La Paz, Baja California Sur.- El presidente municipal Rubén Muñoz Álvarez, dijo que la crisis financiera que vive el Ayuntamiento se debe en gran parte a la abultada nómina que existe, la cual ha crecido históricamente de manera inadecuada afectando no sólo la economía de la institución, sino también su efectividad en el otorgamiento de servicios, ya que el mayor número de empleados se concentra en las áreas administrativas y en las unidades operativas se carece de recursos humanos.
“En base a los estudios que existen sobre las instituciones se gobierno municipales, sabemos que debe haber 600 empleados por cada cien mil habitantes, ya que con una adecuada organización, estos son suficientes para cumplir con las funciones de la institución, esto quiere decir que en La Paz bastaría con una base trabajadora de mil 800 empleados, sin embargo, tenemos poco más de 3 mil 800 y esto es lo que nos lleva a un gasto sumamente elevado en el pago de nómina” recalcó.
En base a esto el alcalde consideró necesario crear una comisión mixta para que se revise el funcionamiento de las áreas y que el personal sea sujeto a un proceso de rotación, con la finalidad de fortalecer aquellas áreas en las que se requieren más elementos.
Un ejemplo que puso sobre esta condición, es la relación contractual que existe entre los empleados y el Ayuntamiento, ya que al fallecer un trabajador perteneciente al área de servicios públicos, por derecho sindical se debe contratar a uno de sus hijos y, se han dado casos, en los que se contrata personas que no pueden ser colocadas en el sitio que dejó el padre y son llevadas a otros departamentos, lo que ha disminuido el número de empleados en la recolección de basura y ha incrementado el número de elementos en las oficinas.
Consideró necesario hacer cambios jurídicos a la ley burocrática para superar la situación cotidiana que provocan los adeudos salariales, ya que se han creado y aplicado bonos cuando se sabe que no existe la capacidad de poder pagarlos y tampoco se puede seguir alimentando este grave problema. “Ha llegado el momento de revisar las condiciones de trabajo porque todo lo que dejamos de hacer repercute en la prestación de servicios y eso es algo que debemos cambiar”.
La cultura social que ha caracterizado a la ciudad es que el lugar más cómodo para trabajar es el gobierno, pero esto debe cambiar no sólo por la fragilidad de las finanzas de las instituciones, sino también porque se debe impulsar la contratación de personas en nuevas fuentes de empleo provenientes de la iniciativa privada.
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En base a esto y como una idea inicial, planteó que la contratación de personal en cualquiera de las áreas del Ayuntamiento, tenga que ser aprobada por el cabildo y no dejar esta facultad sólo al alcalde, al oficial mayor o a los directores se áreas, además de que se demuestre debidamente justificadas.
