La Paz, Baja California Sur. El gran reto de la activista de nacionalidad alemana, Marisa De Pablo, de 32 años de edad inició el pasado 20 de junio, empezando el recorrido en la ciudad de Tijuana, B.C. acompañada de su compañero Víctor y su mascota Tobe, quienes a bordo de un viejo vehículo la vienen escoltando y asistiendo con agua y alimentos, con el único objetivo de crear conciencia, en contra de la violencia sexual.
Señaló que tuvo que esperar poco más de tres semanas para poder reiniciar la caminata, ya que el auto de su compañero Víctor quien la viene asistiendo durante su largo recorrido, presentaba fallas mecánicas y no había dinero para la reparación, pero al final se dio la salida.
Durante los 50 días que lleva caminando durante el día y tarde-noche, solamente tuvo un problema de salud el pasado miércoles, en el kilómetro 128 tramo Ciudad Constitución- La Paz, donde las altas temperaturas le afectaron y tuvo que recibir atención médica de un grupo de paramédicos que se trasladaron desde la ciudad de La Paz, BCS.
La creadora del movimiento denominado “Awareness Walk Against Sexual Abuse and Rape” (Caminata para hacer conciencia en contra del Abuso Sexual y Violación) reveló para este medio que cuando tenía 16 años fue abusada sexualmente, y esa terrible pesadilla la mantuvo en secreto durante diez años.
“Creo que lo más importante es que si nosotros salimos de eso podemos ayudar a otras personas, y si tenemos hijos, tenemos que hacernos fuertes para que en el futuro no les pase eso, y lo más importante es que no lo van hacer porque sabrán respetar” expresó la valiente mujer quien se ha ganado el cariño y la admiración de mucha gente que sale a su paso para saludarla y desearle éxito en su caminata, la cual espera concluir el próximo lunes en la ciudad de La Paz.
Marisa De Pablo, solamente carga una pequeña mochila sostenida entre sus hombros, portando lentes, un sombrero y gorras para protegerse de los intensos rayos del sol, con un cartel en sus espaldas con un letrero que dice “Caminata en Contra del Abuso Sexual”, y siempre mostrando una bonita sonrisa a quienes la saludan sobre la carretera.
Estoy muy agradecida y muy sorprendida también por tanta gente que me está saludando, me está apoyando y me da mucha fuerza, me carga las pilas para seguir este proyecto. "Estoy cansada pero estoy muy feliz con todo eso que hemos creado” Puntualizó.
Por otra parte, también busca obtener la mayor atención posible de las personas, para más adelante emprender proyectos más concretos contra el abuso sexual como pláticas, participaciones en medios, promoción de un libro de su autoría en el que comparte como salió del victimismo, “y de cómo ponía mi vida en mis manos, bajo mi control y responsabilidad de nuevo para salir adelante”, entre otras acciones.
Pretende trabajar de la mano de los Ayuntamientos para dar pláticas en el estado de Baja California Sur, mientras viva en La Paz, lo cual es una de sus más grandes metas, poderse establecer, obtener ingresos por lo que hace, pero ofrecer sus pláticas de manera gratuita a manera de servicios social, “porque la gente que las necesita más, muchas veces son las que no tienen mucho dinero”, por lo que buscará la forma de hacer estas actividades con el apoyo de donaciones voluntarias y de particulares, o a través de una fundación.
Anteriormente Marisa ya había estado en la ciudad de La Paz; una primera vez fue en 2017 donde estuvo como voluntaria haciendo trabajo comunitario en un refugio para perros, y fue a través de esa experiencia como se enamoró de la ciudad; posteriormente regresó en 2018 y permaneció por 5 meses, sin embargo, en esta ocasión vino con la misión concreta de transmitir su mensaje y con el firme deseo de convertirse en residente.
El mensaje que busca promover a través de esta travesía es, “paso a paso, como en la caminata, es como tienes que empezar, con un paso, puede ser pequeño, pero con ese vas a llegar a un punto, y lo más importante para mí es no callarse, porque platicarlo ayuda mucho a curarte”.
LLEGADA AL MUNICIPIO DE LA PAZ
Al llegar al municipio de La Paz, Marisa presentó algunos obstáculos físicos, ya que debido a las altas temperaturas se deshidrató, y fue a través de un médico quien lo diagnosticó como un inicio de golpe de calor, sin embargo, prontamente fue tratado y no pasó a mayores, pues Marisa tuvo a bien detener su caminata para recobrar fuerzas, “lo último que busco es arriesgar mi salud”, menciona.
También comparte que lo único que ha estado presente en la travesía, y que se intensifica a cada paso que da, es un profundo cansancio en sus pies, principalmente en las plantas; comparte que en todo lo demás se encuentra en excelentes condiciones para continuar y culminar esta gran travesía.
A su paso por el estado de Baja California Sur, menciona que las personas la han recibido de una forma increíblemente amable, con mucho apoyo “eso es lo que me encanta de la Baja, que son muy amables y apoyan muchísimo, han sido muy cariñosos todos”, y con este trato recobra energía y motivación para continuar.
