[Video] Ballenas en Laguna Ojo de Liebre aprendieron a ser amigables

Hace 40 años solo se les podía ver por breves minutos y no era común que las persona pudieran tocarlas

Elías Medina P.

  · sábado 26 de enero de 2019

La Paz, Baja California Sur.-En laguna Ojo de Liebre 9 de cada 10 lanchas que salen con turistas a ver ballenas logran que los visitantes interactúen y toquen a un cetáceo; en casi todos los casos, hembras adultas que tienen muchos años viajando desde el Polo Norte a este cálido cuerpo de agua ubicado en la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, tiempo en el que se han familiarizado con la interacción humana.

Sin embargo este comportamiento amistoso no siempre fue así; cuando el avistamiento de ballenas inició como una opción productiva para los campesinos del Ejido Benito Juárez –pioneros en esta actividad a finales de los años 70-, no era común tocar una ballena; a lo mucho se le podía ver de cerca y sólo por breves momentos.

40 años después los cetáceos –o al menos una buena parte de estos- conviven con los turistas y se acercan para dejarse acariciar, un proceso de socialización que atrae a miles de turistas cada año a laguna Ojo de Liebre, el principal y más grande santuario ballenero del mundo según la CONANP, con una superficie de casi 50 kilómetros de largo por 12 de ancho, hasta 2,700 cetáceos arribando cada año para aparearse y dar a luz sus crías, o naciendo en ese cuerpo de agua declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

Las ballenas que arriban a Laguna Ojo de Liebre son muy amigables y en 4 décadas apenas ha habido dos incidentes al observarlas. Archivo


En 4 décadas de avistamiento sólo se han registrado dos incidentes; el primero fue en el 2009 cuando un ballenato amistoso jugueteaba a un lado de la lancha y al dar un salto impactó la orilla de la panga provocando la caída de varios turistas. El incidente no pasó a mayores y los náufragos fueron subidos de nuevo. En el 2015, una lancha impactó a una ballena cuando realizaba su trayecto, tampoco hubo lesionados y todo quedó en un susto y un chapuzón.

Vea: Se alistan más de 4 mil tiburoneros para volver al mar

El único ataque de ballena se registró en febrero de 1996 cuando una adulta enfurecida arremetió en varias ocasiones a una panga hasta que la hundió; el capitán Abel Morán y los turistas cayeron al agua y desde ahí vieron cómo la ballena siguió atacando la embarcación hasta que ésta se fue a pique. Los coletazos iban dirigidos al motor y no dejó de golpear hasta que la máquina se apagó.

Your browser does not support HTML5 video

De acuerdo a datos de la CONANP a Ojo de Liebre llegan cada año hasta 2,700 ballenas, 348 a Laguna San Ignacio y 180 a Bahía Magdalena.