La Paz, Baja California Sur.- Adelina Mendoza Martínezel 4 de enero cumplirá 90 años, originaria del rancho LosCaballeros, muy cerca de San Blas, pero al casarse se mudó alrancho Los Tamales, desde hace 55 años.
Cuando recién llegó el pueblo era de 10 personas y empezó ahacer familia ahí. Tuvo 12 hijos y tres de ellos tienen algúntipo de discapacidad, por lo cual la vida fue difícil y lo siguesiendo, pues desde temprano se hacía cargo de ellos, de limpiar sucasa, regar las matas, hacer comida, además de cuidar los animales(vacas, chivas, gallinas, borregos, conejos). Aprovechaba yordeñaba para hacer queso y lo vendía a su cuñado, mismo querevendía en el rancho aledaño -Los Robles- para poder comprarcomida, mientras que otras cosas las mandaba traer de La Paz.
En su salud considera que nada es como antes a pesar deque se mantiene vigorosa; menciona ser muy paciente porque ya nopuede hacer muchas cosas y acude constantemente a La Paz paraatenderse de su problema de la presión.
Adelina está contenta con su casa, sus matas y su cerco, ytambién con la comunidad donde dice que la quieren mucho, lavisitan seguido y le regalan cosas.
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A VECES HAY, A VECES NO
La pobreza dice que es algo que ha vivido debido a lasituación de sus hijos mayores, y en más de una ocasión se lasha visto negras para sostenerlos: “A veces tengo y a veces no”,sin embargo dice que a diario nunca le faltan el frijol y el arrozen la mesa y tiene a tres hijas que la apoyan.
Finalmente, Adelina reflexiona que cada vez es más difícilvivir en los ranchos, pues la temporada de sequía es mortal paralos animales y resulta insostenible económicamente.