/ martes 2 de enero de 2024

Mi gusto es... (o la otra mirada) | Cositas de cartón

"Usted no lo va a creer, pero hay escuelas de perros. Y les dan educación "( Alí, Primera en Casas de Cartón)

Recuerdo cuando se nos ponía la piel chinita y rabiábamos de indignación, al escuchar esa línea en la canción de este autor venezolano.

Por qué frente al entorno social que se vivía, se nos hacía inconcebible que, hablando en sentido literal o figurado, un Salchicha, un Bulldog, un Chau chau , un labrador o un San Bernardo estuvieran gozando de un privilegio del cual muchos niños y niñas del mundo y en particular de venezuela, carecían.

No vayan a creer que Ali Primera delataba la existencia de algún plantel en el cual se inscribía a estos animales e iniciado el ciclo escolar en septiembre, le daban para adelante con su educación básica, preparatoria y universidad hasta titularse.

No.

Enseguida la letra aclaraba el “para” es decir, el fin o término a que se encamina esa acción y decía que era “…pa' que no muerdan los diarios” pero sin dejar de advertir que “el patrón, hace años, muchos años, que está mordiendo al obrero”.

Esta interpretación de "Casas de cartón" se popularizó ampliamente en muchos países de habla hispana, misma que nombrada como una poesía franca, describe la vida en los cinturones de miseria de las urbes latinoamericanas.

Habían nacido en un contexto en donde se abandonó la agricultura en su país, y se daba paso a la explotación petrolera y el éxodo de la población rural en busca de trabajo, llenó los cerros de los llamados ranchos o casas que en su mayoría tenían techos de cartón, viviéndose en situación precaria, llegándose a decir que los perros vivían mejor que ellos.

De acuerdo a sus biógrafos, en las canciones de este autor muerto en 1985 en sospechoso accidente automovilístico “se expresaban los que nunca tuvieron voz, las luchas del pueblo por su emancipación, la protesta contra los modelos dominantes y de explotación, la crítica a los sistemas hambreadores de Venezuela y el mundo, y la palabra hecha música con pasión por la esperanza de la vida”.

La canción de marras fue interpretada desde luego por él, pero la popularizó el legendario grupo de Los Guaraguao . En México la lanzaron Los Bukis en 1983, pensando más de uno que era creación de Marco Antonio Solís y, en tiempos recientes, también la grabaron en dueto, Servando y Florentino Primera,hijos del compositor, pero, sinceramente, pero me pareció una mala versión.

Pero siguiendo con el tema de los perros, en mi caso nunca he visto que uno de estos muerda algún periódico, ni local ni nacional y menos ahora que la mayoría son digitales.

Ninguno: ni un ejemplar de La Jornada, o del Universal o del Reforma. Ninguno.

Creo entonces que en la actualidad ya no se requiere que se les de esa educación a la población canina.

Bueno, al menos para eso.

Sí para otras cosas, pero “pa' que no muerdan los diarios” ya es innecesario

Sin embargo hay otros rubros a donde han accedido y en mi caso no sé si se nos esté pasando la mano en dicho trato o se ha caído en una sobredotación o en una entrega desmedida hacia los Chuchos.

Preciso :Dije “no sé “ , no afirmé que se no esté pasando la mano o que esté en total desacuerdo con dicha prácticas.

Sería cuestión de invocar al espíritu de Ali Primera y solicitarle una opinión, pero eso sí, antes de hacerlo tendríamos que ponerlo en contexto en razón de tantos cambios que hemos vivido pero sobre todo advertirle, para agarren parejo sus críticas, que un trato hacia los perros como los que refería,ya no es exclusivo del patrón,no ya no lo es.

Digo,porque, en un descuido, ya hay muchas zonas, sin distinción de clases sociales, en donde reciben un trato mejor que el propio obrero, a manos, incluso, de aquellos que siendo obreros o no, en los 70 y 80 cantaban a punto del llanto y a pecho abierto,esa canción en defensa del obrero y de tantos marginados.

Lo siento pero así es.

Tanto lo es que algunos estudiosos de la psicología, en donde habrá más de uno de los que en su época universitaria cantaban Casas de Cartón, que ya pararon oreja frente a este fenómeno y considera que nos estamos excediendo o que algunos de estos hábitos no son muy sanos, ni para el dueño ni para el animal.

Ellos estiman que, hasta hace no tanto tiempo, las mascotas ocupaban un lugar bastante secundario en la mayoría de los hogares. No obstante, en los últimos tiempos, junto con el aumento del conocimiento y el respeto de los derechos de los animales, los perros han ganado un protagonismo tan grande que ahora corren el riesgo de la “humanización”.

En otras palabras, dicen que "humanizar a las mascotas consiste en percibir a los animales como si fueran individuos humanos. Específicamente, los tenedores de mascotas, asemejan en sus señas, condiciones, particularidades, a los humanos, desnaturalizando ampliamente por completo sus diferencias y su esencia animal."

Oh Dios, justo lo que Alí no quería, mordieran o no mordieran los diarios.

Ni hablar, esta globalización parece que también está globalizando hasta las conciencias o si no es así, mínimo está globalizando la pérdida de la memoria pues algunos parecieran no recordar esas combatientes épocas y se han sumado a los gustos del patrón, ese que desde hace años, muchos años, sigue mordiendo al obrero, aunque algunos de los otroras obreros, ahora sean patrones y salgan todas las tardes a pasear a sus hermosos perros.

Y que conste que yo no me estoy oponiendo al buen trato que deben de recibir los animales, ni pugno por su maltrato ni estoy en contra de los delitos que en la actualidad hay al respecto , ni soy apologista de estos , ni le aplaudo a los que suelen envenenarlos o darle un trozo de carne revuelto con vidrios molidos.

Pero la sugerencia de los especialistas es que los traten como lo que son: animales.

Es que por un lado ya está identificado el llamado Síndrome de Noé, o sea el desorden psiquiátrico que consiste en la acumulación de animales de forma patológica.

Las personas que padecen esta patología compran, adoptan o recogen de la calle animales de forma obsesiva, siendo los casos más comunes los relacionados con perros.

Aparte está la petofilia, definido como un trastorno psicológico consistente en un amor desmedido a los animales.

Por otro, no menos preocupante, es el hábito, cada vez más frecuente, de atribuir a los perros emociones, actitudes o necesidades que no son caninas sino humanas.

Esa humanización, créanme que no pienso detallárselas porque ya no tengo mucho espacio en esta columna y porque saben muy bien a qué me refiero.

Quería detallarlo, pero no.

Aludo estas nomás: guarderías, peluquerías y funerarias.

Oh Dios.

Prefiero recordar cierto episodio que una chica muy indignada compartió una vez en Facebook en el cual denunciaba con video de por medio sobre lo que sus ojos desorbitados habían presenciado afuera de una reconocida tienda de autoservicio en donde una joven arremetía contra un perro que se le acercó quizá solo para lamerla y besarle los pies.

Fue la propia denunciante quien adujo que la agresora del canino se encontraba notoriamente mal de sus facultades mentales. Sin embargo, no impidió la contención de su ira- como la de Ali Primera frente a los perros que recibían educación - y la aventó al cadalso de la redes sociales en donde fue condecorada con rabiosos insultos, coléricas maldiciones, amenazas infinitas , deseándole, de pasadita, la muerte.

Todos los comentarios, sin excepción, fueron políticamente correctos. Todos fueron en nombre de la paz, la condena de la violencia y el no maltrato.

Se los juro por El Pushi, nuestro gato.

Hagan de cuenta seis o siete, enloquecidos, vueltos locos, perdidos en su fe que antes era creencia, lucha o transformación.

Murió virtualmente de lo que puedan imaginarse: se la acabaron, la hicieron trizas, una loza de blasfemias fue el material para su eterna sepultura.

Su tumba figurada, yo no sé en dónde quedó. Puede que un perro me lleve a donde está.

Le preguntaré al que pase.

Ahí viene ese hombre, puede que él sepa.

Trae a su perro , lo sacó a paser o a que haga caca.

¡Fuchi, caca !

Quien sabe.

Ah,ya sé: quizá lo lleva a la escuela

Para que le den

EDUCACIÓN.

Y luego irse por ahí, a morder a un obrero.

*Feliz año nuevo, para tod@s*

"Usted no lo va a creer, pero hay escuelas de perros. Y les dan educación "( Alí, Primera en Casas de Cartón)

Recuerdo cuando se nos ponía la piel chinita y rabiábamos de indignación, al escuchar esa línea en la canción de este autor venezolano.

Por qué frente al entorno social que se vivía, se nos hacía inconcebible que, hablando en sentido literal o figurado, un Salchicha, un Bulldog, un Chau chau , un labrador o un San Bernardo estuvieran gozando de un privilegio del cual muchos niños y niñas del mundo y en particular de venezuela, carecían.

No vayan a creer que Ali Primera delataba la existencia de algún plantel en el cual se inscribía a estos animales e iniciado el ciclo escolar en septiembre, le daban para adelante con su educación básica, preparatoria y universidad hasta titularse.

No.

Enseguida la letra aclaraba el “para” es decir, el fin o término a que se encamina esa acción y decía que era “…pa' que no muerdan los diarios” pero sin dejar de advertir que “el patrón, hace años, muchos años, que está mordiendo al obrero”.

Esta interpretación de "Casas de cartón" se popularizó ampliamente en muchos países de habla hispana, misma que nombrada como una poesía franca, describe la vida en los cinturones de miseria de las urbes latinoamericanas.

Habían nacido en un contexto en donde se abandonó la agricultura en su país, y se daba paso a la explotación petrolera y el éxodo de la población rural en busca de trabajo, llenó los cerros de los llamados ranchos o casas que en su mayoría tenían techos de cartón, viviéndose en situación precaria, llegándose a decir que los perros vivían mejor que ellos.

De acuerdo a sus biógrafos, en las canciones de este autor muerto en 1985 en sospechoso accidente automovilístico “se expresaban los que nunca tuvieron voz, las luchas del pueblo por su emancipación, la protesta contra los modelos dominantes y de explotación, la crítica a los sistemas hambreadores de Venezuela y el mundo, y la palabra hecha música con pasión por la esperanza de la vida”.

La canción de marras fue interpretada desde luego por él, pero la popularizó el legendario grupo de Los Guaraguao . En México la lanzaron Los Bukis en 1983, pensando más de uno que era creación de Marco Antonio Solís y, en tiempos recientes, también la grabaron en dueto, Servando y Florentino Primera,hijos del compositor, pero, sinceramente, pero me pareció una mala versión.

Pero siguiendo con el tema de los perros, en mi caso nunca he visto que uno de estos muerda algún periódico, ni local ni nacional y menos ahora que la mayoría son digitales.

Ninguno: ni un ejemplar de La Jornada, o del Universal o del Reforma. Ninguno.

Creo entonces que en la actualidad ya no se requiere que se les de esa educación a la población canina.

Bueno, al menos para eso.

Sí para otras cosas, pero “pa' que no muerdan los diarios” ya es innecesario

Sin embargo hay otros rubros a donde han accedido y en mi caso no sé si se nos esté pasando la mano en dicho trato o se ha caído en una sobredotación o en una entrega desmedida hacia los Chuchos.

Preciso :Dije “no sé “ , no afirmé que se no esté pasando la mano o que esté en total desacuerdo con dicha prácticas.

Sería cuestión de invocar al espíritu de Ali Primera y solicitarle una opinión, pero eso sí, antes de hacerlo tendríamos que ponerlo en contexto en razón de tantos cambios que hemos vivido pero sobre todo advertirle, para agarren parejo sus críticas, que un trato hacia los perros como los que refería,ya no es exclusivo del patrón,no ya no lo es.

Digo,porque, en un descuido, ya hay muchas zonas, sin distinción de clases sociales, en donde reciben un trato mejor que el propio obrero, a manos, incluso, de aquellos que siendo obreros o no, en los 70 y 80 cantaban a punto del llanto y a pecho abierto,esa canción en defensa del obrero y de tantos marginados.

Lo siento pero así es.

Tanto lo es que algunos estudiosos de la psicología, en donde habrá más de uno de los que en su época universitaria cantaban Casas de Cartón, que ya pararon oreja frente a este fenómeno y considera que nos estamos excediendo o que algunos de estos hábitos no son muy sanos, ni para el dueño ni para el animal.

Ellos estiman que, hasta hace no tanto tiempo, las mascotas ocupaban un lugar bastante secundario en la mayoría de los hogares. No obstante, en los últimos tiempos, junto con el aumento del conocimiento y el respeto de los derechos de los animales, los perros han ganado un protagonismo tan grande que ahora corren el riesgo de la “humanización”.

En otras palabras, dicen que "humanizar a las mascotas consiste en percibir a los animales como si fueran individuos humanos. Específicamente, los tenedores de mascotas, asemejan en sus señas, condiciones, particularidades, a los humanos, desnaturalizando ampliamente por completo sus diferencias y su esencia animal."

Oh Dios, justo lo que Alí no quería, mordieran o no mordieran los diarios.

Ni hablar, esta globalización parece que también está globalizando hasta las conciencias o si no es así, mínimo está globalizando la pérdida de la memoria pues algunos parecieran no recordar esas combatientes épocas y se han sumado a los gustos del patrón, ese que desde hace años, muchos años, sigue mordiendo al obrero, aunque algunos de los otroras obreros, ahora sean patrones y salgan todas las tardes a pasear a sus hermosos perros.

Y que conste que yo no me estoy oponiendo al buen trato que deben de recibir los animales, ni pugno por su maltrato ni estoy en contra de los delitos que en la actualidad hay al respecto , ni soy apologista de estos , ni le aplaudo a los que suelen envenenarlos o darle un trozo de carne revuelto con vidrios molidos.

Pero la sugerencia de los especialistas es que los traten como lo que son: animales.

Es que por un lado ya está identificado el llamado Síndrome de Noé, o sea el desorden psiquiátrico que consiste en la acumulación de animales de forma patológica.

Las personas que padecen esta patología compran, adoptan o recogen de la calle animales de forma obsesiva, siendo los casos más comunes los relacionados con perros.

Aparte está la petofilia, definido como un trastorno psicológico consistente en un amor desmedido a los animales.

Por otro, no menos preocupante, es el hábito, cada vez más frecuente, de atribuir a los perros emociones, actitudes o necesidades que no son caninas sino humanas.

Esa humanización, créanme que no pienso detallárselas porque ya no tengo mucho espacio en esta columna y porque saben muy bien a qué me refiero.

Quería detallarlo, pero no.

Aludo estas nomás: guarderías, peluquerías y funerarias.

Oh Dios.

Prefiero recordar cierto episodio que una chica muy indignada compartió una vez en Facebook en el cual denunciaba con video de por medio sobre lo que sus ojos desorbitados habían presenciado afuera de una reconocida tienda de autoservicio en donde una joven arremetía contra un perro que se le acercó quizá solo para lamerla y besarle los pies.

Fue la propia denunciante quien adujo que la agresora del canino se encontraba notoriamente mal de sus facultades mentales. Sin embargo, no impidió la contención de su ira- como la de Ali Primera frente a los perros que recibían educación - y la aventó al cadalso de la redes sociales en donde fue condecorada con rabiosos insultos, coléricas maldiciones, amenazas infinitas , deseándole, de pasadita, la muerte.

Todos los comentarios, sin excepción, fueron políticamente correctos. Todos fueron en nombre de la paz, la condena de la violencia y el no maltrato.

Se los juro por El Pushi, nuestro gato.

Hagan de cuenta seis o siete, enloquecidos, vueltos locos, perdidos en su fe que antes era creencia, lucha o transformación.

Murió virtualmente de lo que puedan imaginarse: se la acabaron, la hicieron trizas, una loza de blasfemias fue el material para su eterna sepultura.

Su tumba figurada, yo no sé en dónde quedó. Puede que un perro me lleve a donde está.

Le preguntaré al que pase.

Ahí viene ese hombre, puede que él sepa.

Trae a su perro , lo sacó a paser o a que haga caca.

¡Fuchi, caca !

Quien sabe.

Ah,ya sé: quizá lo lleva a la escuela

Para que le den

EDUCACIÓN.

Y luego irse por ahí, a morder a un obrero.

*Feliz año nuevo, para tod@s*