La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- María Magdalena Juárez Luna, María de Jesús Espinoza Paz y Araceli López Cuevas, no se conocen entre sí, viven en lugares distintos, sin embargo tienen algo en común, desempeñan trabajos que tradicionalmente eran realizados por hombres, como es el caso de María Magdalena, quien opera un camión recolector de basura; las tres son madres de familia que realizan una pesada labor diaria para llevar el sustento a su hogar y que a sus hijos no les falte nada.
Las tres son mamás trabajadoras, son cabezas de familia, entre el trabajo, la escuela de sus infantes y las labores domésticas que a diario realizan, este 10 de mayo compartieron sus historias, vivencias y la realidad a la que se enfrentan día con día al desempeñar sus labores.
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María Magdalena Juárez Luna, es madre soltera, bajo su custodia se encuentran sus tres hijos, en 2022 empezó a trabajar como recolectora de basura en el municipio de La Paz, pero años atrás, también fue conductora de transporte público operando un camión de “Ruta La Paz”,
“Es pesado trabajar en la recolección de basura, como mujer tenemos que hacer nuestro mayor esfuerzo, actualmente mi trabajo es separar los desechos orgánicos, el plástico, cartón, aluminio, lámina y latas de refresco, basura que se puede reciclar”.
Indicó que su mayor motivación y lo que hace que vaya a trabajar todos los días con orgullo son sus hijos, “tengo 3 hijos, uno casado que ya me dio una nieta, tengo una joven de 17 años y una niña de 10 años”.
Un día normal en la recolección de basura es trabajar a toda prisa, María Magdalena se levanta a las 03:00 de la madrugada, para dejar listo el lonche de sus hijas y salir de su casa a tomar el transporte público a las 4:30 ya que su hora de entrada es a las 5:00 de la mañana y su hora de salida es a las 19:00 horas.
“Ando siempre a las carreras, pero tengo que sacar mi trabajo, ahorita ya son las 12 del medio día y me tengo que ir corriendo para poder llevar a mi hija de 10 años a la escuela, volver a mis labores por la tarde en la recolección de basura y si tengo tiempo voy por mi hija a la escuela”.
Expuso que, para una madre trabajadora el 10 de mayo pasa desapercibido y como un día normal ya que primero está el compromiso de llevar el sustento a su hogar, “tengo 38 años y soy una mamá joven, abuela y madre soltera; tengo una responsabilidad directa con mi familia, es más pesado porque tienes que hacer rendir lo que ganas a la quincena”.
Mencionó que para obtener mayores ingresos y poder vestir y calzar a su familia vende productos por catálogo y cuando tiene un tiempo libre toma el volante del camión de transporte público, “como mamá soltera quiero animar a todas las mujeres que viven una situación similar a la mía, a aquellas mujeres que dicen que no pueden, yo les digo que sí se puede, hay muchas así como yo que hemos salido adelante, toda mi vida he trabajado”.
TRABAJO EN EL CAMPO
María de Jesús Espinoza Paz, de 75 años, le toca realizar una labor dura, “para nosotros ha sido pesado pero estamos acostumbrados desde chamacos, mi familia se dedicaba a la siembra y trabajábamos un pedazo de tierra”.
Originaria de Michoacán, radicada en La Paz hace más de 60 años, a su llegada al Puerto de Ilusión formó parte de la historia de fundadores del Ejido El Centenario, “levantarnos a las 5 de la mañana y terminando a las 7 de la tarde ha sido nuestra rutina diaria, el trabajo del campo es pesado para una mujer, pero ya estoy impuesta a realizar este trabajo”.
Comentó que en el campo realizan trabajos de siembra, deshierbado, además de cultivar hortalizas, cosechar, entre otras funciones, al llegar de su jornada diaria, también atiende a sus animales ya que tiene un criadero de puercos, chivos y gallinas.
“Sembramos tomate, cebolla, cilantro, rábanos, repollo, acelgas y siembra por temporadas, por ejemplo, durante el verano sembramos maíz, además de alfalfa para los animales”.
Relató que el 10 de mayo sus hijas e hijos le organizan una comida en casa con la intención de que se reúna toda la familia, “siempre he estado rodeada de mis hijos, desde bebés hasta que fueron adultos, tengo a mis nietos y hemos sido una familia muy unida”.
MAMÁ POLICÍA
Un trabajo complicado, difícil y riesgoso que requiere compromiso, dedicación y empeño es ser policía, sin embargo, se duplica al momento de ser mamá, como el caso de Araceli López Cuevas, quien está adscrita al área de Movilidad y Transporte de la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz.
“Yo tomé la decisión de ser policía por necesidad de tener un buen trabajo, tengo dos hermanas que ya tienen 17 años de servicio; desde niña yo veía este trabajo como algo que me impresionaba y me gustaba, quería ser policía. Se me dio la oportunidad de entrar y estuve 7 años comisionada en intervención del delito, actualmente estoy por cumplir dos años en el área de Transporte”.
La agente López Cuevas manifestó que es satisfactorio brindarle atención a la ciudadanía, además de ser motivante, “es bonito cumplir con mis funciones como policía ayudando a la ciudadanía”.
Al tiempo, detalló que trabaja para su familia, ya que es madre de una niña de 9 y un niño de 12 años, “ser mamá es absorbente pero no lo cambiaría por nada, amo a mis hijos, y aunque el trabajo me complica las situaciones a las que me enfrento procuro siempre estar en juntas escolares, llevarlos al médico, es difícil a pesar de que mi trabajo es flexible”.
Abundó que su jornada laboral inicia a las 6:30 horas en una escuela secundaria atendiendo el cruce del peatón, al terminar se traslada a una escuela primaria para realizar la misma función, posteriormente es comisionada, según las instrucciones de su superior, a cruces en el centro histórico.
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“Posterior al servicio que realizamos en nuestro turno, nos asignan un servicio por ejemplo en los carnavales, festejos de Fundación de La Paz, donde realizamos el cierre vial en la zona del malecón; también atendemos la zona Centro, cuidamos que el servicio de transporte urbano respeto el reglamento de tránsito y atendemos a turistas y locales con información”.
Refirió que dentro de estos servicios que realizan, atraviesan por diferentes dificultades, como reportes ciudadanos, asaltos, robos, problemas en el transporte público, situaciones de salud o la atención de primeros auxilios a alguna persona.
Dijo que, cada 1 de septiembre es una fecha especial ya que ese día entró a la corporación de seguridad municipal y que este 2023 cumple 9 años prestando su servicio, “esta labor está llena de riesgos, pero también me ha dado muchas satisfacciones como mujer policía”.
Finalmente, refirió que las mamás policías sí festejan su día en familia, debido a que la corporación les da el día libre para disfrutarlo con sus seres queridos, “celebro con mi mamá en su casa, muchas veces hacemos una comida familiar, nos reunimos los hermanos, los nietos y festejamos con la familia unida”.
Este 10 de mayo quizá no todas las madres tengan la fortuna de que las lleven a un restaurante de lujo o reciban un regalo, sin embargo, su lucha por cumplir su papel de madre no se detiene y sacan fuerzas para cumplirle a sus hijos, pero sobre todo a ellas mismas como madres y cabezas de familia.