La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Actualmente la inflación de productos y servicios ha sido notoria entre la ciudadanía, tal es el caso de las y los estudiantes que durante el regreso de vacaciones de fin de año notaron un incremento en los costos de alimentos en las cooperativas escolares.
Además, durante 2022 el encarecimiento de productos de la canasta básica e insumos fue notorio por las y los Sudcalifornianos, sumado a problemáticas que se generaron durante el último trimestre del año como la escases de agua y el abasto de gas LP lo que golpeó fuertemente no solo a la ciudadanía, sino al sector restaurantero quienes tuvieron que hacer ajustes en los costos de sus platillos, así como los operadores de las tienditas escolares, quienes han hecho un esfuerzo para no elevar tanto sus costos, lo cual ya es imposible.
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Alumnas y alumnos de secundaria que prefirieron mantener su nombre en anonimato, señalaron a este medio informativo que con el aumento de productos y la inflación, también han aumentado sus gastos de alimentación hasta en un 30 por ciento, algunos indicaron que sus padres les daban 30 pesos para gastar, sin embargo ya no pueden comprar un desayuno con esa cantidad por lo cual les deben dar alrededor de 50 pesos para poder comprar algo de alimento y una bebida, a ello se suma el gasto de transportación lo cual le resta al dinero para sus alimentos.
Además, estudiantes manifestaron haber sentido aumentos en el costo de todos los productos no solo en la escuela, sino en supermercados y tiendas de conveniencia, lo cual golpea fuertemente la economía familiar.
Padres y madres de familia, indicaron que también el costo de uniformes escolares incrementó alrededor del 40 por ciento, así como los útiles escolares sobre todo cuadernos y libretas.
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Es importante señalar que, las tienditas escolares atienden a más de 40 mil estudiantes de secundaria en Baja California Sur, mediante la venta de productos alimenticios a precios razonables.
Este servicio opera bajo la modalidad de concesión a particulares a cambio de pagar una renta a las escuelas, que así obtienen recursos para solventar necesidades inmediatas tales como productos para el aseo, instrumentos para talleres y artículos deportivos.
Estas tiendas escolares trabajan en coordinación con la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), con la finalidad de que los alimentos y las bebidas cumplan con los requisitos de higiene para prevenir cualquier tipo de enfermedad así como evitar contagios de Covid-19.