La Paz, B.C.S. (OEM).- Más de 100 elementos civiles y militares siguen trabajando para sofocar el incendio de San Ignacio que este sábado arrasó con más de 30 hectáreas de huertas en una superficie de más de 2.5 kilómetros, que gracias a la intervención de bomberos, soldados, elementos de protección civil, Conafor y voluntarios, pudo ser contenido antes de llegar al pueblo.
Aunque la causa del origen no se ha dado a conocer de manera oficial, vecinos consultados por El Sudcaliforniano señalan que fue por un chispazo en una línea de electricidad de alta tensión que se soltó al momento en que trabajadores de la CFE hacían trabajos de reparación en un sitio cercano a San Lino, en el ramal que va a San Borja, muy cerca de la hielera.
Una vez iniciado, en menos de 15 minutos las llamas se propagaron en una zona de huertas de palmas datileras, con una velocidad nunca antes vista y con llamas de hasta 50 metros de altura: un incendio gigante que incluso brincó el río afectando los palmares de ambas riberas.
El incidente comenzó poco después de las 4 de la tarde y en solo 15 minutos avanzó cientos de metros y con tal intensidad que en hora y media se extendió rápidamente, de tal manera que no hubo manera de controlarlo, aunque el trabajo de los bomberos evitó que el fuego llegara al pueblo, en un trabajo continuo de más de 18 horas en el que participaron elementos de Santa Rosalía, Guerrero Negro, Muelgé y San Ignacio, pipas del ejido Bonfil y de La Bocana.
No hay reporte de pérdida de vidas humanas solo daños materiales en palapas, secaderos de dátiles y pequeñas construcciones en el interior de las huertas; uno de los factores que contribuyeron a esta inusual y rápida propagación de las llamas fue la presencia de vientos fuertes y secos provenientes del pacífico de los conocidos como vientos de Santa Ana, y una maleza seca abundante en huertas abandonadas, en donde la pérdida es casi total.
Sobre este siniestro, el Subsecretario de Protección Civil Carlos Godínez informó que durante este domingo los bomberos seguían apagando los restos del fuego a fin de que evitar que el incendio se avivara, y que el comando de incidencias realiza una supervisión en la zona para dirigir a los tres grupos que trabajan en este siniestro, buscando sobre todo proteger a la zona habitacional de San Ignacio y a una ranchería conocida como San Vicente.
