La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- “Mi diagnostico era que yo no iba a salir del hospital, mi familia estaba destrozada”, fueron las palabras de Juan Carlos Pinales Soria, al recordar su transe, luego de dos años de haber contraído Covid-19, siendo el paciente número 48 de la tabla de recuperados, misma que hoy haciende a más de 96 mil personas.
El testimonio de Juan Carlos deja al descubierto la fragilidad de la vida, al escuchar la aparición de un virus que estaba cobrando vidas en China él pensó que era imposible contraer la enfermedad ya que se encontraba en un país muy lejano a México, sin embargo, el 4 de abril de 2020, días después de que México declarará la contingencia sanitaria y se lanzará en todo el país la campaña de salud “Quédate en casa”, empezó a notar síntomas relacionados con la enfermedad.
Las pruebas que le realizaron arrojaron que era portador de Covid-19, enfermedad que él califica como triste y lastimosa, donde el miedo y pánico se apoderan del paciente.
Al consumir alimentos sentía que les faltaba sal, posteriormente los síntomas uno a uno se hicieron presentes, nariz congestionada, dolor de cabeza, fiebre, y un dolor de garganta inusual como nunca antes lo había sentido, fue entonces que se alertaron a su esposa e hijos y pidieron ayuda a la Secretaría de Salud, quienes de inmediato le recetaron medicamentos que no pasaban de Paracetamol ya que en abril de 2020 no había conocimiento certero de cómo reaccionaba el virus y con que se debía atacar.
SE AGUDIZO LA ENFERMEDAD
La pérdida de memoria fue algo que alarmó a sus familiares, Juan Carlos preguntaba por personas que ya no estaban, mientras su condición de salud empeoraba y su oxigenación descendía a marcha forzada; fue entonces cuando sufrió un colapso respiratorio y fue ingresado de emergencia al Instituto Mexicano del Seguro Social donde permaneció por 6 días luchando por salir adelante y volver a ver a su familia.
Narra que el área en la cual permaneció por varios días es única y se ven situaciones que normalmente no suelen ser comunes en los hospitales, “vi personas llorar pidiendo que esto ya terminara, me tocó ver a otras que ya no pudieron más y tuvieron que intubarlas, sin duda el pánico y el miedo se apoderan de uno”.
En el hospital se fue agudizando su estado de salud, a su ingreso le realizaron una tomografía que arrojó que sus pulmones estaban colapsados al 60 por ciento, posteriormente encontraron un problema que complicaba el panorama un electrocardiograma indicaba que sus arterias se encontraban tapadas.
“Empecé a luchar por mi vida, yo recuerdo que había personas que motivaban, médicos que me decían que tenía que salir adelante, yo soy una persona que vive la vida positiva tratando de vivir con la mejor manera aún con las circunstancias con mucha ayuda de mi Dios y fue como yo empecé a luchar dentro de ese hospital”.
SECUELAS
Tras superar la enfermedad, Juan Carlos quedó con secuelas como pérdida de la vista, la glucosa sin control, al caminar se agitaba, debilidad en las extremidades y los médicos indicaron que debían realizarle una operación para destapar una arteria del corazón, situación que volvió a generar preocupación a su familia.
Al paso del tiempo cuando estaban listos para la operación, los estudios preoperatorios arrojaron que la arteria del corazón ya no se encontraba obstruida por lo que no fue necesario realizar el procedimiento quirúrgico.
“Salí muy mal, emocionalmente destruido, tuve que tomar medicamentos para dormir porque mis días, mis horas se voltearon completamente, tenía mucho pánico”.
Su recuperación la atribuye a un milagro de Dios ya que recuerda lo difícil que ha sido el transitar de los días desde su salida del hospital, “viví experiencias que para mí son importantes como ser humano, espirituales dentro de esa enfermedad, sentía que me iba pero a la vez sentía que Dios me estaba dando otra oportunidad”.
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Durante los dos años de pandemia en su familia se han presentado al menos 15 contagios, todos han sido leves y sin necesidad de recurrir al hospital.
Tras vivir la enfermedad en carne propia, una recuperación lenta pero a paso firme, invita a la ciudadanía a no bajar la guardia, a seguir llevando a cabo las medidas sanitarias que indican las autoridades para cuidar su salud, “al día de hoy puedo decir que se le ha ganado la partida al Covid-19, Ómicron ya no se va a los pulmones, ya no es tan agresivo el virus, pero es muy importante que nos sigamos cuidando para que esto pueda llegar a su fin”, concluyó.
