La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Don Ignacio Navarro Sánchez es un señor de 73 años que desde hace 36 todas las mañanas en la esquina de Francisco I. Madero esquina con Miguel Hidalgo vende burritos a un lado del Sitio Estrella.
Su menú está compuesto por burritos de carne asada con frijol, de carne asada con queso, de carne deshebrada y tacos dorados, nos comenta que en 30 años le afecto más una pandemia la de Covid-19 que la abstinencia de carne en cuaresma.
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Tradicionalmente al concluir el carnaval que son días de fiesta, excesos y desenfreno llega el momento de la conversión para los católicos quienes hacen fila para tomar ceniza el miércoles de ceniza una de las tradiciones religiosas de los católicos además del ayuno el mismo miércoles y todos viernes de cuaresma y el hecho de obtenerse del consumo de todo tipo de carnes rojas.
Para Don Ignacio Navarro Sánchez la cuaresma nunca fue un impedimento para sus ventas pues en la temporada de cuaresma solo agrega tacos de machaca de pescado a su singular menú pues dentro de sus asiduos clientes tiene ateos, agnósticos y evangélicos quienes no practican la abstinencia de carne roja.
Pero lo que sí afectó sus ventas de burritos nos dijo fue la pandemia por Covid-19 pues antes del aislamiento por la pandemia y la implementación del home york llegaba a vender 200 piezas de burritos en el trascurso de la mañana pues además de venderle a los trabajadores del súper mercado de la esquina también le vendía a los trabajadores de los comercios cercanos, pero ahora en todo el día vende entre 40 y 50 burritos según nos comentó.
De tal forma que está pensando en jubilarse de esta actividad económica a la que se ha dedicado a lo largo de más de 30 años para sustento de su familia y a la que tuvo que dedicarse luego del cierre de de la empresa gubernamental en la que trabajaba en el puerto de pichelingue perteneciente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de aquel tiempo.
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Nos cuenta que en el año de 1986 platicando sobre su modelo de negocio con el señor José Aramburu pues eran compañeros de la escuela en la infancia en la secundaria, el empresario le sugirió que se estableciera en la esquina durante mencionada lugar en el cual hasta el día de hoy permanece todas las mañanas para saciar el hambre de los trabajadores y trasuntes en el mero centro de la ciudad de La Paz.