cuestión, y en seguida la señora Angelina Pozo Romero expresó sus comentarios alusivos con que concluye la serie de exposiciones alrededor del baile - fiesta motivo de las preocupaciones estéticas e indagatorias de Acosta, de plausibles resultados.

Herencia y arraigo de la California Sur constituye una grata inmersión en los afectos de José Luis Vázquez Ceja por la adoptiva matria californiana.

Este volumen, editado en abril de 2021 por Alternativa editorial, “proporciona –al decir del autor en el prólogo- una relación de temas que pretenden delinear características de la California peninsular para la protección, conservación y defensa de sus bienes naturales y culturales ante el embate, por un lado, de una modernidad depredadora y, por el otro, la falta de memoria histórica y sentido comunitario de algunos de sus gobernantes…” Loable intento que toca al lector juzgar si ha sido logrado.

Navegar a vela es el poemario de Christopher Amador, ganador del premio literario Poesía del Desierto Sonorense 2021, que publicó el mismo año Vértigo editorial. Se halla agrupado en Olas de rápida espuma, Naufragar un cuerpo, y Arpones en la niebla.

Omar de la Cadena expresa al respecto que este repertorio poemático “aborda el acto de leer y escribir sobre la vida misma, como si fueran dos espacios – tiempos divididos por una densa espuma que aparece y desaparece ante el paso incesante de un poeta… es un recordatorio, optimista a veces, de que debemos descalzarnos y echarnos al agua para encontrar un poco de poesía.”

Las perlas de California, de Leonardo Reyes Silva, y en edición de autor (2021), constituye un compendio, que ya era necesario, sobre un tema fundamental y de obligado conocimiento para quien aspire a entender la historia de California mexicana desde el siglo XVI hasta mediados del XX, con un aporte documental y bibliográfico de gran mérito.

Más allá de su significación para la historia, las perlas californianas ha sido también materia del arte en varias de sus expresiones: la escultura y pintura, la literatura, la música, el cancionero y la joyería, tanto como las artesanías y la danza. Todo queda debidamente recopilado en este libro del historiador.

Teatro y espacio de Baja California Sur es obra que fue financiada por su autor Rubén Sandoval en 2019, y que subtituló “La crisis de la dramaturgia provinciana”. De su prologuista Enoc Leaño puede copiarse la explicación de que, “más allá de los marcos teóricos y referenciales, [este texto] está escrito como si recopilara casi una tradición oral de nuestro Estado… Rubén recrea y nos comparte un bocado del festín efímero que él presenció.”

Así, Sandoval teje memorias y testimonios en capítulos que desentrañan con evidente intención crítica las experiencias propias en torno al teatro estrictamente paceño, en un recuento invaluable y ameno.

Tengo, para los seguidores de esta columna interesados en asuntos de la California mexicana, reseñas de seis libros de reciente edición y recomendable lectura, ordenadas en orden alfabético para eludir reparos de parcialidad.

California, biografía de una palabra, de Carlos Lazcano Sahagún (secretaría de Cultura de B. C., colección literaria “La Rumorosa”, 1, 2020), es obra profusamente documentada en mapas y cartas geográficas, muchas hasta ahora inéditas, de todo lo cual resulta un volumen de calidad en varios sentidos.

Capítulos: El mito de California, Cortés en el Pacífico, El descubrimiento de California, El bautizo para una nueva tierra, Las Siete Ciudades, Rodríguez Cabrillo no murió en California, Nueva Albión, El estrecho de Anián, Una isla llamada California, Las dos corrientes cartográficas, De nuevo península, La expansión de California, Reparto y despojo, Las dos Californias, Evolución de la California mexicana, ¿Mar Bermejo, golfo de California o mar de Cortés?, y “Baja”.

El baile de El Cotillón, Santa Rosalía, BCS, es el libro de Enrique Acosta Cázares que estructuró su trabajo mediante cinco entrevistas:

La primera fue a la señora Refugio Fernández Nero; la segunda consistió en indagar en las memorias de doña Guadalupe Hernández Hoyos; una siguiente entrevista la concedió Aurora Ayub Villavicencio; doña Aurora Serrano Rosas permitió el cuarto diálogo relativo al baile en cuestión, y en seguida la señora Angelina Pozo Romero expresó sus comentarios alusivos con que concluye la serie de exposiciones alrededor del baile - fiesta motivo de las preocupaciones estéticas e indagatorias de Acosta, de plausibles resultados.

Herencia y arraigo de la California Sur constituye una grata inmersión en los afectos de José Luis Vázquez Ceja por la adoptiva matria californiana.

Este volumen, editado en abril de 2021 por Alternativa editorial, “proporciona –al decir del autor en el prólogo- una relación de temas que pretenden delinear características de la California peninsular para la protección, conservación y defensa de sus bienes naturales y culturales ante el embate, por un lado, de una modernidad depredadora y, por el otro, la falta de memoria histórica y sentido comunitario de algunos de sus gobernantes…” Loable intento que toca al lector juzgar si ha sido logrado.

Navegar a vela es el poemario de Christopher Amador, ganador del premio literario Poesía del Desierto Sonorense 2021, que publicó el mismo año Vértigo editorial. Se halla agrupado en Olas de rápida espuma, Naufragar un cuerpo, y Arpones en la niebla.

Omar de la Cadena expresa al respecto que este repertorio poemático “aborda el acto de leer y escribir sobre la vida misma, como si fueran dos espacios – tiempos divididos por una densa espuma que aparece y desaparece ante el paso incesante de un poeta… es un recordatorio, optimista a veces, de que debemos descalzarnos y echarnos al agua para encontrar un poco de poesía.”

Las perlas de California, de Leonardo Reyes Silva, y en edición de autor (2021), constituye un compendio, que ya era necesario, sobre un tema fundamental y de obligado conocimiento para quien aspire a entender la historia de California mexicana desde el siglo XVI hasta mediados del XX, con un aporte documental y bibliográfico de gran mérito.

Más allá de su significación para la historia, las perlas californianas ha sido también materia del arte en varias de sus expresiones: la escultura y pintura, la literatura, la música, el cancionero y la joyería, tanto como las artesanías y la danza. Todo queda debidamente recopilado en este libro del historiador.

Teatro y espacio de Baja California Sur es obra que fue financiada por su autor Rubén Sandoval en 2019, y que subtituló “La crisis de la dramaturgia provinciana”. De su prologuista Enoc Leaño puede copiarse la explicación de que, “más allá de los marcos teóricos y referenciales, [este texto] está escrito como si recopilara casi una tradición oral de nuestro Estado… Rubén recrea y nos comparte un bocado del festín efímero que él presenció.”

Así, Sandoval teje memorias y testimonios en capítulos que desentrañan con evidente intención crítica las experiencias propias en torno al teatro estrictamente paceño, en un recuento invaluable y ameno.