La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- El señor Bernardo Naba Martínez, originario de Texcoco, Estado de México, inició hace 8 meses un negocio junto con su familia en la zona Centro de la ciudad de La Paz, dedicado a la preparación de los auténticos tlacoyos, y las tradicionales guajolotas, siendo un chef con estudios y una preparación de muchos años. Comentó que las ventas en estos meses de enero y febrero han sido bajas contando únicamente con un 40% de sus ventas, al estar inmersos en una situación crítica de difícil situación económica.
“Tenemos 8 meses en el negocio, anteriormente vendíamos por internet sobre pedido nada más, venimos del Estado de México de Texcoco, lo que vendemos son tlacoyos tradicionales originarios de la Ciudad de México, Texcoco, Tlaxcala, Querétaro, Hidalgo, en toda esa zona se originaron los auténticos tlacoyos prehispánicos que hacían los Aztecas y todas esas culturas antiguas, antes de que llegaran los españoles. El tlacoyo es una bola de masa se rellena ya sea con chicharrón, requesón o frijol, se hace un tipo de masita y se cuece al comal, ya que sale se le agrega crema, nopales, cebolla picada, cilantro y salsa verde o roja, eso es básicamente el tlacoyo”.
La idea de poner un negocio de tlacoyos surgió porque en la ciudad de La Paz no había ningún otro negocio de tlacoyos: “Estabamos en La Paz comenzó la pandemia y decidimos abrir este negocio, ha tenido buena aceptación, además de vender guajolotas. Estas son un tamal verde con carne de puerco y salsa puesto en un bolillo. Algunos a la guajolota le ponen un poco de cebolla picada y más salsa verde o roja”.
Estas guajolotas son tradicionales de México en una versión que nació en el barrio de Tepito. “Había un puesto de tamales, una señora vendía tamales y le decían “La Guajolota” a la señora, era su apodo. Llegaban a comer los teporochitos, los borrachitos y toda la gente en el barrio, llegó un borrachito y se le ocurrió al señor decirle a la señora que le diera algo más macicito, entonces como tenía bolillos, el tamal se lo puso en un bolillo, entonces empezó a comer y le empezó a decir a sus amigos vamos a comer allá con doña Guajolota, lo que era una torta de tamal, así que le empezaron a llamar a esa comida guajolota, la señora vendía tamales y café, pero se hizo famosa por sus guajolotas y así nacieron las tradicionales guajolotas”.
Con un horario de lunes a sábados de 9 de la mañana a 5 de la tarde, y los domingos de 9 de la mañana a 2 de la tarde, podemos deleitarnos de unos tlacoyos tradicionales, o de unas guajolotas al estilo del Barrio de Tepito, además de un excelente servicio y una charla amena muy cerca del malecón paceño.
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“Las ventas de repente bajan un poquito pero yo creo que con mucha fe vamos saliendo adelante, conforme se va componiendo la situación va saliendo más la gente y va consumiendo más. Hemos tenido clientes extranjeros que son suecos, canadienses, americanos, prueban esta comida y luego regresan porque es un sabor único que le da la masa nixtamalizada”.
“Tenemos pastes que son tradicionales de Hidalgo, que es poro, papa y carne de puerco, esto lo trajeron los ingleses a Hidalgo, además de suspiros de monjas, son galletas que parecen pastisetas, las pruebas y se desbaratan en la boca. Los invitamos a que vengan a probar las cosas que hacemos, los que no lo han probado, los que ya lo han probado que vengan a seguir consumiendo lo que tenemos, que prueben estos sabores que son únicos regresando a lo tradicional que poseemos en un lugar tan único como nuestro país, lleno de riquezas culinarias”.
