La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Pérdidas millonarias, desánimo e impotencia entre los cooperativistas de la costa del Pacífico Sudcaliforniano que se dedican a la captura de langosta; el precio que hasta hace pocos meses llegó a los 90 dólares por kilo ha caído hasta los 40 y con escasas posibilidades de que repunte, derivado del retiro de la certificación que el gobierno de China aplicó a las plantas de Ensenada desde donde los pescadores exportaban a ese país de manera directa su producto, y a los nulos resultados de las gestiones que para resolver este problema han desplegado autoridades estatales y federales.
Por si esto fuera poco, para esta semana se espera una caída en el precio del crustáceo de entre 2 y 3 dólares por kilo, lo que pondría a los pescadores en serios problemas debido a que estarían prácticamente en su punto de equilibrio o incluso en algunos casos con posibles pérdidas económicas, lo que colocaría a esta temporada como la peor de los últimas décadas.
En la Zona Pacífico Norte que abarca desde la Isla Natividad hasta Punta Abreojos y de donde sale más del 80% de la langosta hacia China, el desánimo es generalizado; no hubo resultados de los esfuerzos para recuperar la certificación de las plantas por las que exportaban y por tanto se vieron obligados a vender su producto a los intermediarios, con el impacto en el precio antes citado; bajó de 90 a 40 dólares el kilo.
PESCA FURTIVA, COMO NUNCA
Aunado a lo anterior, durante la presente temporada la pesca furtiva de langosta ha estado más activa que nunca, particularmente en la región de Bahía Magdalena, en aguas concesionadas a cooperativas; a fin de contener este problema, fue necesaria la intervención de la Secretaría de Marina en al menos dos operativos, con resultados momentáneamente favorables, aunque, el problema persiste, afectando no solo la disponibilidad y la viabilidad del recursos sino impactando también en los precios, ya que el producto extraído de manera ilegal se vende más barato en el mercado negro.
El pasado lunes 15 de noviembre inició la temporada en la Zona 3 del Pacífico Sudcaliforniano, en la región que abarca desde Bahía Magdalena hasta Todos Santos, región en donde se calcula una producción de aproximadamente 60 toneladas en cada zafra, de las hasta mil 300 que se extraen en todo el estado, siendo la zona 1 y 2 de la Pacífico Norte en donde se explotan la mayor parte de esta pesquería, misma que da sustento de manera directa o indirecta más de mil familias, siendo esta su principal fuente de ingresos en el año.
En la Zona 3, la temporada concluye el 16 de mayo mientras que en la Zona 1 que abarca de Isla Natividad a Puerto Nuevo inició el 15 de septiembre y cierra el 28 de febrero, lo mismo que en la zona 2 que abarca desde Bahía Asunción hasta San Juanico, en donde la zafra empezó el 1 de octubre.
Tanto el gobernador del estado Víctor Castro como diputados federales y senadores han intervenido para solucionar el problema de la certificación de las plantas, sin embargo hasta ahora ningún esfuerzo ha fructificado.
LLEVAN TEMA AL MAS ALTO NIVEL
La Senadora Lucía Trasviñase ha comunicado con el embajador de México en China para pedirle su apoyo en este asunto, y también por gestión de la legisladora sudcaliforniana y otros, el asunto está siendo tratado por la Secretaría de Economía; se ha planteado en reuniones con las autoridades sanitarias responsables en México (COFEPRIS), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura y la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA), asimismo se han transmitido la preocupación de México a las autoridades de China a través de diversos canales de comunicación con el grupo de Alto Nivel entre México y China, y en las reuniones del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con nulos resultados hasta esta fecha.
Aunque el precio de hasta 90 dólares por kilo pudiera parecer muy lucrativo para los cooperativistas, se trata solo del precio máximo ya que el mercado se comporta con altibajos y es hasta el final de la temporada cuando se hacen las liquidaciones a los socios, además de que éstos reciben solo una parte de la ganancia y el resto se destina al fondo de jubilación, con el que los pescadores al alcanzar la mayoría de edad se retiran con una pensión digna.
Se trata además de una pesquería en la que se aplican fuertes inversiones en inspección y vigilancia, mercadeo, prestaciones, pago de sueldos y salarios, fletes e infraestructura, en una pesquería artesanal en donde se utilizan trampas, se realiza a bordo de lanchas ribereñas con motores de cuatro tiempos y con medidas de sanidad extrema, requeridas para mantener la certificación de sanidad que exige el mercado internacional.
PRECIO COYUNTURAL
Es esta la primera temporada en donde el precio de un embarque se ha cotizado hasta en 90 dólares el kilo en China, y es a consecuencia de problemas en el ingreso a ese mercado asiático de la langosta australiana, principal competidora del producto sudcaliforniano.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
ISR, LA OTRA AMENAZA
Y no solo es el desánimo por el desplome en el precio y los nulos resultados de los esfuerzos institucionales para resolver el problema de la recertificación de la plantas de Ensenada desde donde las cooperativas exportaban directamente su producto; la Miscelánea Fiscal para el año 2022 enviada por el presidente López Obrador y aprobada sin cambios por Diputados y Senadores, contempla el cobro de Impuesto Sobre la Renta sobre ingresos a productores primarios que trabajen en figuras asociativas, a los que hasta ahora se les había excluido en el pago de este gravamen;aunque la Secretaría de Hacienda ha confirmado que trabaja en la elaboración de “Facilidades Administrativas” para este asunto y con ello eximir a los pescadores de esta obligación, a la fecha no se conocen los detalles, y existe el temor de que en su caso se publiquen hasta el mes de mayo, con el riesgo de que no sean retroactivas, es decir, obligarían a las cooperativas a pagar al menos 5 meses de ISR.
