/ lunes 12 de febrero de 2024

Tandariola / Educativas IA 

En las personas de las eras analógicas -me incluyo- existe reticencia para abrazar la realidad tecnológica. Es una suerte de desconfianza, una precaución innata, fundada en gran medida por no tener la capacidad cognitiva, la pericia, para seguirle el paso a un vertiginoso desarrollo.

En este orden de ideas está lo sutil, el ente dentro de las máquinas, las inteligencias artificiales, robustecidas con los saberes de las civilizaciones del mundo y actualizándose a cada instante, con las pulsaciones individuales atraídas desde el universo digital para un procesamiento ipso facto. Es un entorno que no alcanzamos a comprender del todo, es demasiada sofisticación. ¿Será que se debe a no ser nativa digital?

Y no es la, son las IA, pues hay actualmente una gran variedad de inteligencias que se han ido diversificando o mejor dicho, especializándose en rubros diversos de desarrollo. La-las IA fascinan. Representación de la vida 3.0, como indica el libro del docente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT, Max Tegmark. El quid es alejar ese dejo a suspicacia, para sacarle provecho a estas redes neuronales artificiales en todas las ramas del conocimiento e ineludiblemente, en los procesos educativos.

Un colega me comentó que, como docente de nivel medio superior en la ciudad de La Paz, es ya común que el estudiantado entregue trabajos elaborados con ChatGPT, la IA de más amplio uso. Es como rendirse, entendí, a la forma actual de cumplir con la tarea. El meollo de este asunto no es el resultado, sino cómo se genera, cuáles son los parámetros o prompts que la o el usuario ingrese para que la IA procese.

Es un camino que hay que andar. En este momento histórico, hay inteligencia artificial inmersa en múltiples aspectos con capacidades crecientes. La educación es uno de éstos, un entorno desafiante sin duda.

El Instituto Tecnológico de La Paz ha aceptado este reto. Tres docentes de la Ingeniería en Ciencias Computacionales, Mario Ayala Rodríguez, Sofía Manríquez Orduño y Adriane Italia Acevedo, publicaron el pasado mes de enero el libro “Introducción a la IA para profesores”, como una propuesta para las y los docentes de esa casa de estudios para sacar provecho a las IA que el estudiantado de las diferentes carreras que ofrece la institución ya utiliza.

“Hay que promover el pensamiento crítico”, insistió el maestro Ayala, una institución en la educación tecnológica de nuestra entidad, al platicar sobre el contenido de esta publicación y promotor de esta iniciativa que derivó en una capacitación a más de cuarenta docentes para encausar el uso de las IA, aportando ejercicios prácticos y un abordaje para el conocimiento de nueve inteligencias, que van desde las conversacionales como la ChatGPT y Perplexity hasta las que abordan el diseño arquitectónico como DALL-E2 (Canal 8. Hablemos de Todo. 6/2/2023). Algo más, este documento es público y gratuito, disponible para descarga en pdf en el sitio web del tecnológico.

Hay que decir que México no es un referente en la materia, aunque en América Latina empieza a mostrar algunos elementos de avance. La CEPAL ha lanzado recientemente el primer Índice Latinoamericano de IA que observa diversos ámbitos de desarrollo en nuestros países. México está por debajo de Chile, Brasil, Uruguay y Colombia en algunos aspectos, pero muestra avances en el desempeño en la investigación, aunque necesita fortalecer la infraestructura (cepal.org). Es una apuesta al futuro que ya está aquí.

¡Eytale!

Actualmente existen varias IA que verifican si los textos fueron generados por una IA. Es un galimatías, lo sé, pero es lo conducente. Uno de éstos es Detect GPT que fue creado con algoritmos lingüísticos para calcular el porcentaje de texto que fue creado con inteligencia artificial, pudiendo clasificar dicho escrito en tres rangos: muy improbable, poco probable, poco claro o posible, con un mínimo de mil palabras. (La Nación. 8/7/2023). Digo, para qué quebrarse la cabeza verificando si hay una IA que puede hacerlo. Aclaro que este escrito es de mi creación.

Comunicóloga, fotógrafa y sibarita. Premio estatal de periodismo 2022 en la categoría de artículo de fondo.

iliana.peralta@gmail.com. En Twitter @LA_PERALTA

En las personas de las eras analógicas -me incluyo- existe reticencia para abrazar la realidad tecnológica. Es una suerte de desconfianza, una precaución innata, fundada en gran medida por no tener la capacidad cognitiva, la pericia, para seguirle el paso a un vertiginoso desarrollo.

En este orden de ideas está lo sutil, el ente dentro de las máquinas, las inteligencias artificiales, robustecidas con los saberes de las civilizaciones del mundo y actualizándose a cada instante, con las pulsaciones individuales atraídas desde el universo digital para un procesamiento ipso facto. Es un entorno que no alcanzamos a comprender del todo, es demasiada sofisticación. ¿Será que se debe a no ser nativa digital?

Y no es la, son las IA, pues hay actualmente una gran variedad de inteligencias que se han ido diversificando o mejor dicho, especializándose en rubros diversos de desarrollo. La-las IA fascinan. Representación de la vida 3.0, como indica el libro del docente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT, Max Tegmark. El quid es alejar ese dejo a suspicacia, para sacarle provecho a estas redes neuronales artificiales en todas las ramas del conocimiento e ineludiblemente, en los procesos educativos.

Un colega me comentó que, como docente de nivel medio superior en la ciudad de La Paz, es ya común que el estudiantado entregue trabajos elaborados con ChatGPT, la IA de más amplio uso. Es como rendirse, entendí, a la forma actual de cumplir con la tarea. El meollo de este asunto no es el resultado, sino cómo se genera, cuáles son los parámetros o prompts que la o el usuario ingrese para que la IA procese.

Es un camino que hay que andar. En este momento histórico, hay inteligencia artificial inmersa en múltiples aspectos con capacidades crecientes. La educación es uno de éstos, un entorno desafiante sin duda.

El Instituto Tecnológico de La Paz ha aceptado este reto. Tres docentes de la Ingeniería en Ciencias Computacionales, Mario Ayala Rodríguez, Sofía Manríquez Orduño y Adriane Italia Acevedo, publicaron el pasado mes de enero el libro “Introducción a la IA para profesores”, como una propuesta para las y los docentes de esa casa de estudios para sacar provecho a las IA que el estudiantado de las diferentes carreras que ofrece la institución ya utiliza.

“Hay que promover el pensamiento crítico”, insistió el maestro Ayala, una institución en la educación tecnológica de nuestra entidad, al platicar sobre el contenido de esta publicación y promotor de esta iniciativa que derivó en una capacitación a más de cuarenta docentes para encausar el uso de las IA, aportando ejercicios prácticos y un abordaje para el conocimiento de nueve inteligencias, que van desde las conversacionales como la ChatGPT y Perplexity hasta las que abordan el diseño arquitectónico como DALL-E2 (Canal 8. Hablemos de Todo. 6/2/2023). Algo más, este documento es público y gratuito, disponible para descarga en pdf en el sitio web del tecnológico.

Hay que decir que México no es un referente en la materia, aunque en América Latina empieza a mostrar algunos elementos de avance. La CEPAL ha lanzado recientemente el primer Índice Latinoamericano de IA que observa diversos ámbitos de desarrollo en nuestros países. México está por debajo de Chile, Brasil, Uruguay y Colombia en algunos aspectos, pero muestra avances en el desempeño en la investigación, aunque necesita fortalecer la infraestructura (cepal.org). Es una apuesta al futuro que ya está aquí.

¡Eytale!

Actualmente existen varias IA que verifican si los textos fueron generados por una IA. Es un galimatías, lo sé, pero es lo conducente. Uno de éstos es Detect GPT que fue creado con algoritmos lingüísticos para calcular el porcentaje de texto que fue creado con inteligencia artificial, pudiendo clasificar dicho escrito en tres rangos: muy improbable, poco probable, poco claro o posible, con un mínimo de mil palabras. (La Nación. 8/7/2023). Digo, para qué quebrarse la cabeza verificando si hay una IA que puede hacerlo. Aclaro que este escrito es de mi creación.

Comunicóloga, fotógrafa y sibarita. Premio estatal de periodismo 2022 en la categoría de artículo de fondo.

iliana.peralta@gmail.com. En Twitter @LA_PERALTA

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