La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La Tasa de trabajo infantil en menores de 5 a 17 años en Baja California Sur presentó un incremento de 4.1 por ciento en 2022, respecto al 2019, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 presentó los resultados del cuarto trimestre de 2022 con el objetivo de tener una base de información actualizada sobre la magnitud del trabajo infantil en México. Baja California Sur se encontró en el número 18 dentro de las entidades que presentan mayor número de menores de edad que laboran, en 2019 se había colocado en el número 27.
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En todo el país, más de 3 millones de niñas, niños y adolescentes trabajan, y la mayor parte se encuentran en ocupaciones no permitidas.
AUMENTÓ EN DOS AÑOS
En la medía península el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que se encuentran trabajando es de 13.0 por ciento, tuvo un aumento de 4.1 en dos años debido a que, en 2019 el porcentaje se encontraba en 8.1. La Tasa de trabajo infantil en ocupación no permitida se encontró en 5.7 por ciento, en 2019 fue de 3.1.
Mientras la Tasa de ocupación peligrosa de 5 a 17 años en el estado fue de 5.5 en el cuatro trimestre de 2022, comprende sectores de actividad como; ocupaciones peligrosas; actividades con exposición a riesgos, que afectan la salud y desarrollo; jornadas de trabajo y horarios de trabajo prolongado. Este apartado también presentó un aumento respectó al 2023 cuando se encontró en un porcentaje de 3.0.
La ENTI refleja que el motivo por el cual la mayor parte de menores trabajan se debe a que el hogar necesita de su aportación económica; porque la familia necesita de su trabajo; por aprender un oficio; pagar su escuela y/o sus propios gastos.
DERECHOS OBSTACULIZADOS
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) explica que el trabajo infantil obstaculiza y frena el ejercicio del derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes al impedirles ir a la escuela, obligar a combinar sus estudios con largas jornadas de trabajo y provoca que se retrasen o abandonen su trayectoria escolar
Cuando un niño o niña trabaja, su rendimiento escolar puede disminuir o incrementar el ausentismo, lo cual los lleva, en última instancia, a un abandono escolar permanente.
CRUDA REALIDAD
Hay historias de menores como Diego, quien a sus 9 años tiene la ilusión de asistir a la escuela como lo hacen otros menores, sin embargo, la situación económica en su hogar es una barrera para lograrlo, debe salir a vender dulces para ayudar a su madre. Desde hace dos años llegaron del estado de Guerrero con la esperanza de superar las limitaciones económicas que enfrentaban en su lugar de origen.
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Su madre señala que, ante la falta de oportunidades laborales formales por carecer de estudios, junto a su hijo se dedican a la venta ambulante de dulces y diversos, recorrer el malecón de la ciudad y otras veces acuden a la zona de bares ubicados en el boulevard Pino Payas.
“Diego no puede asistir a la escuela, no hay quien lo cuide y el dinero disponible no cubre los gastos de su educación, es caro estudiar” señaló Juana, madre del pequeño de 9 años.
Además de no poder asistir a la escuela, sus actividades recreativas también son limitadas. La necesidad de cumplir con su tarea de vender le impide disfrutar plenamente de estas experiencias.
Baja California Sur no es ajena a la realidad que viven otras entidades del país, hay familias originarias de este estado que también optan por recurrir al apoyo de sus hijas e hijos menores de edad para salir adelante, otras personas más vienen de otros estados de la república con la ilusión de estabilidad económica, sin embargo, no todas logran encontrar un trabajo digno que les brinde seguridad y el derecho a la educación de sus menores.