La Paz, Baja California Sur.- En medio de la rutina gris de una calle olvidada, el barro de los cerros de La Paz, Baja California Sur, se transformó en una obra que ilumina no solo la calle sino también los corazones de quienes la observan con atención.
"Estaba muy triste aquí, todo era un caos, mucha policía y puro desorden. Decidí que de los muertos había que revivir algo bueno", expresó David López Larrea, su creador, mientras detallaba su experiencia.
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"Encontré el barro en el Cerro Atravesado, y pensé en utilizarlo para algo especial. Los vecinos sugirieron una virgen, lo más especial. Así nació la idea", añadió.
Con dedicación y paciencia, David ha trabajado incansablemente durante 15 días en su escultura, ubicada en la calle Constitución y Municipio Libre, colonia Francisco Villa, modelando cada detalle con sus propias manos.
La obra captura la esencia de la Virgen de Guadalupe, destaca por su autenticidad y expresión, con un rostro que transmite esperanza y un manto que refleja la devoción.
El artista compartió el significado de su creación: "Para mí, esto significa esperanza y buena vibra. Quiero que cambie todo, porque está muy feo ahora. Hemos perdido mucha humanidad, y esta escultura es mi manera de recobrarla".
La Virgen de Guadalupe de barro no solo ha llamado la atención de vecinos, sino también de la policía, quienes relató, ahora se detienen a admirarla y tomar fotos. David espera que su obra inspire un cambio en la comunidad y promueva la convivencia armónica.
"La gente se ha acercado más, ha habido más comunicación. Antes, la gente pasaba de largo, pero ahora se detienen a ver y a conversar. Incluso los policías son más respetuosos", compartió David.
A medida que la escultura toma forma, la comunidad se une para celebrar. Vecinos planean traer al padre de la parroquia local para bendecir la obra. Además, se preparan para decorar la zona con luces y un mural, creando un ambiente festivo para el día de la Virgen de Guadalupe.
David agradece el apoyo de la comunidad, que ha contribuido con piedras y ayuda logística. "Mi mensaje para la gente es que hay esperanza teniendo fe, hay esperanza de que todo va a cambiar", concluyó emocionado.
Con 59 años de edad, Judith Talamantes Ceseña, ama de casa, trabajadora ambulante y artesana de piñatas, compartió su perspectiva sobre la escultura de la Virgen de Guadalupe realizada por su vecino David. Apasionada por las manualidades, expresó su admiración.
"Un símbolo de que hay esperanza, aunque muchas veces pareciera que no la hay. La fe mueve montañas, y él quiso transmitir eso. Ha llamado mucho la atención en la calle, y varios vecinos incluso le han pedido que haga esculturas en sus casas”, agregó la vecina.
La propietaria de la vivienda donde se erige la escultura, Mariana Castrejón Pérez, también ofreció sus comentarios sobre el mural. Elogió el trabajo de David, destacando la destreza con la que esculpió la carita de la Virgen de Guadalupe.
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Sorprendida por la habilidad artística de su vecino, compartió: "Me alegra haber apoyado este proyecto. Cuando empezó a esculpir la carita, me sorprendió. Mucha gente ha preguntado por la escultura, y creo que ha sido una bendición para la comunidad".
Con un presupuesto mínimo y el regalo de la madre naturaleza, David estima que la escultura le ha costado alrededor de mil 500 pesos y 14 acarreos de barro en su carretilla. Su obra no solo es un regalo para la comunidad de La Paz, sino un recordatorio de que la esperanza puede surgir incluso del barro más humilde. Vecinos planean festejar a su lado el 12 de diciembre, para convivir unidos el Día de la Virgen.
