La Paz, Baja California Sur.- Este martes Narda se degradó a Baja Presión sobre el sur de Sonora con bandas lluviosas hasta Texas y dejó de representar riesgo para Baja California Sur, motivo por el cual del Consejo Estatal de Protección Civil determinó dejar de dar seguimiento a este fenómeno y se declaró en receso.
Para los ganaderos, junto con Narda se fueron las esperanzas de las lluvias, por lo que se avizora una dura y crítica temporada por la falta pasto en los agostaderos, debido a que las precipitaciones de las semanas anteriores solo beneficiaron a algunas regiones focalizadas.
A fin de atender esta contingencia, el gobernador Carlos Mendoza instruyó al Secretario de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (SEPADA) Andrés Córdova Urrutia para que evalúe los efectos de lo que se podría considerar una contingencia por sequía y se busque la manera de ayudar a los afectados: ahora los daños no son por las lluvias, sino por su escases, expresó.
En ese mismo tenor se pronunció el delegado de programas federales Víctor Castro Cosío y Director General de Vinculación, Innovación y Normatividad en materia de Protección Civil Héctor Amparano, quien llegó este martes a La Paz para reiterar el respaldo del gobierno federal tanto en los apoyos para resarcir los daños de la tormenta tropical Lorena e incluso los de la sequía; explicó que en algunos estados ya han sido instaladas mesa de trabajo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) para buscar los esquemas de apoyo.
Y es que según el pronóstico de la CONAGUA, aun y cuando la temporada ciclónica concluye hasta el 30 de noviembre, no hay para las próximas dos semanas indicios de que se pueda formar otro huracán y para después del 15 de octubre las posibilidades son todavía más bajas; lo anterior debido a una serie de factores entre los que destacan la presencia de frentes fríos y el enfriamiento del agua en el Pacífico, según explicó el director local de la CONAGUA Israel Camacho Gastelum.
A los meteorólogos los sorprendió la inusual velocidad con la que se desplazó la tormenta tropical Narda a una velocidad de hasta 35 kilómetros por hora, así como la desviación de 37 grados hacia el macizo continental a causa del choque con el Frente Frío Numero 2.
Este martes, la CONAGUA dio por extinguido a este fenómeno, aunque casi todo el país sigue con la humedad y no se descartan algunas lluvias remanentes.