La Paz (OEM-Informex).- En la ciudad de La Paz el problema en cuanto a la generación y manejo de la basura tiene múltiples facetas debido a que por una parte éste se encuentra ligado a un cambio de cultura en el cual se debería concebir a la basura como una fuente de ingresos y de objetos reutilizables.
Sin embargo, en la ciudad de La Paz perduran los hábitos consumistas que llevan a generar poco más de 350 toneladas de basura al día, que son mal manejados, ya que no se aprovecha aquello que se puede reutilizar o compostear y termina en el basurero municipal, que representa la situación de un 91.8 % de la población, mientras que el 2 % de las viviendas, es decir, 5,088, queman ellos mismos su basura, lo cual es una práctica altamente contaminante, nociva para la salud y riesgosa ya que puede generar incendios.
CENTRO DE RECICLAJE
Mario Antonio Peña es parte del Centro de Reciclaje La Paz que actualmente es muy diverso en su compra de materiales reciclados, los cuales los envían a distintas partes de la República o lo revende a fábricas locales que usan esa materia prima.
Entre los principales problemas que Mario Peña logra identificar es que las personas aún no integran en sus hábitos la correcta separación de residuos, ya que a pesar de que reciben cartones, vidrio, papeles, plásticos, no todos son del mismo tipo ni se entregan en condiciones óptimas, lo cual reduce su valor.
La separación de residuos también incluye no sólo separarlos por material sino por calidades, tipos, colores y en quitarle los tapones y la etiqueta, además de lavarlo y presentarlo en buen estado. Estas acciones ahorran mucho tiempo, dinero y esfuerzo a las compañías recicladoras, las cuales pagan más cuando les entregan en estas condiciones los materiales; “Entre más limpio y bien separado mejor valor tiene, porque también nosotros los podemos vender en mejor precio y nos ahorra mucho tiempo”, menciona Mario Peña, que señala que esto es más sencillo hacerlo desde los hogares.
ACTUALIDAD DE LA RECICLADORA
Actualmente en la Recicladora reciben papel, cartón, jabas de madera, tarima, frascos y botellas de vidrio, botellas de pet, películas de polietileno, garrafones de agua de 19 litros, envases de electrolitos, botellas de galón lechero, rejillas negras, poliestireno, policarbonato, multicolor que engloba todos los revoltura de plásticos del cloro, Suavitel, medicinas, yogurt, etc., que son plásticos de alta densidad, a donde pueden acudir las personas y obtener un ingreso a cambio de sus residuos.
En el caso de las botellas PET si éstas son presentadas bien separadas por colores, sin tapones y sin etiquetas pueden llegar a costar tres veces su valor a que si las presentas revueltas donde su valor equivale a 1 peso; lo mismo sucede con el papel de reciclaje, que al venir revuelto tiene un valor de 20 centavos, que al presentarse separado por papel de archivo, periódico, revista, libros, folletos, sin grapas, sin broches, sin argollas y sin folders pueden aumentar su valor hasta un peso el kilo.
EL MAYOR IMPEDIMENTO
A pesar de los esfuerzos por cuidar el medio ambiente de la mayoría de las personas la problemática del basura podría reducir el esfuerzo en todo este gran trabajo de separación y de reciclaje si las empresas que generan todas estas botellas, bolsas y otros empaques para sus productos se responsabilizaran del destino de éstos, menciona Mario Peña; “En todas las compañías entre los fabricantes existe una política aberrantemente criminal, en donde por hacer dinero sacrifican los materiales reciclables por materiales que les son convenientes para vender más barato y obtener una mayor utilidad”.
Sin embargo esta política es muy poco compatible con las acciones que de manera individual se hacen para cuidar la ecología y el medio ambiente, pues las compañías en todo momento se deslindan de la responsabilidad de sus productos una vez lanzados al mercado, principalmente de las grandes cantidades de residuos que éstos generan, de los hábitos de consumo que promueven y de la casi imposible labor de separación de materiales que integran su producto, como es el caso de los disquettes, los cuales tienen alrededor de 7 materiales diminutos que los componen que no pueden separarse para su correcta clasificación y reciclaje.
“Mientras no se haga una legislación que obligue a las compañías a hacerse responsables por los productos que ponen en circulación el problema de la contaminación no se va a resolver”; además, señala que este tipo de irresponsabilidades también afecta para que cada vez disminuya la cantidad de personas encargándose del reciclaje, ya que genera mayores problemas para separar los materiales, produce menos utilidad y menor mercado donde poder comerciar con los materiales reciclados.
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