Los deportados que se encuentran en nuestro estado se esfuerzan por hacerse de un patrimonio para poder solicitar una visa de turista y retomar su vida en los Estados Unidos.
En medio de la incertidumbre respecto al tema de los migrantes latinos que aspiran con ingresar a los Estados Unidos o que ya residen allá, y tras el acuerdo tomado entre estos dos países, el día 7 de junio, en el cual México se compromete a tomar medidas enérgicas para detener el flujo migratorio hacia la frontera norte del país, los deportados que residen en Baja California Sur alzan la voz y comparten la cruda realidad de su regreso a México y la incertidumbre que viven actualmente.
BAJA CALIFORNIA SUR
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018, del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el principal destino de los emigrantes internacionales mexicanos siguen siendo los Estados Unidos con una preferencia del 84.8%, por lo tanto, la frontera norte del país es la más recurrida, y debido a que la península de Baja California Sur está muy cercana a ésta, suele convertirse en receptora tanto de migrantes que no pueden cruzar la frontera como de deportados que están a la espera de intentar regresar.
A través de diversas entrevistas realizadas a mexicanos deportados que residen en Baja California Sur, cuya identidad prefieren mantener en el anonimato, hay historias que se repiten, como las aspiraciones por una mejor calidad de vida o vidas y familias separadas y destrozadas por la deportación, así como la esperanza de regresar a reclamar su patrimonio.
EL REGRESO A LA REALIDAD
Todos ellos mencionan que después de vivir gran parte de sus vidas en los Estados Unidos y de hacerse de una familia y un patrimonio allá regresar a México es verdaderamente un reto que no todos pueden afrontar.
Del total de emigrantes internacionales mexicanos, el 37.7% regresó a México, y a pesar de que muchos de ellos lo hicieron con una profesión, incluso con estudios superiores, no han podido establecerse laboralmente acá y resienten en gran manera la fuerte competencia que existe al ofrecer sus servicios y la baja remuneración que reciben por éstos en comparación con los ingresos que obtenían cuando los ofrecían en los Estados Unidos.
Esto termina por frustrarlos, debido que al ser deportados la única opción que tienen para poder regresar y cruzar con éxito la frontera es solicitar una visa de turista que sólo les es dada si poseen un patrimonio en México, lo cual resulta imposible y les lleva muchísimo tiempo.
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A pesar de que en 2018 se presentó un aumento en la emigración legal hacia la frontera norte, pues el 70.8% emigró con algún tipo de documento, como permiso para residir, permiso para trabajar, visa de turista, visa de estudiante, ciudadano estadounidense, etc., aún existe un sector que lo hace por la vía ilegal, en donde señalan es muy fácil conseguir quien los ayude a cruzar la frontera; sin embargo, la mayoría han vivido por lo menos una estafa al pagar por esto y mencionan que hay toda una economía que se aprovecha de la situación de los deportados y los emigrantes desesperados que aspiran retomar el sueño americano.
