La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- En los últimos días el precio de la paca de alfalfa de dos hilos y peso aproximado de 25 kilos se disparó hasta llegar a los 180 pesos, contra los 100 pesos que costaba en este misma fecha pero del 2020; Según productores consultados por El Sudcaliforniano, para febrero próximo llegaría a los 250 y seria el precio más alto de todos los tiempos.
Según el presidente del Comité Estatal de Sanidad Animal Manuel Rangel, este incremento sería consecuencia de una alta demanda de forraje en los municipios de Comondú, Loreto y Mulegé en donde las lluvias de la temporada no fueron suficientes para recuperar los agostaderos donde se alimenta el ganado, y también atribuible a que los costos de producción de los agricultores se han incrementado en más de un 35%, derivado del aumento de hasta un 200% en los fertilizantes, además de que algunos alfalferos han abandonado el cultivo para rentar sus ranchos a las agroempresas que se dedican a la papa y a los espárragos.
Eso, sin dejar de mencionar que en temporada invernal, la producción por hectárea se desploma hasta en un 50%.
Y mientras los ganaderos resienten este incremento, hasta ahora no hay apoyo o subsidio estatal o federal, ni tampoco iniciativas de las Uniones Ganaderas para apoyar a sus agremiados.
Ganaderos consultados por este medio alertaron sobre un inminente aumento en los precios de la carne, a menos que se tomen algunas medidas para contener los efectos; una opción, sería sustituir al intermediario que en la actualidad se lleva una utilidad de 20 pesos por paca lo que representa 12 mil pesos por tráiler, y que sean las Uniones las que compren directamente el forraje a los productores para ofrecerlo al costo a sus socios.
Otro factor que habría contribuido a este aumento, sería la cada vez mayor presencia de granjas de fin de semana en comunidades cercanas a La Paz, en donde familias con alto poder adquisitivo han establecido pequeñas unidades pecuarias con bovinos, ovinos y caprinos, que al no contar con agostaderos propios deben de alimentar a sus animales con forraje adquirido.
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En este escenario, los caprinocultores son los más afectados, porque aun y cuando se trata de una especie que sobrevive con alimento del monte, en sequías críticas como la actual, requiere de alimento en los corrales para garantizar las pariciones y con ello la producción de leche que a su vez garantiza la producción de queso, cuya venta representa el principal ingreso de los rancheros.
La zona serrana de La Purísima, considerada la más importante región caprinocultora del estado es la más afectada debido a la falta de lluvias, al grado que algunos productores están poniendo en venta sus rebaños completos.
