La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Con el pago de los aguinaldos y la derrama económica de fin de año aumentan los fraudes telefónicos y bancarios así como las extorsiones, un fenómeno que se presenta de manera cíclica durante esta temporada, con la particularidad de que en esta ocasión los adultos mayores destacan entre los más afectados, debido a que una gran cantidad cobra sus pensiones y los apoyos del gobierno federal.
Según datos de la representación de la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), en fechas recientes se ha incrementado el número de fraudes en tarjetas, con un modo de operar que consiste en distraer al usuario cuando se encuentra en el cajero, a fin de robarle el plástico sustituyéndolo por otro de la misma institución, similar en colores, pero falso.
Ahí, se distrae al cliente con el pretexto de que se le cayó un billete o con cualquier tipo de plática que tiene como fin hacer el cambio de tarjeta; aunque la mayor parte de los afectados son adultos, también hay casos de jóvenes que han sido timados.
Una vez que el robo se efectúa, el afectado se da cuenta de que le llegó un cargo debido a que se le avisa por su teléfono celular, o en su caso, cuando acude de nuevo al cajero o a pagar a algún establecimiento y se percata de que el plástico no funciona y por tanto no puede realizar ninguna operación.
En estos casos, la CONDUSEF hace las reclamaciones respectivas a los bancos, y en la mayor parte los resultados son desfavorables para el afectados, salvo en los casos donde el usuario desconozca las compras y los cargos.
MEJORAN SISTEMAS DE SEGURIDAD
El delegado de la CONDUSEF Antonio Villavicencio, informó que esta es la modalidad de fraude más frecuente, aunque el resto de las prácticas tradicionales también se siguen presentando, pero en menor medida, una vez que los métodos se han hecho del dominio público y cada vez son menos las personas sorprendidas, sin dejar de mencionar que los bancos han mejorado sus sistemas de seguridad.
Uno de las prácticas más frecuentes era robar la clave de la tarjeta a través de un correo o de una llamada telefónica, para luego vaciar la cuenta del usuario o hacer compras vía electrónica.
LIMITAR USO DE CAJEROS
Debido a lo anterior, el funcionario recomendó utilizar los cajeros solo en caso muy necesario, y en su lugar retirar en ventanilla, porque aunque el proceso sea más tardado, es más seguro; otra opción es utilizar las aplicaciones para generar un código en el cajero para disponer de efectivo, pero sin necesidad de utilizar el plástico; para el caso de adultos mayores, con problemas de movilidad o alguna discapacidad, que sean acompañados por un familiar o una persona de confianza.
El funcionario detalló que en este año hay un aumento en el número de quejas ante la CONDUSEF por fraudes de este tipo, pasando de poco más de 500 en el año 2020 a poco más de mil en lo que va del 2021; aclaró que el año anterior la institución estuvo cerrada durante 4 meses a causa de la pandemia de Covid-19 y en ese periodo solo se recibieron quejas vía electrónica; el 53% de las quejas se han resuelto en favor de los usuarios, anotó.
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Finalmente Antonio Villavicencio recordó que ningún banco envía correos electrónicos ni su personal hace llamadas telefónicas a sus clientes, y las que se realizan son con toda seguridad, con el fin de tratar de hacer un fraude.
EN PROGRAMAS FEDERALES
Otras modalidades de fraude también recientes están dirigidas a los beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal; hace apenas unos días, la delegada de la Secretaría de Bienestar Diphna Yanssén Weichselbaum alertó en sus redes sociales sobre publicaciones falsas en donde se ofrecen créditos de hasta 50 mil pesos por parte del Banco del Bienestar; otras, ofrecen créditos a la palabra mediante un programa falso denominado Censo del Bienestar, una más denominado Credicuenta en donde también se ofertan créditos, y una más en donde se ofrecen financiamientos para emprendedores; en todos los casos, se trata de fraudes que buscan obtener un pago del interesado a cambio de acceder a algún apoyo que resulta inexistente.
EXTORSIONES TELEFÓNICAS
De todas estas formas, la más agresiva consiste en llamar al teléfono celular de la víctima para amenazarlo con que lo tienen vigilado en su domicilio y que si no deposita determinada cantidad de dinero en el banco van a hacerle daño a él o su familia.
En estos casos, se trata de llamadas de personas que dicen pertenecer a alguna organización delictiva o cártel. Hasta ahora no se tiene registro de que en algún caso se hayan cumplido las amenazas, por lo que se presume que se trata de un fraude.