/ miércoles 23 de junio de 2021

Las relaciones México-Estados Unidos

A propuesta del presidente de los Estados Unidos, Kenneth Lee Salazar será el nuevo embajador en nuestro país en sustitución de Cristopher Landau. Salazar fue senador y secretario del Interior del presidente Barack Obama.

Como los anteriores ministros o embajadores se encargará de establecer las buenas relaciones entre ambos países y ser la fuente de información de la situación política, económica y social que vive nuestro país en el presente.

A partir de nuestra vida independiente los embajadores han cumplido la misión de buenos vecinos aunque, a decir verdad, algunos han extralimitado su encargo interviniendo en asuntos propios de México. Tal fue el caso de Joel R, Poinsett, Henry Lane Wilson y Carlos Pascual.

El primero, agente diplomático en 1824 nombrado por el presidente Henry Clay traía la encomienda de lograr un acuerdo con el gobierno del Guadalupe Victoria para establecer nuevos límites entre ambos países, de tal manera que el estado de Tejas quedara como parte de los Estados Unidos. La solicitud fue rechazada por el entonces Ministro de Relaciones Lucas Alamán, lo que originó que éste fuera obligado a renunciar gracias a la influencia de Poinsett y la logia yorkina.

Pero este personaje fue más allá. Al no lograr el acuerdo sobre límites, ofreció cinco millones de pesos por el territorio de Tejas, propuesta que también fue rechazada. Fueron los primeros intentos para apoderarse de esa vasta región, lo que al fin sucedió.

Por su parte, Henry Lane Wilson intervino descaradamente en el golpe de estado contra el presidente Madero y Pino Suárez. En contubernio con los generales Félix Díaz y Victoriano Huerta llevaron a cabo la destitución del mandatario y posteriormente su asesinato, en el año de 1913.

Manuel Márquez Sterling, embajador de Cuba en México, autor del libro “Los últimos días del presidente Madero” describe como fue el papel protagónico de Lane Wilson en la llamada Decena trágica. Él, junto con otros embajadores, intervino a fin de salvar la vida del presidente. Sterling fracasó en su intento pero al menos ayudó a proteger a la familia de Madero ofreciéndole refugio en su país.

En el 2009, durante la presidencia de Felipe Calderón, Estados Unidos nombró embajador a Carlos Pascual, quien fue acusado de emitir críticas al gobierno mexicano por su lucha en contra del narcotráfico, lo que fue motivo para su renuncia al cargo en el año de 2011. En uno de sus despachos ponía en mal al ejército de nuestro país por su falta de valentía y la falta de coordinación entre éste, la policía federal y la PGR.

Al hacerse públicas esas críticas por parte de Pascual, el presidente Calderón pidió su renuncia ante el presidente Barack Obama, ocasionando roces diplomáticos que Hillary Clinton. Secretaria de Estado, trató de subsanar.

Caso contrario a estos tres embajadores norteamericanos fue el de Josephus Daniels quien estuvo en México en los años de 1933 a 1941, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Fue testigo presencial del conflicto ocasionado por la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938 y siempre estuvo de acuerdo con las decisiones presidenciales.

En su libro “Shirt-sleeve diplomat” (Un diplomático en mangas de camisa) revela los pormenores de esta crisis que puso en peligro la soberanía de nuestro país y afectó su economía. Pero tanto el gobierno como el pueblo mexicano estuvieron a la altura de las circunstancias logrando acuerdos con las compañías americanas e inglesas a fin de pagar las indemnizaciones correspondientes.

Lo cierto es que la presencia de los embajadores de los Estados Unidos en nuestro país no siempre ha sido del agrado de los mexicanos. Es difícil olvidar los acontecimientos en los que esos representantes han influido en el destino de nuestro país, como fue el caso de la perdida de Tejas, de su culpabilidad en el crimen del presidente Madero y la intromisión en los asuntos propios del gobierno de la república.

De seguro el próximo embajador Salazar está enterado de esa historia diplomática y en aras de la política del buen vecino hará todo lo que esté a su alcance para afianzar las buenas relaciones entre ambos países. De lo contrario…

A propuesta del presidente de los Estados Unidos, Kenneth Lee Salazar será el nuevo embajador en nuestro país en sustitución de Cristopher Landau. Salazar fue senador y secretario del Interior del presidente Barack Obama.

Como los anteriores ministros o embajadores se encargará de establecer las buenas relaciones entre ambos países y ser la fuente de información de la situación política, económica y social que vive nuestro país en el presente.

A partir de nuestra vida independiente los embajadores han cumplido la misión de buenos vecinos aunque, a decir verdad, algunos han extralimitado su encargo interviniendo en asuntos propios de México. Tal fue el caso de Joel R, Poinsett, Henry Lane Wilson y Carlos Pascual.

El primero, agente diplomático en 1824 nombrado por el presidente Henry Clay traía la encomienda de lograr un acuerdo con el gobierno del Guadalupe Victoria para establecer nuevos límites entre ambos países, de tal manera que el estado de Tejas quedara como parte de los Estados Unidos. La solicitud fue rechazada por el entonces Ministro de Relaciones Lucas Alamán, lo que originó que éste fuera obligado a renunciar gracias a la influencia de Poinsett y la logia yorkina.

Pero este personaje fue más allá. Al no lograr el acuerdo sobre límites, ofreció cinco millones de pesos por el territorio de Tejas, propuesta que también fue rechazada. Fueron los primeros intentos para apoderarse de esa vasta región, lo que al fin sucedió.

Por su parte, Henry Lane Wilson intervino descaradamente en el golpe de estado contra el presidente Madero y Pino Suárez. En contubernio con los generales Félix Díaz y Victoriano Huerta llevaron a cabo la destitución del mandatario y posteriormente su asesinato, en el año de 1913.

Manuel Márquez Sterling, embajador de Cuba en México, autor del libro “Los últimos días del presidente Madero” describe como fue el papel protagónico de Lane Wilson en la llamada Decena trágica. Él, junto con otros embajadores, intervino a fin de salvar la vida del presidente. Sterling fracasó en su intento pero al menos ayudó a proteger a la familia de Madero ofreciéndole refugio en su país.

En el 2009, durante la presidencia de Felipe Calderón, Estados Unidos nombró embajador a Carlos Pascual, quien fue acusado de emitir críticas al gobierno mexicano por su lucha en contra del narcotráfico, lo que fue motivo para su renuncia al cargo en el año de 2011. En uno de sus despachos ponía en mal al ejército de nuestro país por su falta de valentía y la falta de coordinación entre éste, la policía federal y la PGR.

Al hacerse públicas esas críticas por parte de Pascual, el presidente Calderón pidió su renuncia ante el presidente Barack Obama, ocasionando roces diplomáticos que Hillary Clinton. Secretaria de Estado, trató de subsanar.

Caso contrario a estos tres embajadores norteamericanos fue el de Josephus Daniels quien estuvo en México en los años de 1933 a 1941, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Fue testigo presencial del conflicto ocasionado por la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938 y siempre estuvo de acuerdo con las decisiones presidenciales.

En su libro “Shirt-sleeve diplomat” (Un diplomático en mangas de camisa) revela los pormenores de esta crisis que puso en peligro la soberanía de nuestro país y afectó su economía. Pero tanto el gobierno como el pueblo mexicano estuvieron a la altura de las circunstancias logrando acuerdos con las compañías americanas e inglesas a fin de pagar las indemnizaciones correspondientes.

Lo cierto es que la presencia de los embajadores de los Estados Unidos en nuestro país no siempre ha sido del agrado de los mexicanos. Es difícil olvidar los acontecimientos en los que esos representantes han influido en el destino de nuestro país, como fue el caso de la perdida de Tejas, de su culpabilidad en el crimen del presidente Madero y la intromisión en los asuntos propios del gobierno de la república.

De seguro el próximo embajador Salazar está enterado de esa historia diplomática y en aras de la política del buen vecino hará todo lo que esté a su alcance para afianzar las buenas relaciones entre ambos países. De lo contrario…

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