La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Al caer la tarde y la noche en todas de las playas de la ciudad capital, se pueden observar unos paisajes de ensueño mismos que son visitados por cientos de personas que atraídos por la belleza de estos mismos han podido ver también a una niña que corre y se desaparece en la orilla del mar.
Corría el año 2000 y muchos jóvenes al salir de la preparatoria y la universidad del turno vespertino se dirigían principalmente los viernes a las playas más cercanas de La Paz, pues solo querían pasar un rato agradable con sus amigos y así olvidar un poco el estrés de los exámenes y el estudio.
Poco a poco muchos de ellos al quedarse a deshoras de la noche comenzaron a tener entre sí algo en común, pues una pequeña niña de aproximadamente de unos 7 años de edad les sonreía y salía corriendo.
Algunos lo asociaban a que metros detrás de ellos había familias, pero esa idea se fue disipando pues en muchos casos pasaban la 1 de la mañana.
SOLO A JÓVENES SE LES APARECÍA
Pero, ¿por qué siempre se les aparecía a puros jóvenes?, en un ocasión un vigilante de una de las playas relató a muchos jóvenes que estaban reunidos, ante su inquietud y este mismo les dijo que la presencia de una niña estaba muy presente en muchas de las playas, sobre todo en Balandra y Tecolote.
Pero la intriga sucumbió esa noche, ante el relato del vigilante que seguía con las palabras diciendo que una niña había perdido la vida, ya que sus hermanos se habían metido al mar y no vieron que su hermana los siguió, al momento de que padres preguntaron por ella, no la encontraron y su pequeño cuerpo fue visto minutos después tirado a la orilla del mar.
Con el paso de los años la familia al perder a su hija decidieron irse de la ciudad, pues todas las playas les recordaban a su amada niña que había fallecido en los años 80.
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Quienes lograban ver a la niña, relataron que se escuchaban muchas risas y de la nada venia un silencio acompañado de viento y de la nada todo regresaba a la normalidad, incluso muchos jóvenes corrieron al mar tratando de ayudar a la niña, la cual se desaparecía como por arte de magia.
Ante estos relatos muchas muchachas comenzaron a llevar flores y veladoras, para que la niña encontrara la paz que necesitaba, pero las apariciones no dejaban de cesar, era como que quisiera ser vista, pues era la única manera de poder estar vigente.
Hoy en día muchas personas acuden a todas horas del día y de la noche a las playas y no han logrado ver a la niña que solo vive en el recuerdo de muchos jóvenes que lograron verla y con profunda tristeza conocieron su historia.
