La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El incremento de casos de casos de Covid-19 y su variante Ómicron ha puesto al estado en la mira, sobre todo si se debería de pedir un certificado de vacunación a cada lugar que se ingrese, sus múltiples cuestionamientos son un ir y venir, surgiendo la pregunta obligada ¿Dónde se han estado dando los contagiados?.
Con ello también ha surgido una psicosis colectiva que señala a las reuniones con muchos más integrantes de lo establecido o salidas a lugares de esparcimiento sin tener en cuenta el cubrebocas y el uso del gel antibacterial, sin dejar tras las grandes aglomeraciones.
Como bien sabemos tanto el municipio de Los Cabos como en La Paz las actividades económicas dependen en gran medida del turismo nacional e internacional, mismo que han dejado gran derrama económica tanto para el estado como para muchas familias sudcalifornianas.
Ante este hecho los bares y el sector restaurantero se han visto agraviados, pues cada vez tienen que reducir las mesas de los comensales, ya que desde un principio se alinearon a los protocolos emitidos por la Secretaria de Salud en BCS y la COEPRIS. Y aunque el pasado mes de diciembre del 2021 fue un buen mes, la cuesta de enero ha pegado duro, porque se tiene que tener en cuenta que los bares y los restaurantes no son de primera necesidad.
Teniendo esta antesala de eventos desafortunados con respecto a los contagios, en otros estados de la republica mexicana, como por ejemplo Jalisco desde el pasado 14 de enero del presente año ya es de carácter obligatorio presentar el certificado de vacunación para poder ingresar a bares, restaurantes, casinos, estadios y antros, aplicándose para todo evento masivo. Hay que recalcar que la economía no puede detenerse ya que directa o indirectamente afectaría a los bolsillos y al sustento diario de miles de personas que dependen de su trabajo.
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SE ESPERA QUE BCS NO LLEGUE A ESAS MEDIDAS
La presidenta de la Cámara de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Julia Lorena Hinojosa Oliva en entrevista para el Diario El Sudcaliforniano comenta que espera que en BCS no se llegue a esa situación, porque el sector restaurantero a vivido una recesión económica en general desde el inicio de la pandemia, porque no son un producto de primera necesidad, hecho que se diferencia de las personas que acuden a un supermercado a comprar los alimentos o a una farmacia.
Con estas medidas se afectaría a las microempresas, además que siempre se ha satanizado a los restaurantes como focos de infección, pero la realidad es que han sido los lugares más supervisados, llevando además los protocolos al cien por ciento, hablando en general.
De La Paz a la parte norte de nuestro estado son micro y pequeñas empresas familiares en las cuales diariamente se está esperando salir adelante, sobre todo se buscan estrategias para seguir en el gusto del público para no cerrar. Julia Lorena Hinojosa Oliva hace un llamado para que todos nos unamos desde nuestra trinchera para que no se recrudezcan las medidas sanitarias y que se siga consumiendo lo local, privilegiando el consumo interno para que nos apoyemos entre todos.