Con el crecimiento de la ciudad cada vez más colonias se fundan y son pobladas rápidamente, aunque cada vez éstas se ubican más lejos del centro de la ciudad; esto se da en la mayoría de los casos por el fenómeno de la gentrificación, que encarece la renta o adquisición de una vivienda en los núcleos fundacionales de las ciudades o en sus colonias más famosas y aledañas a éstos.
Por lo tanto, estas colonias entre más alejadas del centro, peores condiciones de vida tienen, puesto que la cobertura de los servicios públicos disminuye hasta llegar a colonias como Laguna Azul, Lagunitas o La Pasión, en las que algunos sectores sobreviven sin ellos.
También las condiciones de las viviendas son muy precarias; la mayoría de ellas son producto de la invasión de terrenos, por lo cual los residentes hacen pequeñas chozas improvisadas hechas con materiales como cartón negro, retazos de madera, etc., al tiempo que emprenden una modesta construcción de cemento que les lleva años terminar.
De acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el tamaño promedio de los hogares en Baja California Sur, es decir el número promedio de personas que residen en un mismo hogar, es de 3.4, siendo uno de los más bajos en el país ya que existen estados como Chiapas cuyo promedio está en 4.2 personas.
Los hogares en México en su mayoría siguen siendo biparentales, es decir el 53% de los hogares están compuestos por ambos padres que colaboran para sostenerlo económicamente, mientras que el 18% es monoparental, lo cual complica el sostenimiento económico de la vivienda.
Además, estas personas enfrentan grandes traslados para llegar a su trabajo que se encuentra del otro lado de la ciudad y pasan gran parte de su tiempo en camiones, lo cual también permea en sus ingresos diarios.