La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Bien dicen que una de las fechas más importantes en la vida de una mujer es cuando llega el anhelado momento de casarse. Hoy en día tal vez hayan cambiado esos conceptos, pero para entender el suceso que marcara el destino de una joven de la ciudad capital, nos tendríamos que remontar a los años 60´s en donde da cabida la leyenda de la Novia Herida.
Sandra era una chica trabajadora que había conocido a su futuro marido en su trabajo, pero algo había que no la terminaría de convencer, pues el joven a pesar de ya haberle pedido matrimonio, poco se dejaba conocer, pero eso si la simpatía y buen mozo habían impactado a la hogareña chica.
Los padres de Sandra por su parte estaban muy felices, pues verían en el altar a su hija y a pesar de su situación financiera echarían la casa por la ventana, pues el novio se había comprometido a pagar cada detalle de su amada.
La fecha se acercaba y todos los detalles estaban al por mayor; que si el pastel, el salón, el vestido, la comida, la bebida o los invitados en fin, la locura era interminable, pero aun así Sandra se mantenía estable, pues su sueño cada vez estaba por llegar.
EL NOVIO SIEMPRE TUVO UN ACTITUD EXTRAÑA
Al dar una revisión a los invitados por parte del novio, la joven pudo constatar que no había ningún familiar de su novio que los acompañaría, hecho que volvió a sumarle pensamientos raros, mismos que se han disipado con besos y abrazos, pero ¿Por qué?, de hecho Sandra pensó que tal vez era porque no venía de una familia aristocrática o rica, o bien que su novio había tenido rencillas por su estatus social.
Al llegar el esperado día Sandra estaba hecha un manojo de nervios, corría por todos lados y sus amigas al igual que ella. En esos momentos la felicidad de la chica era contagiante, pues no dejaba de hablar de su gran amor.
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Por su lado los padres de la chica se encargaron de todo, la iglesia estaba lista, el carro igual, los invitados, pero algo estaba por pasar pues el novio no daba señales de haber llegado, este hecho no fue comunicado a Sandra pues pensaron que el joven novio había tenido un pequeño retraso y que pronto llegaría a la Catedral que estaba adornada y lista.
Al llegar la novia todo se volvió confusión y poca felicidad, pues solo estaban sus invitados y no el novio, además de que el padre que oficiaría la boda daría por cancelado el evento pues en ese vaivén ya habían pasado dos horas y oficialmente la novia había sido dejada en el altar.
En esos momentos Sandra sale corriendo sin rumbo fijo desgarrándose el vestido, herida y afligida del alma. La leyenda cuenta que fue encontrada sin vida pues no pudo soportar ese golpe tan bajo de su ser amado y que todavía en la madrugada se pueden escuchar los gritos desgarradores de la bella novia que fue abandonada en el altar.