La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Seis adultos del Asilo de Ancianos San Vicente de Paul han fallecido, luego de que el pasado 19 de marzo se registrara un brote de Covid-19 con en que se contagiaron los 27 residentes y 14 trabajadores; 6 permanecen hospitalizados y se reportan estables, y los 13 que permanecen en la institución dejaron de presentar síntomas y se encuentran bien de salud.
La directora del Asilo, Odalys Ramírez, informó que sólo un trabajador ha dado positivo en los últimos días luego de que varios presentaran síntomas, aunque dijo desconocer cuándo serán vacunados contra el Covid-19, de manera extraoficial se sabe que las vacunas para los ancianos están resguardadas, en espera de que los médicos indiquen el momento adecuado para ser aplicadas.
Recordó que el brote se detectó el pasado 19 de marzo, aunque los médicos comienzan a contar desde cuatro días antes para medir el evolución de la enfermedad, de tal manera que a esta fecha van 21 días de que se detectara el brote; aunque a los ancianos que se infectaron no se les ha dado un alta como tal, los médicos señalan que la emergencia ya pasó, pero se deben de mantener las mismas medidas en extremo, dado que no existe una seguridad al 100% de una reinfección o de un nuevo brote.
Odalys Ramírez señaló que los residentes ya no presentan síntomas y se encuentran bien de salud, aunque con problemas propios de la edad; 13 permanecen en el Asilo, hay 6 hospitalizados, un anciano que fue recogido por la familia y 6 fallecidos.
Destacó que durante la emergencia, los ancianos estuvieron bien atendidos tanto por el personal como por los médicos de la Secretaría de Salud, y recordó que aunque el Asilo recibe apoyo gubernamental y de personas altruistas, debe de hacerse llegar recursos de parte de las familias de los residentes, a fin de completar los gatos de operación.
Explicó que hasta el año 2019 el costo de atención de un residente era de alrededor de 9 mil pesos al mes, y que el cobro a las familias depende de cada caso, y se define con base a un estudio socioeconómico.
Detalló que la atención incluye una alimentación de calidad, atención médica, de enfermería, fisioterapias, pañales, materiales de curación y de higiene, de limpieza y lavado de ropa entre otros.
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Las aportaciones que hacen las familias apenas alcanzan para los gastos más elementales, y en algunos casos no se les cobra nada, cuando se comprueba que no tienen capacidad económica, concluyó.