La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Miguel Ángel Rivera es un sudcaliforniano de 61 años de edad y desde hace tres fue diagnosticado con la enfermedad de diabetes, en ese lapso se golpeó y enterró con un fierro en un dedo al estar realizando un trabajo y al poco tiempo tuvieron que cortar una pierna y meses atrás en plena pandemia del Covid-19 su segunda extremidad.
Pero ello no ha sido motivo para que deje de trabajar, sino al contrario sigue desempeñando su profesión que ejerce desde hace muchos años y con la cual ha podido mantener a su familia que es la de soldador con la cual se siente útil para sí mismo como para la sociedad, dicho en sus propias palabras.
Diariamente se tiene que trasladar en silla de ruedas a su lugar de trabajo en la colonia San Fernando a la zona Centro de La Paz, pero en el andar tiene que lidiar con muchas obstáculos que se le presentan como por ejemplo las calles ya que algunas están sin pavimentarse, llenas de baches y basura, pero la pregunta obligada es por qué se va por las calles?
Don Miguel Ángel como es conocido asienta que las banquetas no están condicionadas para que una persona con discapacidad se desplace ya que los ciudadanos ponen sus carros, las aceras se encuentran muy estrechas y otras ni siquiera tienen la rampa para discapacitados, pero la verdadera problemática por la que alza la voz y desea ser escuchado es la falta de transporte público para que las discapacitadas y discapacitados puedan desplazarse con toda confianza a sus labores ya que solo hay un camión condicionado para subir y bajar en la ciudad de La Paz y este mismo pasa cada 2 horas y si llegase a su parada habitual un minuto más tarde se tiene que esperar otras dos horas para tomarlo y si el camión se descompone como ha pasado en perdido su día de trabajo. Puesto que nadie se pone en su lugar hecho, que lo tiene muy triste y a veces al borde del llanto.
FALTA DE CULTURA Y DE VALORES EN LA CIUDADANÍA
Ha habido ocasiones en que Don Miguel Ángel se ha ido desde su trabajo hasta su casa, peligrando ser atropellado ya que muchos ciudadanos por su falta de cultura le gritan groserías por desplazarse despacio, pero no entienden que es una persona de la tercera edad y discapacitado, situación que le ha sacado varias lagrimas porque le gritan en los semáforos: ¡échale turbo! y hasta le recuerdan a su madre con altanería.
También recalca que la mayoría de los Ubers que contacta por la App de su celular lo ven y le cancelan los viajes, ya que los automóviles no están condicionados para llevarlo a su destino y cuando llama a un taxista tiene que pagar casi $200 pesos, hecho que le hace pensar: una de dos o llevó dinero a mi casa o pago el taxi.
Don Miguel Ángel hace un llamado a las autoridades municipales y estatales de que pongan más atención en las mujeres y hombres que tienen alguna discapacidad puesto que no pueden estar encerrados en sus casas ya que la mayor parte de ellos y ellas siguen siendo el pilar de sus hogares y el sustento para llevar alimento y dinero ya que no le parece los millones de pesos invertidos en ciclovías ya que ese dinero podría ser destinado a un mejor transporte público y el mejoramiento de las calles de la ciudad.
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Antes de finalizar es importante recalcar que Don Miguel desea tener más ingresos económicos por lo que pone su número telefónico que es el 6121856719 para trabajos de soldadura.