La Paz, Baja California Sur.- El ruido en la vía pública ha sido una preocupación constante en la ciudad de La Paz, y la Dirección de Medio Ambiente del Ayuntamiento es la autoridad facultada para atender estas denuncias.
Elisa Jeanneht Armendáriz Villegas, directora de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Paz, dio detalles sobre la labor realizada durante 2023, sanciones impuestas y los desafíos.
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La Dirección de Medio Ambiente, antes conocida como “Dirección de Ecología, Educación y Gestión Ambiental”, recibió 109 denuncias en total, de las cuales 41 estuvieron relacionadas específicamente con el ruido.
El mes con más denuncias fue marzo, con 8 casos, mientras que noviembre y diciembre tuvieron 3 cada uno.
Las principales incidencias se registraron durante la madrugada, y 5 bares del centro fueron sancionados en el presente año.
FUNDAMENTO JURÍDICO Y NORMAS
Las sanciones están fundadas en el Reglamento de Preservación del Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente del municipio de La Paz, el Reglamento de la Administración Pública Municipal (artículo 97) y la Norma Oficial Mexicana (NOM) 081.
La NOM 081 establece límites máximos permisibles en decibeles para actividades en todo el territorio nacional para actividades diurnas y nocturnas.
Armendáriz detalló que, para las actividades comerciales, se permite un límite de 68 decibeles durante el día y 65 decibeles en la noche; el limite en casa habitación es de 55 decibeles por el día y 50 por la noche.
En eventos, se permiten niveles hasta 100 decibeles, pero por un máximo de 4 horas.
La directora destacó que se realizan mediciones con sonómetros, siguiendo el protocolo de la NOM-081. Se efectúan al menos 10 mediciones en diferentes puntos, considerando las zonas críticas donde se emite la mayor cantidad de decibeles.
SANCIONES Y MULTAS
En cuanto a las sanciones, se impusieron multas a comercios y establecimientos que no cumplieron con los límites establecidos.
La multa más baja es de 15.5 Unidades de Medida y Actualización (UMA), es decir, mil 607.97 pesos; la más alta es de 275 UMA, es decir, 28 mil 528.50 pesos. Las sanciones buscan garantizar el cumplimiento de las normativas y fomentar la adopción de medidas correctivas, aseguró Armendáriz.
RETOS Y CONCIENTIZACIÓN
La denuncia por ruido es una de las más frecuentes que atienden, pero también reconoció que muchas personas desconocen el proceso para presentar una denuncia.
Aunque se han atendido 41 denuncias por ruido, se estima que este número representa solo una parte de la realidad, ya que hay quienes no saben que pueden denunciar ante la Dirección de Medio Ambiente.
El trabajo de la dirección se ve desafiado por la falta de personal y la imposibilidad de realizar inspecciones y vigilancia las 24 horas del día, consideró la funcionaria. Sin embargo, aseguró que la atención a denuncias es prioridad, por lo que han implementado cambios de turno y otras estrategias para abordar situaciones fuera del horario habitual.
IMPACTO EN LA SALUD
Armendáriz Villegas destacó la importancia de las denuncias por escrito, ya que brindan sustento para la actuación de la Dirección.
Señaló que el ruido en la vía pública puede tener impactos significativos en la salud de las personas, generando desde alteraciones en el sueño hasta problemas más graves, respaldando estas afirmaciones con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
ESCALA DE DECIBELES
Desde el silencio hasta el rugido de un avión a reacción, la escala de decibelios abarca desde el umbral de audición humana (0 decibeles) hasta el umbral de dolor (120 decibeles) y más allá.
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Alcanzar los 20 decibeles representa el susurro suave de la tranquilidad; en la marca de 40 decibeles, nos encontramos en una sala silenciosa, donde los sonidos se perciben con una delicadeza particular.
Una conversación normal ocurre alrededor de los 60 decibeles, un nivel común pero solo una fracción de la intensidad de eventos más ruidosos; el tráfico o el zumbido de una aspiradora se sitúan alrededor de los 80 decibeles, donde la exposición prolongada puede afectar la audición.
100 decibeles representan un concierto de rock o el martilleo constante de un taladro; finalmente, a los 120 decibeles, se rebasa el umbral de dolor y 140 decibeles se representa con el sonido de un avión a reacción.
