La Paz, Baja California Sur.- El grupo de activistas “Metiches por Naturaleza”, con la voz de Arturo Hernández, miembro de “Los SuperCívicos”, denunciaron los daños ambientales que, a medio año del impacto del huracán Norma en Baja California Sur, continúan provocando las más de 70 embarcaciones varadas en la bahía de La Paz.
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“Es un tema que está afectando de manera brutal a la naturaleza. El huracán Norma, muy poderoso, tiró más de 70 embarcaciones; y estas se hundieron, ahí están, con gasolina. Las baterías tienen mercurio; eso va a generar un grave problema para todas las especies, cuando salga el diésel”, explicó Arturo Hernández, vocero de “Los SúperCívicos”.
Tal como enfatizó Hernández, los derrames de hidrocarburos, residuos sólidos, entre otros líquidos contaminantes que las embarcaciones derraman en el área, pueden dañar de manera considerable al ecosistema marino.
Organizaciones ambientales destacan que al momento no se ha presentado un reporte por parte de las autoridades pertinentes que indique una información clara, transparente y oportuna, sobre los posibles riesgos de contaminación a raíz del hundimiento de tales embarcaciones.
Pese a los llamados de atención por parte de los organismos hacia las autoridades ambientales estatales y federales, aún no se ha establecido una acción concreta que permita responder ante esta problemática.
Hernández comentó que esta apatía por parte de las instituciones gubernamentales se asimila a lo sucedido en Playa Balandra, en 2022; cuando se incendió un yate, el cual derramó combustible y dañó considerablemente a la zona.
En abril del año en curso, según la Secretaría de Marina (Semar), el número de embarcaciones afectadas por el huracán Norma, en la bahía de La Paz, fue de 73; 5 lanchas, 10 yates, 47 veleros, 9 catamaranes y 2 trimaranes. Al momento, se han identificado a 31 propietarios.
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Por ello, el grupo activista busca que a través de sus redes sociales, la comunidad se una a la acción social, colectiva; y así, promover un llamado de atención a las autoridades.
A su vez, invita a que evitemos ver como normales estas circunstancias que dañan no solamente al ecosistema marino, sino también a la salud de las personas.
“La difusión genera una presión hacia la autoridad, y la autoridad tiene que resolver el problema”, concluyó Arturo Hernández.