La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Una empleada domestica es la mano derecha de la familia, todo lo ve, todo lo siente y en muchas ocasiones el trabajo que realizan es tan valorado que llegan a ser una integrante más de las familias mexicanas, una hija, una hermana, una madre o una nana. Al iniciar el día, la jornada de trabajo suele ser de 8 horas y se puede escuchar a lo lejos: que rico te quedo el café y el desayuno¡ no encuentro mis zapatos¡ por favor sacas a los perros a pasear un rato y me lavas mi vestido favorito, te lo encargo¡ y así todo el día peticiones que sin duda son parte del “encanto”, suelen ser amigas, confidentes y al mismo tiempo conocer los secretos mejor guardados de la familia, pero siempre serán una tumba, porque son leales y trabajadoras.
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Silvia Soriano empezó a trabajar como empleada domestica a finales del 2009, por recomendación, en ese tiempo ella contaba con 2 meses de embarazo y al principio no quería comentar nada porque necesitaba el empleo, pero al poco tiempo los señores de la casa se dieron cuenta de ello, por lo que las atenciones y el trato fue muy positivo, porque estuvieron al pendiente del proceso del embarazo y de su salud y hasta la fecha se encuentra trabajando en el mismo sitio en donde está muy feliz y contenta de desempeñar diariamente sus funciones.
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EL COVID-19 Y COMO LE CAMBIO LA VIDA EN SUS RUTIAS DIARIAS
Recuerda perfectamente que se entero de la pandemia por la red social de Facebook en ese momento no creyó, pero cuando recibió la notificación de la escuela de su hijo que ya era el último día de clases y sobre todas las medidas de seguridad que se iban a tener que hacer para protegerse ante el Covid-19 lo empezó a tomar más en serio y en su trabajo su jefe le comento que se iban a tener que preparar y de cómo iban a seguir un protocolo diario de entradas y salidas, cubrebocas, el gel antibacterial y sobre todo que su hijo ya no iba a poder salir, es algo que hasta el momento no se acostumbra, porque le parece un sueño, pero tiene la dicha de que su hijo y ella vivan en la casa donde se trabaja, y como cualquier familia la convivencia a veces se complica, porque se la han vivido en confinamiento y pues su hijo no ha podido salir al parque como lo solía hacer, no ver a su prima, a su tía y a sus compañeritos de escuela es algo complicado.
Silvia como madre soltera de un hijo de 10 años con los trabajos y tareas escolares valora también en todo momento el desempeño de los maestros, porque es dividirse aun mas entre su trabajo y la educación de su hijo en cuestión de tiempo, porque tiene que cumplir un horario de 8 de la mañana a 4 de la tarde y el tiempo que algunas veces tomaba para descansar es utilizado para revisarle las tareas y cuando ya se dio cuenta ya es de noche y también los fines de semana es la misma rutina.
Lo que más disfruto de mi trabajo es que pareciera que estoy en mi casa, prácticamente porque sabe que tiene una responsabilidad de hacer la comida, la casa limpia pero lo lleva a su ritmo, porque ha aprendido a administrar el tiempo, como cualquier madre de familia, y su jefe le dice a Silvia Jefa del hogar (si es cierto porque realiza todas las actividades como compra de mandado, limpieza, comida etc), pero a final de cuentas el poder estar con su hijo y ver cómo va creciendo y estar a cargo de su educación es algo que agradece y pues quien no se encuentra agusto en su casa, ya que es muy afortunada de contar con el apoyo de su jefe, que mas que ser su jefe es su amigo y confidente, ya que él ha depositado toda la confianza en ella ya que la ve como una integrante más de su familia.
Silvia disfruta mucho de su trabajo porque su mama (que en paz descanse) le enseño el respeto que le debe de tener a su trabajo, ya que ella por un tiempo también se dedico a ser empleada domestica y en todo momento fue responsable, honesta y el demostrarlo con trabajo y ello le abrió muchas puertas, porque gracias a su mama que les dio valores a ella y a su hermana que también es empleada domestica, pudo conseguir esas recomendaciones que se necesitan a la hora de pedir un trabajo.
EL APRENDISAJE QUE LE DEJA DÍA CON DÍA LA PANDEMIA DEL COVID-19
Valora en todo momento el tiempo que pasa con su hijo, el buscar a su hermana, las llamadas los mensajes y el saber que tiene a seres queridos que se preocupan por ella, que aunque están lejos por la pandemia sabe que cuenta con todos, el cariño que aflora mas en estos momentos, valorar un te quiero y te extraño, valorar la vida y también el trabajo que tiene, porque es dichosa y afortunada por desempeñarlo.
Su jefe es muy accesible, comprensible y la apoya en todo momento a su hijo, a veces Silvia piensa que si le hubiera echado mas ganas al estudio estuviera en otro lugar pero no cambia su trabajo por nada, porque le permite estar a cargo de su hijo y aparte le pagan, porque no todas las personas que se dedican al trabajo domestico tienen ese privilegio, comenta Silvia.