/ viernes 31 de marzo de 2023

Vicente Rojo x Vicente Rojo: exhiben la huella del artista en la gráfica

El museo de La Estampa alberga la exposición que reúne trabajos del artista desde 1968 hasta 2020

Además de artista plástico y escultor, Vicente Rojo ―uno de los más destacados referentes de la llamada ‘Generación de la ruptura’― fue un innovador del diseño y la gráfica en México, practicando, con obsesión y gran calidad, las técnicas de la litografía, la serigrafía, la aguatinta, la aguafuerte, la cincografía y la corografía.

Todo este trabajo gráfico hecho por el artista de origen catalán naturalizado mexicano, podrá ser apreciado en la exposición Vicente Rojo x Vicente Rojo, Retrospectiva gráfica 1968-2020, la cual estará abierta al público, a partir del 1 de abril, en el Museo Nacional de la Estampa.

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“Esta exposición es el reflejo de la obra de Vicente Rojo, la cual fue de un trabajo de investigación y no sólo simplista por ser abstracto. El formó parte de la importante generación que abrió el camino hacia nuevos valores estéticos ―muy influenciados por el abstraccionismo aún presente en esa época―, cuyos partícipes fueron acogidos por galerías privadas para después volverse un acto oficial. Con ellos rompió con esa dinámica, aunque Vicente Rojo siempre dijo que se trató de una ‘apertura’ a otros lenguajes que se estaban haciendo desde las vanguardias artísticas”, explicó en conferencia de prensa Lilia Prado, una de las curadoras de la muestra.

Con 89 piezas en exhibición ―una de ellas inédita―, entre litografías, moldes de grabados, un par de esculturas, obra gráfica y material editorial en el que colaboró como diseñador, la muestra propone un recuento gráfico del artista desde sus inicios formales hasta sus últimos días, antes de morir en marzo de 2021. Lo cual, da como resultado 60 años de carrera.

LAS DÉCADAS Y LAS SERIES

La exhibición comienza su recorrido cronológico, primero con una evocación de lo que pudo haber sido el taller donde Vicente Rojo planeaba sus diseños, para luego dar paso pasó al periodo en que el artista enfocó su obra, ya no al arte figurativo, sino al de un sentido geométrico. En el cual desarrolló su primera serie Señales, donde exploró la posibilidad de crear imágenes concretas, a partir del uso de figuras geométricas simples, como el círculo, el triángulo y el cuadrado.

“Para entender la obra de Vicente Rojo hay que ser conscientes de que él trabajaba de modo serial, algo que es natural en el grabado ya que permite hacer tirajes múltiples, de uno a cien, pero que en su caso era diferente pues el laboraba en varios cuadros al mismo tiempo, que eran únicos y muy diferentes cada uno, con una exploración diferente”, precisa Lilia Prado.

En esta parte, también se exhiben los Discos visuales, que Vicente Rojo diseñó, en 1968 en colaboración con Octavio Paz, como una especie de mecanismo para mostrar diferentes poemas del premio Nobel.

Romina Solis | El Sol de México


A esta le sigue Negaciones, esta serie corresponde a las investigaciones gráficas que Rojo realizó en torno a la figura de la letra “T”, en la que encontró una base de infinitas posibilidades geométricas; y Recuerdos, donde el artista realizó varias pieza en torno a su infancia en España, que se vio asediada por la dictadura Franquista.

También se muestran la serie México bajo la lluvia, que refiere al obsesivo intento de Rojo por retratar la impresión que le dio ver llover en un viaje que realizó al Valle de Cholula; así como Escenarios, en cuyas piezas mostró su interés por la arquitectura.

La exposición termina con la serie Escrituras, en ésta, Rojo hizo evidente su fascinación por el valor visual de las letras, por lo que inventó alfabetos propios, con una gran representación de la letra T, donde se exhiben los diversos diseños editoriales que hizo para varias editoriales, entre los que se encuentra Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco y Aura, de Carlos Fuentes.

Como detalle, al final de la exposición se muestra la pieza Jardín de niños, hecha en 2020, la cual es expuesta por primera ocasión y forma parte de la serie Jardines, la cual quedó inconclusa. Esta pieza la realizó en colaboración con la artista visual Lorena Zozaya, con el taller Proyecto Grafika 21.

MUSEOGRAFÍA CONCEPTUAL

Con intervenciones pictóricas en los muros del museo, y la proyección del vitral Versión celeste, que Rojo realizó para el techo del patio principal de la Casa Matriz del Nacional Monte de Piedad, en 2019, la muestra pretende ser más que sólo una exhibición de piezas, para entrar en un “juego de niños” con la obra del artista.

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“En la museografía quisimos reproducir la idea del espejo porque la técnica de grabado se trabaja en un sentido y al imprimirse se refleja en el contrario. Por eso es que la “X” representa dos triángulos. En su obra la geometría habla, entre otras cosas, de esa doble visión, de lo que se ve afuera y lo que se ve dentro, de lo que se ve arriba y se ve abajo.”, detalló la curadora Karen Cheirif, sobre la confección y concepto de la muestra.

La exposición también cuenta con un video en el que se proyectan testimonios de gente que trabajó con Rojo en varios talleres, como Ediciones Multiarte, Taller de Gráfica Bordes y La Siempre Habana, entre otros.

Además de artista plástico y escultor, Vicente Rojo ―uno de los más destacados referentes de la llamada ‘Generación de la ruptura’― fue un innovador del diseño y la gráfica en México, practicando, con obsesión y gran calidad, las técnicas de la litografía, la serigrafía, la aguatinta, la aguafuerte, la cincografía y la corografía.

Todo este trabajo gráfico hecho por el artista de origen catalán naturalizado mexicano, podrá ser apreciado en la exposición Vicente Rojo x Vicente Rojo, Retrospectiva gráfica 1968-2020, la cual estará abierta al público, a partir del 1 de abril, en el Museo Nacional de la Estampa.

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“Esta exposición es el reflejo de la obra de Vicente Rojo, la cual fue de un trabajo de investigación y no sólo simplista por ser abstracto. El formó parte de la importante generación que abrió el camino hacia nuevos valores estéticos ―muy influenciados por el abstraccionismo aún presente en esa época―, cuyos partícipes fueron acogidos por galerías privadas para después volverse un acto oficial. Con ellos rompió con esa dinámica, aunque Vicente Rojo siempre dijo que se trató de una ‘apertura’ a otros lenguajes que se estaban haciendo desde las vanguardias artísticas”, explicó en conferencia de prensa Lilia Prado, una de las curadoras de la muestra.

Con 89 piezas en exhibición ―una de ellas inédita―, entre litografías, moldes de grabados, un par de esculturas, obra gráfica y material editorial en el que colaboró como diseñador, la muestra propone un recuento gráfico del artista desde sus inicios formales hasta sus últimos días, antes de morir en marzo de 2021. Lo cual, da como resultado 60 años de carrera.

LAS DÉCADAS Y LAS SERIES

La exhibición comienza su recorrido cronológico, primero con una evocación de lo que pudo haber sido el taller donde Vicente Rojo planeaba sus diseños, para luego dar paso pasó al periodo en que el artista enfocó su obra, ya no al arte figurativo, sino al de un sentido geométrico. En el cual desarrolló su primera serie Señales, donde exploró la posibilidad de crear imágenes concretas, a partir del uso de figuras geométricas simples, como el círculo, el triángulo y el cuadrado.

“Para entender la obra de Vicente Rojo hay que ser conscientes de que él trabajaba de modo serial, algo que es natural en el grabado ya que permite hacer tirajes múltiples, de uno a cien, pero que en su caso era diferente pues el laboraba en varios cuadros al mismo tiempo, que eran únicos y muy diferentes cada uno, con una exploración diferente”, precisa Lilia Prado.

En esta parte, también se exhiben los Discos visuales, que Vicente Rojo diseñó, en 1968 en colaboración con Octavio Paz, como una especie de mecanismo para mostrar diferentes poemas del premio Nobel.

Romina Solis | El Sol de México


A esta le sigue Negaciones, esta serie corresponde a las investigaciones gráficas que Rojo realizó en torno a la figura de la letra “T”, en la que encontró una base de infinitas posibilidades geométricas; y Recuerdos, donde el artista realizó varias pieza en torno a su infancia en España, que se vio asediada por la dictadura Franquista.

También se muestran la serie México bajo la lluvia, que refiere al obsesivo intento de Rojo por retratar la impresión que le dio ver llover en un viaje que realizó al Valle de Cholula; así como Escenarios, en cuyas piezas mostró su interés por la arquitectura.

La exposición termina con la serie Escrituras, en ésta, Rojo hizo evidente su fascinación por el valor visual de las letras, por lo que inventó alfabetos propios, con una gran representación de la letra T, donde se exhiben los diversos diseños editoriales que hizo para varias editoriales, entre los que se encuentra Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco y Aura, de Carlos Fuentes.

Como detalle, al final de la exposición se muestra la pieza Jardín de niños, hecha en 2020, la cual es expuesta por primera ocasión y forma parte de la serie Jardines, la cual quedó inconclusa. Esta pieza la realizó en colaboración con la artista visual Lorena Zozaya, con el taller Proyecto Grafika 21.

MUSEOGRAFÍA CONCEPTUAL

Con intervenciones pictóricas en los muros del museo, y la proyección del vitral Versión celeste, que Rojo realizó para el techo del patio principal de la Casa Matriz del Nacional Monte de Piedad, en 2019, la muestra pretende ser más que sólo una exhibición de piezas, para entrar en un “juego de niños” con la obra del artista.

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“En la museografía quisimos reproducir la idea del espejo porque la técnica de grabado se trabaja en un sentido y al imprimirse se refleja en el contrario. Por eso es que la “X” representa dos triángulos. En su obra la geometría habla, entre otras cosas, de esa doble visión, de lo que se ve afuera y lo que se ve dentro, de lo que se ve arriba y se ve abajo.”, detalló la curadora Karen Cheirif, sobre la confección y concepto de la muestra.

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