/ viernes 27 de mayo de 2022

Alicia, la señora de la estación del tren de Ciudad Juárez

Recordar un viaje en el ferrocarril puede remover tantas emociones en quienes pudieron vivir aquella época

Recordar un viaje en el ferrocarril puede remover tantas emociones en quienes pudieron vivir aquella época y quienes hoy desearían volver a comprar un boleto para transbordarlo de nuevo.

Alicia Rosales de Montoya, quien creció toda su vida entre trenes, por ser la hija, hermana y esposa de un ferrocarrilero, relata las experiencias al vivir tan cerca del ferrocarril junto con su esposo, Manuel Montoya, quien fue jefe de estación en Ciudad Ahumada, en el año 1947, a unos kilómetros de Ciudad Juárez.

Te puede interesar: Ferrocarriles de carga en México cumplen 162 años

Durante 35 años, se esposo se dedicó a dirigir la estación que transportaba la mercancía que salía de Ciudad Juárez a la Ciudad de México y que pasaba por esta entidad.

Alicia Rosales de Montoya, quien creció toda su vida entre trenes / Foto: Archivo | El Heraldo de Juárez

Él se comunicaba por medio del telégrafo a todas las estaciones del país, debido a que en ese entonces era el único medio para comunicarse y mediante el cual, recibían ordenes de otras estaciones a través de la Clave Morse.

Luego de comenzar como aprendiz, a los 24 años ya era jefe de estación, siendo desde los 15 que él mostró su interés y habilidades para el manejo de esta maquinaria.

Durante 36 años de casados, ellos se encargaban de darle alimento a los migrantes que viajaban en los trenes cargueros, donde su destino era llegar a Ciudad Juárez.

Mucha gente de Villa Ahumada me apoyaba con el alimento, para que cuando ellos pasaran por la estación yo les pudiera dar esta comida, gente con hambre, frio y además niños, ellos venían sentados sobre tablas en estos trenes, eso era lo único que no me gustaba de vivir tan cerca de los ferrocarriles dice.

Por su parte, Rodolfo quien trabajó durante un tiempo en el ferrocarril, platica cómo le tocó ver a la gente que tomaba un tren que salía de la Ciudad de México a las 5:00 de la mañana, llegaba a Torreón y después a Ciudad Juárez.

“A la gente le gustaba mucho este medio de transporte porque además de que era muy económico, también se podía transportar cualquier tipo de mercancías, animales, cajas e incluso hasta muertos”, expresa.

También era muy bonito, recuerda, ver cómo todo tipo de vendedores anunciando su productos, especialmente los caramelos, refresco y cerveza, la gente asomaba sus cabezas por la ventana para pedir. Además de un trío de músicos que abordaba el tren para hacer más ameno el viaje.

Nota publicada en El Heraldo de Juárez

Recordar un viaje en el ferrocarril puede remover tantas emociones en quienes pudieron vivir aquella época y quienes hoy desearían volver a comprar un boleto para transbordarlo de nuevo.

Alicia Rosales de Montoya, quien creció toda su vida entre trenes, por ser la hija, hermana y esposa de un ferrocarrilero, relata las experiencias al vivir tan cerca del ferrocarril junto con su esposo, Manuel Montoya, quien fue jefe de estación en Ciudad Ahumada, en el año 1947, a unos kilómetros de Ciudad Juárez.

Te puede interesar: Ferrocarriles de carga en México cumplen 162 años

Durante 35 años, se esposo se dedicó a dirigir la estación que transportaba la mercancía que salía de Ciudad Juárez a la Ciudad de México y que pasaba por esta entidad.

Alicia Rosales de Montoya, quien creció toda su vida entre trenes / Foto: Archivo | El Heraldo de Juárez

Él se comunicaba por medio del telégrafo a todas las estaciones del país, debido a que en ese entonces era el único medio para comunicarse y mediante el cual, recibían ordenes de otras estaciones a través de la Clave Morse.

Luego de comenzar como aprendiz, a los 24 años ya era jefe de estación, siendo desde los 15 que él mostró su interés y habilidades para el manejo de esta maquinaria.

Durante 36 años de casados, ellos se encargaban de darle alimento a los migrantes que viajaban en los trenes cargueros, donde su destino era llegar a Ciudad Juárez.

Mucha gente de Villa Ahumada me apoyaba con el alimento, para que cuando ellos pasaran por la estación yo les pudiera dar esta comida, gente con hambre, frio y además niños, ellos venían sentados sobre tablas en estos trenes, eso era lo único que no me gustaba de vivir tan cerca de los ferrocarriles dice.

Por su parte, Rodolfo quien trabajó durante un tiempo en el ferrocarril, platica cómo le tocó ver a la gente que tomaba un tren que salía de la Ciudad de México a las 5:00 de la mañana, llegaba a Torreón y después a Ciudad Juárez.

“A la gente le gustaba mucho este medio de transporte porque además de que era muy económico, también se podía transportar cualquier tipo de mercancías, animales, cajas e incluso hasta muertos”, expresa.

También era muy bonito, recuerda, ver cómo todo tipo de vendedores anunciando su productos, especialmente los caramelos, refresco y cerveza, la gente asomaba sus cabezas por la ventana para pedir. Además de un trío de músicos que abordaba el tren para hacer más ameno el viaje.

Nota publicada en El Heraldo de Juárez

Local

Baja la temperatura al norte del estado

Es el día ideal para ir a la playa o dar un paseo al aire libre

Municipios

Van 25 casos de hepatitis A en Cabo San Lucas

Personas afectadas por esta enfermedad son 6 mujeres y 19 hombres, en edades de los 5 a los 40 años

Deportes

Carrera nocturna Dos Mares 500 espera a 40 mil aficionados

Participan corredores de otros estados de la república y de Estados Unidos

Policiaca

Denuncian presunta agresión a docentes por policías estatales en La Paz

Los hechos se suscitaron hoy al mediodía, durante las movilizaciones en el bloqueo de la vía que conecta la ciudad con el aeropuerto de La Paz

Local

Piden a trabajadores de la educación regresar a clases

El gobierno del estado informa que se están haciendo gestiones ante las autoridades federales y esperan una respuesta el martes 30 de abril

Local

Ante bloqueo carretero usan camino alterno al aeropuerto

Te decimos cuál fue la ruta que decidieron utilizar ciudadanos para cruzar la manifestación