La Paz, Baja California Sur.- Cuentan las personas mayores que antes de los 90’s en el estado de Baja California Sur había mucha abundancia; las personas venían de todas partes del mundo y del país a trabajar y a poner su propio negocio donde pronto se hacían ricos.

Las personas que tenían sus “changarros” o negocios se dedicaban a “la changarreada”, como el señor José Rafael Limón Martínez, quien vendía dulces en un camioneta y surtía a los changarritos, donde dice les tomó gran aprecio a éstos y a sus dueños, pues dice entregaban sus vidas a ellos trabajando los 365 días del año desde muy temprano y hasta muy noche. Pero lo que considera más importante en lo social es el papel que jugaban en la colonia, las financiaba dando créditos a las familias, “sobre todo los pescadores que agarraban dinero en temporadas específicas y otras tantas no tenían”.

Las personas que se dedicaron por años a la changarreada muchos lograron darles una carrera profesional a sus hijos, sin embargo después de los 90’s la situación se puso difícil y empezaron a decaer sus negocios.

Otro golpe bajo para los changarros fue la llegada de grandes empresas que desplazaron a éstos, “acabando con todo”, menciona, y finalmente muchos no pudieron competir contra las grandes cadenas siendo condenadas a extinguirse, a tal grado que el día de hoy apenas podemos ver algunas que se resisten a morir.