La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- La cosecha de higo en el Valle de Vizcaíno, municipio de Mulegé se encuentra en su máxima producción, con los primeros tendidos al sol casi listos para ser enviados a sus destinos de origen, una vez que como sucede todos los años en estas fechas, han llegado los primeros compradores.
Se estima que para esta temporada el precio del kilo de higo seco se ubique en 175 pesos el kilo dependiendo de la calidad, contra los 140 de años anteriores.
En cuanto a la calidad de la cosecha, productores consultados por El Sudcaliforniano informaron que en términos generales es buena debido a que no hay presencia de plagas o enfermedades, y a que las recientes lluvias registradas en el Valle fueron mínimas y afectaron el desarrollo de los frutos en la planta, ni tampoco favorecieron la proliferación de enfermedades fungosas.
No obstante, las temperaturas aun no suben a sus niveles habituales, de tal manera que la cosecha podría alargarse hasta un par de semanas en caso de que siga templado como hasta ahora.
Se estima que para este año se llegue a una producción de 300 toneladas de higo seco, producto que se exporta casi en su totalidad a China; para obtener un kilo de higo seco se requieren de entre 3 y 3.5 kilos en fresco, de tal manera que la cosecha será de más de mil toneladas en fresco, una actividad que genera miles de fuentes de trabajo y en donde se ocupan las familias de más de 100 campesinos que establecieron este cultivo hace poco de más de 50 años, siendo el único lugar de México que se produce esta variedad denominada White Kadota.
La superficie de siembra es de poco más de 130 hectáreas, aunque una buena parte de las huertas han envejecido, lo que ha requerido de nuevas plantaciones, que habrán de dar su primera cosecha tres años después de su siembra.
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La zafra tiene una duración de casi tres meses, aunque la maduración depende de la intensidad del calor; uno de los años más atípicos fue el 2020, cuando una ola de calor extremo que llegó a los 50 grados centígrados, provocó un estrés en los arboles causando un desplome de hasta el 50% en la producción.
Los primeros sarmientos de estas higueras fueron plantados en 1970, inicialmente traídos de Israel a Estados Unidos y posteriormente al Valle de Vizcaíno; en años recientes productores del Valle de Santo Domingo y Mexicali han establecido algunas plantaciones de higuera y están en espera de resultados.