La muerte de cuatro lactantes por infecciones respiratorias en lo que va del año en Chile, dos de ellos en la última semana mientras esperaban atención especializada, encendió alarmas sobre la capacidad del sistema sanitario para enfrentar la llegada del invierno austral y la mayor circulación viral.
El viernes en un reporte, el ministerio de Salud dijo que aumentó en torno a 47% el número de camas críticas pediátricas disponibles a mil 87 unidades entre el sistema público y privado, pero que ya hay una ocupación promedio de 94%.
En las populosas regiones de Santiago y la vecina Valparaíso en el centro del país, así como otras en el sur, más frío y húmedo, la ocupación de las camas es de 100%. En zonas del norte del país en cambio, más cálido, el sistema está menos exigido.
La emergencia ha desatado críticas contra el gobierno por una lentitud en el despliegue de la campaña de salud pública ante la llegada del frío.
"A pesar que era esperado, estamos frente a uno de los brotes mayores de virus sincicial que hayamos visto en los años precedentes", dijo el jueves la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
"Lamentamos todos y cada uno de esos fallecimientos. Ha sido un tanto adelantado en relación a otros años", añadió la autoridad, destacando sin embargo que "está en una situación no particularmente elevada a pesar del gran número de casos que tenemos".
El virus sincicial respiratorio (VSR) es común pero puede ser más grave en bebés.
Dos bebés fallecieron en pequeñas ciudades costeras de la región de Valparaíso por complicaciones del virus respiratorio, mientras esperaban durante horas para ser trasladados a centros médicos de ciudades mayores con camas pediátricas avanzadas.
Las enfermedades respiratorias se disparan durante el invierno austral. En la capital Santiago la situación también suele ser grave entre niños pequeños y adultos mayores debido a la intensa contaminación atmosférica en la ciudad, emplazada en una cuenca rodeada de cerros.
Yessenia Sánchez, mamá de uno de los bebés fallecidos, dijo que esperó desde primera hora de la mañana por una ambulancia, pero ésta sólo llegó entrada la noche. "Se tardaron tanto para un cupo (de cama) en un hospital que tuviera UCI (cuidados intensivos)", lamentó.
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"Yo cuento mi historia más que todo para hacer un llamado a toda la población, que esté muy pendiente de sus hijos porque es muy triste, yo lo veía como una simple gripe", añadió.
