La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El vocero de la Diócesis de La Paz, el padre Juan Gómez, informó que hasta este momento no tienen una posición oficial en torno a la marcha y paro nacional de mujeres convocado para el 8 y 9 del presente mes, y señaló que aunque no invitan ni a asistir ni a no asistir, la decisión queda a conciencia de cada mujer; cada quien debe sentirse libre, expresó.
No obstante, hizo un llamado a la sociedad a practicar un respeto integral a la persona, y en el caso de las mujeres a reconocer su ejercicio tanto en su trabajo como en el hogar, a sus roles como esposa, hija, estudiante, y a no verla como un objeto de consumo.
Con todo y que el líder religioso coincidió en la necesidad de trabajar juntos como sociedad por el respeto a la mujer en un contexto en donde se han incrementado el número de feminicidios y de violencia de género, al tiempo que cuestionó hasta dónde una marcha y un paro pueden resolver este problema; ojalá no sea un pretexto para dejar de ir a trabajar, dijo.
En ese mismo tenor, el padre Juan Gómez afirmó que detrás de cada marcha hay distintas intenciones; habría qué ver quién la organiza y cuál es su propósito cuestionó.
El párroco vio la necesidad de que se legisle a favor de la mujer de una manera más justa, y se pronunció para que la violencia contra las mujeres no quede en la impunidad, destacando que este fenómeno se ha incrementado en los últimos meses, al igual que sucede en términos generales con toda la inseguridad.
Aunado a lo institucional, consideró que en este fenómeno también influye el espíritu machista que sigue reinando entre el pueblo mexicano.
A esta falta de políticas públicas adecuadas, dijo, habría que sumarle la pérdida de valores que se registra desde hace décadas, y en lo que mucho tuvo que ver el haber desaparecido las clases de civismo en las escuelas, lo que ha derivado en que la sociedad vaya creando sus propios valores.
Entre los casos más extremos, citó el caso de pueblos de los llamados originarios, en donde se vende la mujer para que haga matrimonio sin el consentimiento de esta.
La mujer y el hombre son iguales; serán distintos en su anatomía, pero esas diferencias son para complementarse, concluyó.