La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Blanca Telles refiere que su fe y la religión fueron fundamentales para poder salvar su matrimonio, el cual hace casi 3 décadas, estuvo al borde del colapso y en la antesala de un divorcio inminente, y fue en esa etapa en la que juntos empezaron a leer la Biblia y luego de un tiempo, pudieron recapacitar en la importancia de su unión y esto los llevó a ser más comprensibles el uno con el otro.
“Fue mi último recurso y lo hice para salvar la relación con mi pareja, lo invité a hacer lo mismo y esto nos permitió volver a encauzar nuestras vidas, él dejó sus malos hábitos y juntos pudimos recuperar nuestra vida matrimonial” señala.
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Tiene 28 años de haber decidido bautizarse en la religión los testigos de Jehová, además de difundir sus mensajes para otras personas que se enfrenten a una situación adversa.
“Estudié la Biblia porque tenía problemas serios y ahora veo las cosas de una manera más positiva y por otro lado, he logrado fortalecer la unión de mi familia, somos más comprensibles el uno con el otro y mucho de esto se lo debemos al interés de darle a nuestros hijos el bienestar que deben recibir”.
Con el diálogo resolvimos nuestras diferencias y pudimos seguimos juntos -explica- también decidimos llevar a nuestros hijos por este camino y a casi 30 años de haber sufrido esa dura crisis, tres de ellos están felizmente casados y sólo nos queda una hija, quien continúa soltera.
Mencionó que actualmente está promoviendo la unión familiar por medio de los textos bíblicos los cuales pueden ayudar a que se cumplan con ciertos principios que benefician la unión familiar.
“Podemos ayudar a que las familias solucionen muchos de sus problemas cotidianos, por ejemplo en el libro de Gálatas se menciona que el esposo es responsable de la educación de la familia, que los hijos deben honrar a sus padres y ser respetuosos, ya que hemos visto con tristeza que en este tiempo se han estado perdiendo mucho valores que son importantes y sobre todo, que se ha perdido el respeto hacia las madres, padres y las personas mayores”.
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“Nosotros como padres sabemos que debemos de respetar a nuestros hijos y honrarlos, no debemos gritarles, insultarlos, ni maltratarlos, mucho menos pegarles, ya que tenemos una gran responsabilidad con nuestros hijos, porque ellos son prestados, no son nuestros, son de Dios y es nuestra obligación respetarlos, cuidarlos, protegerlos, amarlos y enseñarles a ser personas de bien, para que cuando tomen su propio camino, sean de beneficio para la sociedad”.
