Ciudad Constitución, Baja California Sur (OEM- Informex).- Este domingo cuando apenas empezaba a clarear pescadores de Bahía Magdalena al salir a revisar sus embarcaciones se encontraron con un varamiento de miles de langostillas rojas sobre varios kilómetros a la orilla de la playa.
Juan Jesús Mata Gallardo, de oficio pescador, y vecino de esa comunidad pesquera ubicada frente a Puerto San Carlos, Municipio de Comondú, dijo que cada año entra con la corriente, pero esta ocasión fue demasiada la presencia de langostilla roja, la cual una vez que sale el sol empieza a despedir fétidos olores.
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Asegura que estos diminutos crustáceos la mayoría de los pescadores los utilizan como carnada para la captura de pescado, pero esta vez fueron millones de langostillas las que arrojó el mar, y se extendió en toda la orilla de la playa, donde las aves y peces se alimentan.
Los animales, llamados langostillas rojas, se parecen precisamente a langostas diminutas y miden entre 2,5 y 7,5 centímetros. Estos crustáceos son una especie de galateoideo que suele vivir en Baja California.
Las langostillas rojas no son buenas nadadoras, de forma que migran dejándose llevar por la marea, los vientos y las corrientes. Durante fenómenos de calentamiento, cuando las aguas meridionales se desplazan hacia los polos, especialmente aquellos vinculados a El Niño, innumerables crustáceos se desplazan por las corrientes hacia el sur y el centro de California.
El Niño es una serie de patrones meteorológicos complejos que tienen lugar con una frecuencia de dos a siete años. Pero tras llegar a estos lugares septentrionales, se ven afectadas por el shock del agua fría.
Las langostillas rojas reciben en inglés el nombre de «tuna crabs», literalmente «cangrejos del atún», debido a la especie que los depreda. También son presa de peces migratorios, calamares gigantes, tortugas, rayas y ballenas. Los pinnípedos (como focas, morsas y lobos marinos) y las aves marinas también son depredadores habituales.
Los crustáceos omnívoros se alimentan de fitoplancton en mar abierto y algunos adultos más grandes se arrastran por el lecho oceánico. Los humanos no pueden consumir langostillas rojas, ya que podrían ingerir plancton productor de toxinas.
Las langostillas rojas empiezan a morir debido a que las aguas locales son mucho más frías, y prácticamente el varamiento que se presentó este domingo fue por esos motivos.
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Las langostillas rojas reciben en inglés el nombre de “tuna crabs”, literalmente «cangrejos del atún», debido a la especie que los depreda. También son presa de peces migratorios, calamares gigantes, tortugas, rayas y ballenas. Los pinnípedos (como focas, morsas y lobos marinos) y las aves marinas también son depredadores habituales.
Los crustáceos omnívoros se alimentan de fitoplancton en mar abierto y algunos adultos más grandes se arrastran por el lecho oceánico. Los humanos no pueden consumir langostillas rojas, ya que podrían ingerir plancton productor de toxinas.