Comondú, Baja California Sur (OEM-Informex).- Esta es una de las Misiones cuyo poblado aún conserva una imagen pueblerina con un toque mágico y romántico, en el que subsisten algunas tradiciones de principios del siglo pasado; una de estas esla cárcel muy particular, sin puertas y con muchos privilegios para el reo, que debía regresar a prisión en la tarde, a toque de caracola, se cerró más de sesenta años después de su creación, paradójicamente fue también construida por manos de reclusos.
Esta prisión, cuyo edificio aun esta sobre uno de los cerros que rodean a la población, cobro notoriedad por sus peculiaridades y es parte los atractivos que el poblado de Mulegé ofrece a los visitantes que cotidianamente visitan la misión.
La Misión de Santa Rosalía de Mulegé se encuentra ubicada en la costa del Mar de Cortés a aproximadamente 50 km al sur de la ciudad de Santa Rosalía, Baja California Sur.
Fue fundada por los Misioneros Jesuitas en noviembre del año 1705, en una región que los Cochimíes llamaban Mulegé que significa "Cañada de Boca Blanca”.Su fundación se realizó con fondos del marqués de Villapuente, por el padre Misionero Jesuita Juan Manuel Basaldúa, según instrucciones que le dio el padre Juan María Salvatierra antes de salir rumbo a la ciudad de México a donde fue convocado.
El sitio donde fue establecida la Misión de Mulegé fue encontrado por accidente debido a una tormenta que desvió el navío que proveniente de Sonora iba rumbo a la recién fundada Misión de Nuestra Señora de Loreto con Misioneros y provisiones a bordo, a causa de la tormenta el barco se desvió y ancló en el sitio que fue del agrado de los padres misioneros que venían a bordo para establecer una Misión. El padre Juan María de Salvatierra exploró la zona y tomó nota que los nativos le llamaban al lugar CaamanCagaleja.
Le tocó al padre Francisco Escalante iniciar la construcción de la misión en piedra, construcción que terminó en el año 1766. La Misión de Mulegé fue punto de partida para el establecimiento de las misiones de San Ignacio (Kadakaaman) y La Purísima.
La misión fue abandonada en 1828 por falta de población, y fue restaurada en diferentes épocas; la más reciente es la que llevó a cabo el I.N.A.H., en los años de 1973, conservando sus características arquitectónicas exteriores, mas no interiores. Con el desarrollo económico de la península de Baja California en el pasado siglo, la población de Mulegé aumentó en forma considerable y ello trajo consigo el florecimiento de la vieja Misión que fue restaurada y volvió a prestar servicios religiosos a los fieles.
Los Increíbles alrededores de Mulegé, se prestan para realizar gran variedad de actividades como: buceo, surf, kayak o pasear en bicicleta de montaña o a pie.
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Cuenta con magníficos oasis que rodean sorprendentes misiones, existen impresionantes museos en este municipio, como lo son: el Museo Regional de historia y antropología, situado en una antigua cárcel y el Museo de Arte Rupestre en San Ignacio. Los productos de Mulegé que son todo un deleite, especialmente la langosta y el abulón.
