En febrero Larry Fink, mandamás de la influyente gestora de fondos BlackRock, volvió a reunirse con Andrés Manuel López Obrador. Desde el gobierno se difundió fuerte el encuentro, máxime que ahora el financiero incluyó en su agenda a Claudia Sheinbaum.
Fink, quien fundó BlackRock hace 35 años con otros 8 socios incluido Rob Kapito, gusta de visitar a mandatarios de distintos países como por ejemplo el francés Emmanuel Macron. Cuando se manejan 10 trillones de dólares en activos es entendible dicha interacción.
BlackRock llegó en 2018 en pleno proceso electoral. No le tembló la mano ya que asumió el negocio de fondos de Banamex con 34,000 mdd. Era entonces la operación más grande en un país emergente. En 2006 igual se quedó con el negocio de gestión de inversiones de Merryl Lynch y Barclays Global Investors en 2014.
Recién anunció la adquisición de Global Infrastructure Partners (GIP) que comanda Adebayo Ogunlesi con lo que robustecerá su portafolio.
Aquí BlackRock es comandado desde 2020 por Sergio Méndez, financiero con una trayectoria de 30 años (OBSA, Inverlat, Nafin, Prudential, Santander y Afore XXI).
Méndez hace ver que en el mundo hay enormes rezagos en infraestructura y el reto es llevar a más inversionistas de pie a ese terreno. Aquí también con la orientación al presupuesto en el sexenio, los rezagos son enormes.
En ese sentido Méndez pondera el escenario futuro con optimismo, porque amén de las muchas necesidades en diversos campos, a diferencia de antaño, hay ahorro, lo que ayuda a la economía. Hoy las afores son el 19% del PIB, las sociedades de inversión 11%, y aseguradoras 7%.
BlackRock está confiado en acompañar los retos futuros. Un punto a favor es que en infraestructura tanto Sheinbaum como Xóchitl Gálvez traen el asunto en la mira.
La manejadora igual está lista a acompañar a Banamex de Manuel Romo en su dilución en bolsa, empujar la cultura financiera y ampliar su portafolio de inversión. Está en proceso un nuevo ETFs, o sea un nuevo vehículo bajo su marca iShares, que pronto se lanzará.
