La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Después de viajar desde Argentina, hasta Alaska, una familia que recorre el mundo asegura que a su regreso hallaron en La Paz un paraíso para descansar.
Los argentinos Diego Ponce de León, Jorgelina Condotta y su hijo Tomás, de 8 años, contaron en entrevista con El Sudcaliforniano la experiencia de su proyecto Recorriendo el Camino Argentina - Alaska.
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Destacaron que la capital sudcaliforniana La Paz ha sido de sus destinos favoritos, por sus hermosas playas paradisíacas de las más envidiadas en el mundo.
La familia viaja a bordo de una motorhome, La Gran Sprinter, Mercedes Benz 413, larga modelo 2011. Desde Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, llegando a Alaska, un sueño cumplido que ahora partirá de Veracruz hacía África. Esta valiente familia se ha embarcado en un viaje que les ha llevado a través de diferentes paisajes y culturas, en una experiencia única junto con su pequeño hijo, que les ha permitido conocer de primera mano la diversidad del Continente Americano.
Tomás, Jorgelina y Diego han logrado recorrer más de 150 mil kilómetros, enfrentando desafíos al atravesar diferentes climas y terrenos, desde zonas frías y nevadas hasta cálidas y desérticas.
En el camino han hecho paradas en ciudades y pueblos desconocidos, experimentando de cerca las costumbres y tradiciones de las personas que habitan estos lugares.
“Tenemos 7 años y medio desde que salimos de nuestro país, salimos el 22 de noviembre de 2015 a bordo de La Gran Sprinter, nuestra casa con ruedas con todas la ilusiones de recorrer América, de darle la vuelta al mundo. Hemos recorrido 18 países más de 150 mil kilómetros por carretera. Estamos nuevamente de bajada hacia México, a fin de año vamos a estar embarcando nuestro vehículo desde Veracruz hacia África para seguir nuestro recorrido por aquel continente”.
Un espíritu aventurero que les ha impulsado a seguir su recorrido hacía delante, cumpliendo este sueño de llegar hasta Alaska. Una inspiración para aquellos que sueñan con aventurarse en la carretera, por el mundo. Esta singular familia ha demostrado que con determinación, perseverancia se puede superar cualquier obstáculo, que no hay experiencia más valiosa que la de conocer el mundo y sus habitantes desde una perspectiva única.
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El pequeño Tomás Ponce de León junto con su mamá va obteniendo un aprendizaje a través de una educación a distancia, del Ejército Argentino de manera virtual, y cumplió sus 8 años en Alaska. Recorriendo países como: Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice, México, Cuba, Estados Unidos, Canadá y Alaska.
Vivir dentro de una casa rodante ha hecho minimizar algunos gastos en cuestión de hospedaje y comidas, debido a que ellos mismos preparan sus alimentos caseros. Contando con un presupuesto del día a día por ganancias obtenidas en su canal de Youtube, además de las artesanías, bisutería, pulseras, bolsos que ellos mismos elaboran y comidas de diferentes partes del mundo que ellos venden en La Gran Sprinter.
En países como Honduras y El Salvador han sido muy bien recibidos por sus habitantes a pesar de no haber mucha afluencia de turismo. Jorgelina trabajaba como Tecnóloga de alimentos y su esposo Diego Ponce de León, como preparador físico, a pesar de tener un trabajo estable decidieron emprender esta gran aventura al lado de su hijo Tomás. Sin embargo una lesión tras un golpe derivado de desprendimiento de retina llevó a Jorgelina a una situación de 4 cirugías difíciles de sobrellevar, las que superó y pudo continuar el largo viaje por el mundo.