Alfonso Gavito González
En 2024, los ciudadanos habremos de elegir el próximo 2 de junio los nuevos ayuntamientos de Mulegé, Comondú y La Paz que arribarán a su décima octava administración, al de Los Cabos que llegará a la décimo quinta, y Loreto que estará arribando al décimo primer gobierno local, todo ello en el contexto de la nueva etapa de la vida municipal de Baja California Sur desde la reinstalación en el año de 1971 de esta instancia de gobierno en el entonces Territorio de Baja California Sur, que en su momento fue considerado como un ensayo político-administrativo dentro del proceso de transformación a Estado Libre y Soberano entre octubre de 1974 y abril de 1975, y como una demanda de los grupos regionales que buscaban el cambio político.
En este sentido, es pertinente recordar que en enero de 1929, como resultado de la diferencias irreconciliables entre los candidatos participantes en la sucesión presidencial de 1928, se legisló para desaparecer la vida municipal en el Distrito y Territorios Federales, cancelando en el Distrito Sur del Territorio de Baja California los municipios existentes que habían surgido a principios del siglo XIX.
Así, en la evolución sudcaliforniana, el próximo día 20 del presente se cumplen 53 años de la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto que oficializaba una nueva Ley Orgánica Municipal para el Territorio de Baja California Sur que daría vida a partir del primer minuto del año de 1972 a los nuevos gobiernos municipales de La Paz, Comondú y Mulegé, para posteriormente, ya como entidad federativa, nacieran legalmente, mediante decretos del Congreso del Estado Los Cabos en abril de 1980 y Loreto en el verano de 1992.
El régimen municipal sudcaliforniano en estos más de 50 años de vigencia tiene algunas particularidades que le han dado un sello distintivo, no muy diferente al del resto del país.
En los municipios de Baja California Sur:
Se produjeron las primeras alternancias políticas en la historia reciente de la entidad.
Los cabildos y sus administraciones han sido durante muchos años instancias formadoras de cuadros políticos y administrativos; como resultado de ello, cuatro de los nueve gobernadores que ha tenido Baja California Sur desde 1975 a la fecha han sido presentes municipales, al igual senadores, diputados federales y locales. En síntesis; han sido semillero de clase política.
Vive actualmente una importante crisis estructural que es necesario revertir, para que esta instancia ofrezca los mejores resultados a la sociedad, y que estén en posibilidades de cumplir lo que les mandatan la Constitución General la República en el sentido amplio.
En lo que concierne a las alternancias, desde 1993 se han presentado en este nivel de gobierno, habiendo estado en la responsabilidad municipal representantes de las principales fuerzas políticas nacionales; solamente recordar que en 1983 el proceso de alternancia nacional inició en los municipios del norte del país, tras la crisis económica de 1982.
Si revisamos las plantillas de los 75 cabildos que ha tenido Baja California Sur a partir de 1971 en sus cinco municipios, nos encontramos que sirvieron durante muchos años como semillero de los cuadros políticos de la entidad.
Leonel Cota, Narciso Agúndez, Marcos Covarrubias y Víctor Castro fueron alcaldes antes de ser gobernadores, y por las alcaldías han pasado ciudadanos y ciudadanas que han sido senadores, legisladores y legisladoras federales y locales, titulares de dependencias, por ello, el gobierno municipal es una excelente institución formadora de cuadros políticos y administrativos.
En la actualidad, el municipio sudcaliforniano vive una crisis estructural que se manifiesta de tres maneras fundamentales:
Nóminas sobrecargadas
Altos niveles de deuda pública
Rezago importante en el cobro de predial y agua potable
En este tiempo, el Municipio de la entidad requiere de una profunda reforma estructural que le permita mayor viabilidad económica y administrativa para cumplir con las tareas mandatadas por Ley.
Es necesaria, diría urgente, una gran Reforma Municipal en Baja California Sur que replantee desde varios puntos la actual vida municipal sudcaliforniana.
Es prioritaria pensar en una gran reforma del Municipio en la que sociedad civil y sociedad política le den mayor viabilidad social, económica y política a los municipios.
Creo que este proceso electoral es una excelente oportunidad para construir una Agenda de Prioridades para los municipios sudcalifornianos y hacer los replanteamientos legales que impacten las estructuras de los gobiernos locales en nuestro estado.
Recordemos que en la historia reciente de la vida municipal local nunca ha habido una reforma amplia, integral, sino que se han aplicado las muy escasas que se han presentado en el entorno nacional, y unas cuantas a nivel local, por ello, la necesidad de ir a fondo en la transformación de este nivel de gobierno.
Una realidad es que la reforma municipal en Baja California Sur no debe de esperar más tiempo.