La Paz, Baja California Sur.- En entrevista exclusiva para El Sudcaliforniano, la nutrióloga Esther Schiffman refiere que la alimentación no es un sólo factor que ha incrementado la infertilidad (un problema que afecta tanto a mujeres como hombres), sino que se debe a una variedad de situaciones a las que estamos expuestos diariamente.
Al respecto, la especialista manifestó que para prevenir que suceda no basta con incluir ostiones, champagne, ajo y ginseng, como anteriormente se promovía, sino que es importante evitar en lo posible exponerse a gran cantidad de estrés, falta de sueño, alta exposición de contaminantes (especialmente humo de tabaco) y el sedentarismo.
“Si la mayoría de las mujeres comienzan a dormir más, hacer por lo menos 30 minutos al día de ejercicio (con la intención de estar activas y no sólo pasear por un centro comercial con las amigas, realice alguna actividad que le ayude a reducir los niveles de estrés), intente evitar exponerse a contaminantes lo más posible y mejore la calidad de su dieta seguramente podrá lograr un embarazo”, indicó.
Refirió que la dieta de la fertilidad sí existe y fue diseñada en el 2007 a partir del seguimiento de más de 18,000 mujeres durante ocho años por investigadores de la universidad de Harvard, quienes descubrieron que existen ciertas estrategias alimentarias que cuando no son consumidas en conjunto por largos periodos de tiempo logran disminuir el riesgo de problemas de infertilidad y, aunque realizarlas no garantiza el embarazo, definitivamente sí aumentan sus probabilidades.
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Precisó que la dieta de la fertilidad incluye aguacate y aceite de oliva diario (tres veces al día), así como pescados ricos en omegas como las sardinas y el salmón (tres veces al día), frijoles, lentejas, soya, tofu, nueces y semillas diariamente, los cuales deben ser consumidos mínimo una vez al día.