La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- El dirigente estatal de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) Amadeo Murillo Aguilar, acusó al diputado federal y líder nacional de la CROC Isaías González Cuevas de prácticas gangsteriles, derivado del conflicto que se vive al interior del hotel HardRock en Los Cabos y en donde ambas organizaciones se disputan la titularidad del Contrato Colectivo, y donde hace apenas unos días se llevó a cabo una asamblea de ratificación de contrato.
Según el líder cetemista, un grupo de personas ajenas a la empresa comandados por la CROC intentaron ingresar por la fuerza al hotel en el momento en que se realizaba la asamblea, cosa que no sucedió porque los trabajadores “no lo permitieron”.
Recordó que este conflicto data de hace aproximadamente dos años, cuando la CROC invadió con lujo de violencia el centro de trabajo, haciendo incluso daños a los clientes, y argumentando que habían sido llamados por parte de algunos trabajadores.
En ese entonces, Isaías González hizo una votación a mano alzada con gente que el mismo llevó, a sabiendas de quehay procedimientos legales para adjudicarse un contrato colectivo.
Son prácticas gansteriles de toda la vida, imponen el terror hacia empresarios y trabajadores, con amenazas ygolpeando gente, denunció Murillo Aguilar, al tiempo que recalcó que es la CTM la que mantiene la titularidad de contrato colectivo con los hoteles Nobu y Hard Rock, y que el líder de esa sección es Iván Beltrán.
En entrevista por separado, el dirigente estatal de la CROC David Illedras, aclaró que la manifestación en las afueras del hotel en donde se llevó a cabo la asamblea fue en protesta porque la CTM solo invitó a los que estaban de acuerdo con este contrato, y a los que no, les impidieron el acceso.
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Hizo hincapié que en esa asamblea no se puso en juego la titularidad del contrato colectivo de trabajo, ya que esto se definirá en un recuento, cuya fecha se dará a conocer en un plazo aproximado de mes y medio.
David Illedras recordó que en el año 2019 un grupo de trabajadores de esa empresa hotelera se afiliaron a la CROC, y en represalia, el patrón en contubernio con la CTM, despidieron a más de 500 trabajadores y fueron éstos lo que se manifestaron en las afueras del hotel.
Finalmente, el croquista hizo mención de un acuerdo al que habrían llegado con el propietario del hotel y con la CTM para que fuera la CROC la titular del contrato, sin embargo ni la CTM ni el patrón cumplieron con lo acordado, y comenzaron a despedir a todos los trabajadores que simpatizaban con la CROC.
